Boletín No 68

ICCI

Editorial

Hay que entreteger una conciencia nacional de dignidad y de rebeldía


Desde que Lucio Gutiérrez traicionó las esperanzas del pueblo ecuatoriano, se entregó a manos abiertas al imperialismo y al sector oligárquico de Febres Cordero; cuando se enojaron los compadres y se determinó el enjuiciamiento al Presidente de la República, planteado por algunos sectores: la ID, MPD, Pachakutik; las acusaciones para el proceso de enjuiciamiento fueron: por peculado, por haber dispuesto de fondos, recursos y bienes públicos a favor de sus familiares y amigos; por haber atentado contra la seguridad del estado, por la importación de afiches desde México en el 2002; por involucrar al Ecuador en el Plan Colombia (en lo que a política exterior se refiere), por intrigar el origen democrático al haber insinuado que se enciendan las cortes, razones que se constituyeron en fundamentos de heho y de Derecho para el juicio político.

Pero Gutiérrez ha logrado sostenerse y mantenerse a varias crisis políticas, gracias al apoyo del gobierno norteamericano y de los grandes grupos de poder económico que a través del Congreso pugnan por repartirse el poder de una institucionalidad agotada.

El proceso del juicio al presidente fue un intento frustrado ya que el congreso no tuvo los votos requeridos para la destitución. Es decir que los intereses de los grupos económicos primaron.

La desesperada presión norteamericana para que el gobierno ecuatoriano se involucre directamente en el conflicto colombiano a cambio del apoyo estadounidense al gobierno, la directa intromisión de la Embajadora Kriste Kenney en los asuntos internos del país; la base Militar de Manta y la pretendida creación de otras bases en Loja y Esmeraldas que sin lugar a dudas serán utilizadas para atacar a patriotas colombianos como parte general de invasión Yanky; la concentración de tropas ecuatorianas para “proteger” la frontera colombiana a pretexto de incursiones guerrilleras; la presión para que se firme el Tratado de Libre Comercio y entregar la vida misma de los ecuatorianos y de las futuras generaciones al poder del imperio han sido los signos más visibles de la política globalizante del imperio en el Ecuador, que por cierto tiene un gran lacayo en el traidor y mentiroso de Gutiérrez.

Mientras esto ocurre no se da la importancia que merece la digna lucha de Sarayacu en su exigencia por la salida de la Compañía General de Combustible (CGC), las empresas BURLINGTON quienes mantienen conflictos con los Achuar y Kichwa, quienes defienden lo más sagrado que tienen, su tierra. La lucha de Sarayacu es una lucha antiimperialista y anticolonial.

La pobreza en el Ecuador bordea el 85% haciendo de los ecuatorianos más mísero y pordiosero; las instituciones se desmoronan mientras el país se sumerge en el pantano “democrático”; la lucha contra la corrupción no pasa de ser un simple enunciado.

Frente a estas realidades es hora urgente de ir forjando un gran movimiento social que recupere su memoria histórica, la dignidad y la soberanía. Hay que entretejer una conciencia nacional de dignidad y rebeldía.

Es hora urgente que las nacionalidades y pueblos del Ecuador, los sectores populares, democráticos, progresistas y revolucionarios, retomemos la perspectiva histórica de cambios y transformaciones profundas que el país requiere.

Es necesario ir edificando un poder alternativo que de al traste con el poder e institucionalidad creado por las clases dominantes, e instaurar el poder e institucionalidad de los pobres en este país.

No permitamos que en el Ecuador existan mas de doce millones de indignos, el derecho a organizarse y revelarse contra las injusticias es un derecho de los hombres que quieren ser libres.


© Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente

Y en el poder los sorprendió su espiritu…

Marcelino Chumpi*


PARA NO OLVIDARNOS PORQUE LA MENTE ES FRAGIL

En 1986, con la creación de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, el movimiento indígena irrumpe en la sociedad ecuatoriana, como uno de los actores más importantes de los movimientos sociales de la época moderna.

1990 fue el momento histórico que marca el hito de la participación social indígena en el desarrollo nacional, convirtiéndose en el actor sujeto de su propio devenir histórico. Es decir, es un Sujeto histórico que se sujeta a sus propios procesos políticos e históricos de raigambre comunitaria; que a de postre construye un discurso nacional indígena desde el escenario de nuestra propia cosmovisión, realidad y prácticas.

