Boletín No 38

ICCI

Editorial

El proceso electoral ecuatoriano


El actual proceso electoral, como los anteriores, se lo realizará en medio de una profunda crisis de nuestro país, crisis expresada en una abultada deuda externa, con un alto índice de desempleo, con más del 80% de pobreza y 30% de miseria extrema, con una dolarización que no ha estabilizado los precios ni ha detenido la inflación, sino todo lo contrario ha encarecido la vida y la canasta familiar, todo esto se contradice con el optimismo del gobierno Noboa, que en su informe al país dijo que nuestra economía ha crecido en más de tres puntos, lo cierto es que en la práctica concreta hay mayor concentración de riqueza en pocas familias y menor distribución de la misma en los sectores pobres. Igual cosa sucede en el área política, ha quedado muy claro, que la actividad política y lo político no se reducen a las acciones del Estado ni a la de los partidos políticos tradicionales, todo lo contrario, se ha evidenciado que la peor manera de hacer política y de cómo no se debe hacer política, esta presente en los partidos políticos, especialmente, en los partidos de derecha, los mismos que han perdido todo tipo de credibilidad y legitimidad en la sociedad civil y en las comunidades, dado sus antecedentes de corrupción a gran escala, de inmoralidad e impunidad de la que gozan, es decir, la sociedad ha sido testigo de que estos partidos políticos, muchas veces funcionan como agentes de empresas nacionales y transnacionales y de negociados particulares, sin ningún tipo de representación social y política real, en fin, en términos generales se puede decir que la pobreza, corrupción, migración, violencia, desnutrición, endeudamiento, y deslegitimización de los típicos candidatos, están como telón de fondo de este proceso electoral.

Ahora, cómo se perfila la coyuntura política en medio de esta crisis? Al respecto, tal como van las cosas, la ID, el PSC, Patria Solidaria, han ratificado a sus líderes de siempre, esto es al Dr. R. Borja, al Ing. L. Febres Cordero, y al Dr. O. Hurtado respectivamente. Qué demuestra este hecho? Por un lado, nos dice que los partidos políticos de derecha van a seguir en un continuismo político y social, nos hace pensar que estos partidos quieren seguir controlando y gobernando el país indefinidamente, que no quieren abandonar los intereses de la burguesía y de la oligarquía ecuatoriana, sino que quieren seguir gobernando para sus grupos de interés, para lo cual pondrán en juego todo su maquinaria electoral, desde el poder económico, el montaje de una infraestructura con fines electorales, la compra y el acceso a los medios de comunicación para desatar toda una influencia ideológica, caracterizada por las viejas consignas vacías de pan, techo y empleo, o de libertad social y liberalismo económico, hasta el armaje de negociados pre-electorales que serán pagados con los dineros del pueblo o se armaran las redes clientelares y paternalistas de siempre, especialmente con las masas desorganizadas, necesitadas e ideologizadas fácilmente.

Sin duda, que estos partidos políticos, si es que llegan al poder, irán a confirmar y a continuar con el proyecto neoliberal, gobernarán para defender los intereses de los grandes empresarios, de los banqueros y de los principales exportadores de productos, serán aliados ciegos del capital internacional y de sus organismos financieros y defenderán la democracia formal imperante como la máxima expresión de la libertad…de sus intereses, es decir, continuarán y acelerarán las privatizaciones, mantendrán el esquema de la dolarización, la reforma fiscal del Estado, en esto, no habrá mayor diferencia entre estos sectores de derecha, solo serán diferencias de estilo y de mecanismos, pero el resultado al final será el mismo.

