Bienvenidos al "Instituto de Ciencias y Culturas Indígenas"
Por: Equipo Comunicación
La arqueología es una disciplina fundamental para la preservación de la identidad cultural y la historia nacional, juega un papel crucial en la preservación de sitios sagrados, que son esenciales para descubrir la identidad cultural ecuatoriana. La destrucción de lugares históricos, ilustra cómo la modernización y la industrialización ponen en riesgo estos espacios. Esta disciplina se define como una extensión de la antropología e historia, se constituye como una herramienta vital para comprender nuestro pasado y su profunda influencia en el presente.
Los pucarás son considerados sitios estratégicos que han tenido un papel significativo en la historia de Ecuador. No solo servían como puntos de control territorial, sino que también tenían funciones ceremoniales, funerarias y de almacenamiento. La relación de estos espacios con el paisaje y la arquitectura preincaica, así como su orientación respecto al sol y la luna, refleja una profunda conexión entre la naturaleza y la cultura. La ocupación Inca ha dejado una huella duradera en Ecuador. A través de la arquitectura y la ingeniería de sitios como Cochasquí, se evidencia el impacto de la conquista hispánica y la posterior transformación de espacios sagrados en propiedades agrícolas. Esta urbanización ha llevado a que el significado de estos lugares sagrados se olvide, planteando interrogantes sobre el respeto actual hacia ellos.
Es fundamental reivindicar las raíces culturales indígenas de Ecuador, que son la esencia de la identidad nacional. Las comunidades indígenas han sido guardianes de conocimientos ancestrales y tradiciones que han perdurado a lo largo de los siglos. La conexión espiritual que estas comunidades mantienen con la tierra y sus ancestros es un testimonio de su rica herencia cultural. La arqueología se convierte, entonces, en una herramienta para visibilizar y honrar estas raíces, permitiendo que las voces indígenas sean escuchadas y su historia, reconocida. La preservación de los sitios arqueológicos no solo es un acto de conservación, sino un acto de justicia social que reivindica el valor de las culturas originarias y su contribución al patrimonio colectivo del país.
La preservación del patrimonio cultural no solo es una cuestión de leyes, sino de educación y conciencia social. Ecuador cuenta con normativas que protegen los sitios arqueológicos, considerándolos intangibles e indestructibles. Sin embargo, el trabajo de los arqueólogos va más allá de la investigación; también implica educar a la sociedad sobre la importancia de conservar estos patrimonios. La arqueología puede ser una fuente significativa de empleo, especialmente en comunidades con dificultades económicas. Ecuador tiene el potencial de gestionar y promover su patrimonio cultural de manera sostenible. Se propone la creación de campañas turísticas que incluyan no solo las Islas Galápagos, sino también templos ocultos y otros sitios arqueológicos de interés. Invertir en estos lugares, muchos de los cuales han estado abandonados, es esencial para reconstruir y preservar su importancia histórica.
La memoria cultural y el registro de hallazgos arqueológicos son fundamentales para mantener viva la historia de las civilizaciones pasadas. La falta de atención institucional ha llevado a un estado de abandono en algunas comunidades, donde la ignorancia y la falta de educación perpetúan problemas sociales. Sin embargo, hay un llamado a refocalizarse en valores culturales que fomenten la generosidad y el apoyo comunitario, esenciales para el bienestar social.
En conclusión, la arqueología en Ecuador es un reflejo de nuestras raíces y dinámicas sociales. Proteger y valorar los sitios arqueológicos es una responsabilidad compartida entre el Estado y la ciudadanía. Al hacerlo, no solo preservamos nuestra historia, sino que también construimos un futuro más consciente y respetuoso de nuestra identidad cultural. La arqueología no es solo un estudio del pasado, sino un camino hacia la comprensión y valorización de quienes somos como sociedad.