A raíz de la «celebración» del quinto centenario del llamado «Descubrimiento de América» en 1992, la CONAIE como el actor del movimiento indígena lanza al debate nacional los postulados filosóficos e ideológicos del proyecto político. La construcción de un Estado Plurinacional; de una sociedad intercultural; de una economía basada en la solidaridad humana; un sistema justo y equitativo de participación ciudadana, en el ejercicio de los derechos políticos, sociales, culturales, ambientales, de género y económicos, estos principios, aceleraron el debate nacional para reordenar las fuerzas políticas y económicas existentes en el Ecuador.

Los posteriores levantamientos y movilizaciones indígenas consolidaron el discurso indígena nacional, como así también, el fortalecimiento de la organización indígena, estableciendo un nuevo tejido de relaciones socio-políticas con diferentes actores de los movimientos sociales en el sector urbano, tanto en Guayaquil, Quito, Cuenca y muchos otros centros urbanos del país.

¿QUÉ PASA CON Y EN LA CONAIE DESDE LA PERSPECTIVA ACTUAL?

En el año 2001, en consideración al rescate del hecho histórico del 21 de enero del 2000, patrocinó una alianza con Pachakutik y Sociedad Patriótica, una lista liderada por el Señor Lucio Gutiérrez. Este hecho político generó un conjunto de opiniones al interior de la organización. Un estamento importante de la organización sostenía la tesis, que no fueron consultados las bases, sino que este hecho respondía a intereses eminentemente de la cúpula dirigencial y de los grupos de intereses ‘mishus’ autodenominados intelectuales y asesores del Movimiento Indígena; lo que implica decir que las bases no conocían de los acuerdos; no obstante debían hacer campaña y dar voto al candidato presidencial. Además, la ruptura de la alianza tampoco fue consultada con las bases, y solo actuaron los dirigentes nacionales (como sucedió en el primer caso) y los «cabezones» mestizos para guardar su imagen personal. Mientras tanto, otros sostenían que se debe apoyar la alianza porque es un hecho consumado, y la dirigencia explicará los acuerdos programáticos establecidos. Esta historia perversa de identificar quién apoya a quién, se puso en vigencia en el ejercicio del poder; allí los indígenas palmaron, porque algunos dirigentes prefirieron solapar el apoyo al gobierno, abandonando la lucha indígena. Se calificaron de gobiernistas y no gobiernistas.

Este hecho es recordado permanentemente en el discurso (asambleas de las nacionalidades y pueblos) de los dirigentes que se oponen seguir los lineamientos de la CONAIE, para señalar con el dedo las irregularidades cometidas por la actual dirigencia, en el campo político. Supuestamente por esta razón, la Confederación de Nacionalidades de la Amazonía Ecuatoriana, CONFENAE, liderado por el Sr. José Quenamá, y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Costa Ecuatoriana, CONAICE, liderado por el Sr. William Aguabil, abandonaron la tesis y la lucha histórica del movimiento indígena, dando a entender que son presa fácil de las ofertas económicas de parte del Presidente Lucio Gutiérrez, a través del Ministro Vargas y José Chimbo, el nuevo Secretario Ejecutivo del CODENPE impuesto por Gutiérrez sobre encima y sin el consenso de las nacionalidades y pueblos.

Además, estos dirigentes han construido otro discurso ideológico, señalando en reiteradas ocasiones que lo único que ellos hacen es gestionar recursos financieros para el desarrollo de las nacionalidades. Con ésta tesis, me rajo la cabeza, primeramente porque tanto la CONFENAE como la CONAICE no tienen recursos económicos para financiar proyectos que permitan el desarrollo de las nacionalidades. Pero, más allá de eso, busco una respuesta adecuada y lógica a las preguntas: ¿Será que la dirigencia debe abandonar la lucha histórica de los pueblos porque alguien ofrece y le da dinero? Y ¿Será posible votar al tacho de basura los más de veinte años de lucha de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador solo por dinero? Estos cuestionamientos me recuerdan el adagio popular que dice: ¡Con la plata hasta el mono baila! Que a decir mío: ¡Con la plata hasta los dirigentes defensores de los indígenas bailan y coquetean! ¡Dale plata al dirigente y verás como divides a la organización, gobernarás y reinarás! ¡Con la plata, les tiemblan las manos, la boca, se les afloja los cinturones!