En cambio, los partidos autodenominados de izquierda como el MPD y el PSE-FADI, si bien tienen un discurso de cambio social y estructural, en la práctica concreta, también presentan graves problemas al interior de su organización y para el resto de la sociedad. En el caso del PSE, prácticamente, desde la caída del muro de Berlín, han caído con él sus principales principios, cuadros y su organización, casi no disponen de unas bases activas, funcionando y trabajando en la mística socialista y en el horizonte de una nueva sociedad, siguen sus viejos cuadros con un discurso desgastado sin mayor incidencia social y con falta de representación política. En el caso del MPD, si bien conservan a los educadores como el pilar de sus bases, siguen en una línea política que a veces ha caído en el dogmatismo. En estas condiciones, qué posibilidades tienen estos partidos políticos de llegar al poder, más aún cuando pesa sobre ellos la advertencia de desaparición, si es que no llegan al 5% de representación social? Es casi una certeza el afirmar que para estos partidos el acceso al poder central es casi imposible, lo que les resta en este tiempo es trabajar desde una profunda autocrítica que conlleve a fortalecer sus organizaciones para de esta manera mantenerse en vigencia y no desaparecer del escenario electoral.

En cuanto a los Movimientos Sociales, estos han ido abriendo otros espacios de participación política y de formas de entender y practicar la democracia, si bien a su interior también hay problemas políticos, en base a sus acciones ha quedado demostrado que se puede ir construyendo procesos de unidad en base a acuerdos políticos y sociales a largo y a corto plazo y en función de ir construyendo una nueva sociedad, no necesariamente desde el poder central, sino desde los mismos poderes locales, tal es la propuesta del Movimiento Pachakutik, cuya desafío histórico es la construcción gradual y constante del Estado Plurinacional y de la sociedad multicultural, en este sentido la lucha electoral que se avecina por captar la presidencia de la república, más que el fin último, es un medio y una estrategia posible que tendrá que ser analizada y evaluada en su debido tiempo y en los espacios respectivos.

En medio de este proceso electoral cómo se puede entender el comportamiento político del Movimiento Indígena y en particular de Pachakutik? Cuáles han sido sus acciones concretas? Podemos decir, que actualmente, en el Movimiento indígena han surgido varias tendencias. Una línea etnopopulista impulsada por la CONFENIAE , aliada con los indígenas evangélicos de la FEINE y dispuesta a negociar con todos los sectores sociales que quieran formar parte del Frente Futuro Ecuador y respaldar la candidatura de Antonio Vargas. Esta tendencia es una de las controversias dentro del Movimiento Indígena, pues su candidatura se halla fuera de Pachakutik y fuera de la CONAIE, pese a las presiones constantes que ha realizado su candidato, especialmente al presidente de la CONAIE L. Iza, para ser auspiciado como el único candidato a la presidencia de la república por el Movimiento Indígena; otro de los problemas que ha logrado conseguir esta candidatura es dividir, desorientar y confundir a varios compañeros de las organizaciones, que por falta de información todavía siguen creyendo que A. Vargas forma parte de la CONAIE. En el campo político esta tendencia cree en la toma del poder central y pretende desde ahí, llevar adelante reformas políticas y sociales en favor del M. Indígena. Ya en el campo electoral, las cuentas no le son favorables y su capacidad de alianzas parece sumamente reducido con los sectores de izquierda y movimientos sociales.

Pachakutik, que fue creado por la CONAIE, luego de su Consejo Político decidió postular al Ec. Auki Tituaña como pre-candidato a la presidencia de la república con el apoyo de más de 13 provincias. La propuesta de Pachakutik es construir un programa de gobierno consensuado y definir ciertas alianzas del centro a la izquierda con el fin de seguir adelante con su estrategia y objetivos políticos.

Pero frente a estas dos candidaturas, el Ecuarunari en base a un análisis político realizado en la asamblea de Baños , resolvió no participar con candidatos propios por varias razones de orden político organizativo; posteriormente la CONAIE, luego de muchos titubeos, resolvió no apoyar a ningún candidato indígena a la presidencia de la república. Frente a esto, que soluciones se han planteado? Por un lado, está claro que la candidatura de A. Vargas no pertenece a la CONAIE, ni a Pachakutik, sino a los Amawta Jatari – FEINE. Por otro lado, Pachakutik, tiene su relativa autonomía y sus propias instancias en la que se seguirá tratando el tema electoral y su posición política.

