Artículos Raíces y Resistencia

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La Mama Supalata es una tradición ancestral y un símbolo de resistencia e identidad cultural del pueblo Kichwa Saraguro. Cada año, este espíritu femenino, que representa a la Pachamama, se convierte en el centro de una celebración que da la bienvenida a la época de florecimiento y a la abundancia de los granos tiernos. Este evento simboliza la conexión profunda entre la madre tierra y la comunidad, que reconoce y agradece los frutos y la riqueza alimenticia que ella brinda para la vida.

Un joven destacado por su liderazgo y carisma es elegido para encarnar a la Mama Supalata. Acompañado de más jóvenes disfrazados de chirillos, visita cada hogar, donde la alegría de los bailes y cantos resuena en el aire. Los sonidos de las quipas, bombos, violines, guitarras y supalateros llenan el ambiente, mientras hacen ruido con latas en mano y repiten con fervor: “Milichaki-milichaki, Supalata-Supalata”. Las familias reciben bendiciones y buen augurio, garantizando un nuevo año próspero.

Sin embargo, si alguna casa no ofrece alimentos como milichaki, colada de zambo o zapallo, la Mama Supalata se retira sin dejar sus bendiciones. Esta falta de reciprocidad trae consigo «zhiran», que afectarán las cosechas futuras.

Este ritual se fundamenta en el principio de randi-randi, que significa reciprocidad. La Pachamama entrega sus frutos a lo largo del año, y en este día especial, las familias devuelven ese regalo a través de ofrendas. Durante la celebración, las familias preparan alimentos para compartir, tales como:

  • Milichakis: Tamales de maíz, rellenos de queso o pollo, envueltos en hojas de wicundo.
  • Colada de zambo o zapallo: Preparados con o sin leche, panela y harina de maíz.

Estos alimentos son una forma de honrar a la Pachamama, quien entrega sus frutos a lo largo del año.

A pesar de los desafíos modernos, la celebración de la Mama Supalata sigue viva, sirviendo como un recordatorio de la resistencia cultural de los pueblos indígenas. Aunque la tradición tiene raíces en la mitología andina, debido al sincretismo cultural que se ha entrelazado con prácticas del cristianismo católico, celebrándose la noche del sábado antes del Domingo de Ramos.

La celebración atrae a niños, jóvenes y adultos, quienes participan en recorridos de casa en casa, haciendo ruido y anunciando la llegada de la Mama Supalata. Este acto espontáneo refleja la voluntad de la comunidad de mantener vivas sus tradiciones.

La celebración de la Mama Supalata es un hermoso recordatorio de la conexión entre la tierra, la comunidad y la cultura. Es un acto de resistencia y afirmación de identidad que no solo honra a la Pachamama, sino que también refuerza los lazos comunitarios y la importancia de la reciprocidad en la vida andina. Al celebrar este mito, los Saraguros nos enseñan la importancia de valorar y proteger nuestras raíces culturales. ¡Celebremos juntos la riqueza de nuestra cultura y la fuerza de nuestra comunidad! 🌾✨

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