¿Con este famoso acercamiento resolverán el problema económico de su organización? ¿Qué pasará con la organización cuando el actual ‘gobernante’ termine su periodo presidencial y entren nuevos dirigentes en las organizaciones ya antes mencionadas, o tendremos que suponer los problemas económicos se han resuelto y los dirigentes posteriores no andarán pidiendo de rodillas el financiamiento de sus proyectos, como los actuales?

Estos acontecimientos han enriquecido posturas eminentemente raciales y maquiavélicas al interior de la CONAIE, abandonado una vez más el proceso histórico político del movimiento indígena. Es decir, el Kichwa amazónico le serrucha el piso al Shuar amazónico porque no es Kichwa o viceversa; el Tsáchila le serrucha el piso al Chachi porque no es Tsáchila o viceversa; estos son los nuevos especimenes de la política indígena (usando una palabra Shuar podemos denominarlo el «mukint-ismo» = especies que se comen a sí mismos). En ese contexto, surgen defensores de puestos porque pertenecen a un Pueblo o Nacionalidad, desmantelando en su totalidad los procesos históricos y generando la volatilidad socio política al son de la danza dirigencial, expresado en amares. Esto es el producto de un acuerdo político de apoyo al Gobierno Nacional liderado por el Señor Vargas.

¿DESAPARECE LA CONAIE O CAMBIA ESTRATEGIAS?

En el año 2000, el Ecuador y el Movimiento Indígena, en particular, creyó que el Señor Vargas era un líder indiscutible del movimiento. Aquel líder indígena ha desaparecido y se ha esfumado en las entrañas de la vorágine de intereses personalizados para destruir a sus semejantes, coidearios y camaradas de lucha.

¿Cómo entender la cuatrilogía de los señores Vargas, actual Ministro de Bienestar, Chimbo,(otro cachorro de la «Rectificadora Gutiérrez»), Quenamá y Aguabil, que estén trabajando incansablemente día y noche en la destrucción, desaparición, debilitamiento y entrega de la CONAIE a las garras del Gobierno Nacional?

Me da la sensación que se han convertido en los verdugos de la CIA (estilo años 1960), poniéndose la máscara dirigencial y del líder indígena. Me pregunto, en ¿qué momento desapareció en el pensamiento de Antonio Vargas y otros dirigentes indígenas (Quenamá, Chimbo y Aguabil), aquel discurso por la cual los jóvenes creímos; además, tuvimos como el estandarte de la lucha de los más desposeídos? Es asombroso, increíble e inexplicable, como decía José María Cabascango, «entender en mi tonto pensamiento» la compra de conciencia a la dirigencia de base, para no ser sancionado por los actos de irresponsabilidad que comenten en el ejercicio del poder organizacional. Así, extraoficialmente, se conoce que Quenamá invirtió US$ 300 mil dólares, entregados por el gobierno nacional, para no ser destituido y sancionado en la última Asamblea Extraordinaria de la CONFENAE. El cuento no termina allí. Extraoficialmente se conoció que entregaron US$ 100 dólares a cada dirigente en el momento de la votación de la moción de reestructuración del Consejo de Gobierno de la CONFENAE, además asombró a los propios y extraños la masiva participación de las nacionalidades Cofán, Siona y Secoya. Recomiendo que los dirigentes de las nacionalidades y el de la comisión permanente especializada del Parlamento Indígena investigue éstos comentarios para salvar la imagen organizacional de la Región Amazónica.

LAS HUELLAS DE UN PASADO RECIENTE

a) El caso CODENPE

Domingo Tanguila, ex presidente de la Federación de la Nacionalidad Kichwa de Napo, FONAKIN, en alguna reunión que mantuve con su delegación, manifestó que el Presidente de la República afirmó lo siguiente: «Marcelino Chumpi no es un hombre confiable»; «Mientras esté Marcelino Chumpi en calidad de Secretario Ejecutivo, no destinaré recursos financieros para el CODENPE»; «El ha financiado los Levantamientos Indígenas, con los fondos que se entrega al CODENPE, para destituirme; que Alfredo Palacio (actual Vicepresidente de la República) suba a la Presidencia y él, ser Vicepresidente; eso no puedo tolerar ni admitir»; y «Se debe democratizar al CODENPE, porque se ha convertido en la caja chica de la CONAIE, solamente; otras organizaciones indígenas están excluidas». Este comentario fue el bumerán para sospechar los cambios que se proponía hacer el Presidente Gutiérrez. Suponemos, que con la nueva institucionalidad fluyen recursos suficientes, y se emprende el desarrollo para los indígenas en el país, porque en el CODENPE nuevo, están hombres y mujeres del Partido Sociedad Patriótica (PSP), lo que supone una confianza de la primera autoridad del Estado, para entregar recursos y fortalecer la institucionalidad pública indígena bajo los parámetros de la Constitución Nacional.