Pero, que demuestran estos hechos al interior del Movimiento Indígena? Es una crisis actual de representatividad y legitimidad política que vive la CONAIE? Acaso hay una falta de conducción y liderazgo político dentro de la CONAIE ? O es porque se viene dando una práctica política al interior del movimiento indígena, caracterizada por reproducir las formas y los contenidos de los partidos políticos tradicionales, tanto en sus estrategias de negociación y de participación dentro del institucionalismo y de falsos liderazgos?

Ahora, en este proceso electoral, es posible que los Movimientos Sociales y los partidos políticos de izquierda entren en un proceso de alianzas? O es que se va a repetir la historia de discutir y acordar programas de gobierno y luego imponer candidaturas? Para superar esta práctica, cuáles deberían ser las condiciones sociales y políticas para llegar a establecer consensos y no solo simples acuerdos que en poco tiempo se vuelven estériles y no conducen a nada?

Frente a esto, son los mismos actores y sujetos políticos los que tienen que ir construyendo el proceso de unidad popular, para lo cual, antes y de modo general se hace indispensable no partir de una práctica oportunista viciada de dogmas y supuestos que aparecen al calor de los intereses electorales, se hace necesario también, deponer una práctica política doméstica atrapada en la burocracia y en el institucionalismo, es decir, hace falta replantearse los procesos organizativos de cada sector, el propio proceso político de unidad que requiere esta sociedad, las demandas más urgentes de los sectores explotados y considerar que las verdaderas alianzas no se llevan a cabo con personas, grupos y dirigentes improvisados y deslegitimados por las bases y por la sociedad en general, sino con las bases de cada uno de los Movimientos Sociales o de los partidos políticos en cuestión, caso contrario, como siempre, será la derecha la que siga gobernando el país mientras el pueblo y sus representantes se pongan de acuerdo.


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Participación indigena en procesos electorales

José María Cabascango


En el cuarto congreso de la CONAIE que se desarrollo a finales de 1993 en Puyo – Pastaza se resolvió participar en el proceso electoral, en una forma directa sin intermediación de Partidos Políticos tradicionales tomando en cuenta las experiencia de las circunscripciones Electorales Indígenas de Colombia ; seguidamente 1994 el Gobierno Sixto Durán Ballén convoca a la Consulta Popular en donde se plantea la participación de los Movimientos y Candidatos Independientes en Procesos Electorales y luego se traduce en Reforma Constitucional aprobado por el Congreso Nacional, de ahí es que el Movimiento Indígena en 1995 se discute la conveniencia o no de la participación Política Electoral, existiendo pugnas y desacuerdos internos entre las organizaciones de la Amazonía y de la Sierra.

Desde la Amazonía se planteaba con fuerza acelerar el proceso de participación electoral a nivel nacional con candidatos propios y constituir el Movimiento Político Pachakutik, desde la Sierra se planteaba la necesidad de mayor debate y discusión a nivel de nuestra organizaciones, por lo tanto la no participación a nivel nacional con candidatos propios, más bien fortalecer la participación local con el principio de la construcción del Estado Plurinacional, de la misma forma fortalecer las Alianzas con otros Sectores Sociales a fines al Proyecto Político del Movimiento Indígena, después de este largo tiempo de debate al final se llegó a conformar el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik Nuevo País, MUPP-NP, de la misma forma participar a nivel nacional fortaleciendo la Alianza con la ID y PS-FA.

Desde 1996 el movimiento indígena viene participando en procesos electorales que ha generado una serie de experiencias positivas y negativas con respecto a la consolidación del Proyecto Político de la CONAIE. Si miramos los resultados electorales y el porcentaje y la representación de las autoridades que hemos alcanzado a nivel nacional es en una forma creciente que va de menos a más.

En las elecciones del 2000 logramos obtener la representación de 5 Prefecturas, 27 Alcaldías, 13 Consejerías , 87 Concejalías, 146 Junta Parroquiales de un total de 460 Miembros a nivel nacional y obtuvimos 264.278 votos a nivel del país que significa 4.40 % y estamos ubicados en el sexto lugar con este porcentaje antes mencionado.

Por otra parte en la realidad, el comportamiento electoral del movimiento indígena no es estable y disciplinado, si recurrimos a todos los procesos electorales que venimos participando desde 1996 nuestros candidatos del movimiento Pachakutik ganaron las elecciones con el apoyo mayoritario del sector urbano.

Es importante analizar a manera de evaluación el comportamiento y el compromiso de nuestras autoridades que alcanzaron el espacio en el poder público por elección popular, existen experiencias positivas para el avance del proyecto político del movimiento, como es el caso del Municipio de Cotacachi a través de la gestión del compañero Alcalde Auki Tituaña , este ejemplo a sido reconocido e nivel nacional e internacional principalmente por la participación decidida de toda la sociedad Cotacacheña en la gestión Municipal, podemos mencionar también que existan ejemplos de otros Municipios como es el de Guamote de la Provincia de Chimborazo, Saquisilí en la Provincia de Cotopaxi, últimamente la gestión del compañero Arturo Yumbay en el Cantón Guaranda en la Provincia de Bolívar. De la misma forma hay que rescatar la gestión decidida que están realizando los Prefectos Provinciales de nuestro movimiento y el Bloque Parlamentario que ha sabido canalizar las propuestas de el movimiento indígena, y de toda la sociedad en general en el trabajo legislativo y Fiscalizador en el Congreso Nacional

 

Lamentablemente existen aspectos negativos en las gestiones de nuestra autoridades, en este periodo el bloque parlamentario perdió dos Diputados y no se logro aplicar el código de ético del Congreso Nacional, así también existen autoridades de carácter seccional que no están cumpliendo con los principios éticos de nuestro movimiento, como es el AMA LLULLA, AMA KILLA, AMA SHUA, existen denuncias que ciertas autoridades que están respondiendo a otros lineamientos políticos partidistas y que han caído en el mal de la corrupción.

Del balance de las gestiones de nuestra autoridades en general, considero que hemos avanzado y se ha logrado obtener experiencias en el sector público, de la misma forma se ha redireccionado a las instituciones que anteriormente estaban en manos de los Políticos Tradicionales y Corruptos, principalmente con contadas excepciones, nuestras autoridades han respetado los principios Eticos, Políticos e Ideológicos del Movimiento.

En esta vez nos hace pensar de que estamos confundidos en el proceso electoral , porque si tomamos en cuenta cuál es nuestra fuerza electoral a nivel del país y l cuál es la experiencia y capacidad que tenemos para gobernar el Estado Ecuatoriano a favor de los pobres, no se debe aspirar a captar el poder central con candidatos Presidenciales del Movimiento Indígena; esta posición y estrategia contradice con los objetivos y principios que la CONAIE y PACHAKUTIK históricamente a planteado al conjunto de la sociedad ecuatoriana.


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Una reflexion sobre el pensamiento andino desde Heidegger

Sisa Pacari Vacacela


El proceso incontenible de fragmentación del mundo, de la vida y de la experiencia humana en los actuales momentos ha afectado la concepción privilegiada de una cultura dominante que revela una crisis, que es de identidad. No se puede concebir ya una sola cultura como modelo, como se venía manteniendo durante siglos y bajo estos justificativos se niega, se humilla y se mata. No hay razones valederas para seguir considerando a la cultura indígena, como inferior, menor de edad, primitivos. Si consideramos que «mundo» se refiere al mundo de la cultura, donde nosotros habitamos y existimos como seres humanos, todo ser humano estructura su pensar, su ser y su hacer desde dos elementos sustanciales: el ethos y la visión del mundo. Entonces en toda mentalidad de los seres humanos coexisten el logos y el mito.

Antes de que aparecieran los pueblos invasores y fundadores de una organización social, política y económica dependiente de occidente, en el Abya Yala ya existieron hombres de una gran civilización y cultura que desarrollaron un pensamiento propio de ver e interpretar el mundo.