Este comentario fue secundado por el Presidente Quenamá y configuraron una sociedad de notables, con el aval del Señor Vargas, en el Ministerio de Bienestar Social. Esta sociedad de autodenominados «demócratas y democratizadores», se constituyó con los señores Marco Murillo (Presidente de la Federación Ecuatoriana de Indígenas Evangélicos, FEINE), Pedro de La Cruz (Presidente de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras, FENOCIN), José Quenamá (Presidente de la CONFENAE) y William Aguabil (Presidente de la CONAICE), éstos dos últimos presidentes de filiales regionales de la CONAIE, y Antonio Vargas. La misión fundamental es de destituir a Marcelino Chumpi para facilitar destruir al CODENPE y crear una nueva figura institucional por medio de un Decreto Ejecutivo, misión cumplida a través del Decreto 1833. Allí toma el mando Marco Murillo, aliado incólume del gobierno de Gutiérrez. Dentro de ese marco, (de tome y daca) utilizaron al Sr. Nelson Chimbo como un títere servil de Antonio Vargas, como así también del Presidente Gutiérrez, inclusive manifestaron que era amazónico, mientras Marcelino Chumpi, era andino(!) y obedecía las ordenes de los dirigentes de la CONAIE y Pachakutik. Según palabras del propio Chimbo, ésta postura fue secundada por el Diputado de Pachakutik de Morona Santiago.

Me pregunto, acaso, ¿Antonio Vargas, impulsó ésta Tesis, en calidad de Presidente de la CONAIE de ese entonces, cuando reclamaba la creación de las entidades públicas indígenas al interior del Estado, que permitan el Desarrollo desde la perspectiva de los indígenas y no ser manipulado por los Gobiernos de turno? La otra pregunta que debemos plantearnos es: ¿Hasta cuándo el gobierno nacional impulsará políticas públicas indígenas, sobre la base de la Constitución ecuatoriana?

b) CASO JOSÉ QUENAMA «PRESIDENTE DE LA CONFENAE»

El negocio corrupto y nefasto más grande que he conocido en el movimiento indígena es lo que sucedió en la asamblea extraordinaria en la CONFENAE:

1. Se conoce extraoficialmente que el Gobierno Nacional, a través del Sr. Vargas entregó US$ 300 mil dólares a la COFENAE con el único propósito de convencer a los dirigentes de las nacionalidades amazónicas que abren paso y dejen explotar el petróleo en sus territorios de asentamiento tradicional. Así, estos fondos están maniatados como Fondos para el Desarrollo Social.

2. A voces secretas se conoce que la CONFENAE, a través del Señor Quenamá, se ha comprometido socializar la explotación petrolera en los territorios indígenas, hacer campaña política para Sociedad Patriótica, y entregar como garantía prendaria la propiedad, las instalaciones de la Organización, a cambio de recibir fondos del Ministerio de Bienestar Social. En consecuencia, los bienes organizacionales estarían embargados. Sobre estos temas los dirigentes y la comisión permanente pertinente del Parlamento Indígena amazónico debe investigar.

3. Los dirigentes de las nacionalidades como Secoya, Siona, Cofán, Huaorani, Kichwa del centro y norte comprometieron (hago excepción a dirigentes/as y líderes/sas kichwa-s que luchan por la reivindicación de sus derechos colectivos) favores a Quenamá (apoyo en la permanencia del cargo de Presidente) a cambio de los 18 mil dólares, que les fue entregado una vez terminado la Asamblea extraordinaria. Con éste tipo de negocios, comentan que hasta los Shiwiar entraron a la troncha.

4. Las acciones del Presidente Quenamá y Aguabil no son transparentes porque no se conoce a ciencia cierta si son funcionarios del Ministerio de Bienestar Social, asesores del Presidente Gutiérrez o asesores del Señor Chimbo, porque el 99% de su tiempo no se encuentra en las oficinas de su organización, sino en el Ministerio de Bienestar Social o el actual CODENPE, en la ciudad de Quito, buscando «plata para su organización».

El frente Murillo-De la Cruz-Quenamá-Aguabil está operando como una «Trituradora Gutiérrez» en contra de la CONAIE, es decir: abandonado y hasta vendiendo los avances constitucionales de la gran mayoría de las nacionalidades y pueblos del Ecuador, haciendo prevalecer intereses gremiales y religiosos dentro de las nacionalidades y pueblos indígenas que evidentemente son más fáciles a manejar por parte de los gobiernos.

¿SON INDÍGENAS O NO?

Un compañero estudiante de la Universidad Salesiana, Santiago Utitiaj, me hizo el siguiente comentario: «Una cosa es vestirse de indígena que ser indígena, pensar como indígena que vivir como indígena, ser miembro de la organización que luchar con las propuestas históricas y políticas del Pueblo o la Nacionalidad.»

Así, por ejemplo, no es lo mismo ser indígena que ser indígena evangélico o ser indígena campesino. Porque en el primer caso, se viste de indígena pero es colonizado por una mente ajena, cumpliendo así la misión de dividirás y reinarás para los poderes pasados y actuales. En el segundo caso, vive como indígena pero su ideología no es indígena, tampoco sus acciones políticas responden al proceso histórico del movimiento indígena, sino a la filiación partidista o sectaria. Así, la «fe» de ideologías y religiones ajenas se constituye en el instrumento político insoslayable de la división y destrucción de lo indígena al interior del propio movimiento indígena.

¿HACIA DONDE VAMOS CON LA CONAIE DEBILITADA?

Cuando el río suena, piedras trae. Según, comentarios de Rafael Pandam, (actual Vicepresidente de la CONFENAE), el Presidente Lucio Gutiérrez, «se ha propuesto controlar al movimiento indígena». Por esta razón, «está realizando todo el esfuerzo tanto político y económico para nombrar Presidente de la CONAIE, que más o menos haga las funciones de Vargas, Quenamá y Aguabil».

¿Cómo va lograr este anhelo el Presidente de la República?¿ Es que aplicará la misma estrategia política, ejecutada en la Asamblea extraordinaria de la CONFENAE, en el congreso de la CONAIE, que se llevará a cabo en los próximos meses? El Presidente de la República, ha apostado taxativamente, «les guste o no a los Indígenas pertenecientes a la CONAIE, el próximo Presidente será, el Señor José Quenamá o alguna otra persona que responda a los lineamientos de Gobernabilidad y estabilidad del gobierno de Gutiérrez.»

En consecuencia, cabe algunas preguntas: ¿La dirigencia de base estará corrupta o corrompida su conciencia histórica, para dejarse comprar o convencer por unos cuantos centavos del dólar, a cambio de abandonar la lucha del movimiento indígena a través de José Quenamá?¿Será tanto la audacia del plan internacional para desmovilizar el vertiginoso crecimiento del movimiento indígena en América y el mundo? ¿Quienes son o quién están detrás de ésta conspiración indígena en el Ecuador para amordazar a la CONAIE, como lo hacen con el periodismo nacional coartando el espacio de la LIBERTAD DE OPINION?

Es hora de reflexionar con mucha responsabilidad, profundidad, frialdad sobre el contenido de nuestras acciones y compromisos políticos, para retomar, reorientar el proceso de lucha del movimiento indígena, con el único propósito de fortalecer la Democracia, inyectando más Democracia; generar estabilidad de un gobierno de turno, traduciéndose en más Gobernabilidad, y la redefinición de la institucionalidad del estado Ecuatoriano, como espacios de participación ciudadana.

Por esto y por todo el proceso que estamos conviviendo en lo coyuntural, termino manifestando que, «Equivocarse es de humanos. La diferencia esta en la magnitud; los dirigentes pueden y deben equivocarse, están en su derecho, pero no hay derecho, pretender asaltar a la organización por un interés personalizado y mancillar el proceso histórico con manos corruptas, por más pequeñas éstas sean.» Además, «Lo que me preocupa en lo personal, no es el hecho que sean dirigentes indígenas, sino el cambio de actitud y de opinión como dirigentes frente una realidad, eso demuestra que no son ni han sido lideres sino han solapado un espejismo de liderazgo indígena en la buena ‘fe’ de los seguidores.»

Notas

* Ex Secretario Ejecutivo del CODENPE; miembro de base de la Federación Interprovincial de Centros Shuar, FICSH.


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