En la posmodernidad, la crítica del arte actualmente está registrando en sus anales, que miles de años antes de la Grecia artística que produjo obras por siglos admirados en sus mármoles divinos, ya existió otra Grecia más admirable y civilizada (1)

Sin embargo la filosofía occidental céntrica todo lo que no respondía al arquetipo griego occidental ha negado siempre considerando bárbaro, primitivo o pre moderno. Los veredictos de Hegel y Heidegger de que la filosofía es esencialmente griega «se dirigen a la pretensión universalista de sus filosofías»(2) como un privilegio. La convicción de que la filosofía es griega (Heidegger) refleja un complejo de superioridad de la racionalidad occidental con respecto a otras formas de racionalidad.

La supremacía cultural de occidente vive dialécticamente de su reconocimiento por las culturas inferiores. La alienación cultural filosófica del hombre del Abya Yala es la otra cara de la medalla de la superculuralidad. Afectados por este pensamiento, el poblador tercermundista, en su complejo de inferioridad y el afán de pensar y actuar como europeo, reafirma y consolida el complejo de superioridad occidental. Esta concepción monocultural de occidente se vuelve supra-cultural y se convierte en universalidad. La supra-culturalidad no solamente es una abstracción dentro de una determinada cultura, sino que es la ideologización de una determinada (mono) cultura. (3)

La tradición occidental se auto declara como única filosofía y todo lo demás, o bien es «aufgehoben», negado, conservado en esta tradición; o bien es excluido definitivamente. Estas dos estrategias de occidente revelan que lo «otro» o bien sufre la absorción total incorporándose al modelo dominante (aculturación, imitación) o bien sufre la exclusión total. De esta misma concepción dominante se deriva que no pueden existir filosofías africanas o indígenas por lo que tenía que negarla. No podía aceptar que otras filosofías puedan alternar con ella y por eso los declaraba solamente como pensamiento religioso exótico y rebajándolas a pura cosmovisiones y pensamiento mito -mórfico /4). La concepción occidental super cultural de filosofía solo puede reconocer como filosofía las expresiones del pensamiento humano que «imitan la manera occidental» (5).

Por tanto, la filosofía producida por la concepción occidental, en la época moderna, es una de las muchas formas de concebir el mundo de las múltiples expresiones filosóficas existentes en la historia y en el espacio pero de ninguna manera es la única ni la más verdadera o canónica.

La concepción posmoderna incluye otras formas de conceptualización del mundo y de representación simbólica. El lenguaje filosófico es un mosaico de evento multimedial, interdisciplinario y grupal con lo que permite la apertura a expresiones filosóficas de culturas extra y pre-occidentales. Solo en este plano es posible hablar de la existencia de una filosofía andina.

Tomando la tesis del esencialismo occidental desde Parménides hasta Heidegger, que la filosofía no se encarna en una cierta cultura como una entidad trascendente que queda idéntica e inafectada por la relación filosofía-cultura, sino que son dialécticamente entrelazados. Es decir, la filosofía es un fenómeno cultural que no se agota en una determinada cultura, podemos tratar de entender que las culturas del Abya Yala también tuvieron una gran filosofía, que posiblemente estuvo escrito en nuestro sistema de escritura, los kipus y tokapus, que fueron sistemas grafológicos muy sofisticados y altamente codificados, lo cual exige pensar en términos similares como la de los griegos, egipcios y chinos, desgraciadamente por no concordar con el abecedario latino fueron desconocidos y quemados.

Al hablar de la filosofía del Abya Yala tenemos que tomar en cuenta un conjunto de prácticas, normas, valores, creencias, estructura socio cognitivas y lógicas propias. Este concepto desprendido de la connotación racista evoca la idea de una civilización El espacio geográfico y topográfico de los Andes es fundamental para la elaboración de un pensamiento filosófico propio. La precariedad de la tierra, la dialéctica entre arriba/abajo y la ciclicidad del tiempo, de la época de las lluvias y sequías tienen un rol importante en la vivencia cultural de los pobladores del área andina.

La cosmovisión andina nos introduce al universo cultural, a un mundo de significaciones explicados desde una imagen del mundo, en ese mundo cultural donde existen seres humanos también. En esa imagen hay componentes de sacralización de la naturaleza y productos rituales mágico -utilitarios que vienen a ser símbolos y prácticas de nuestra filosofía. En el plano mágico -utilitario están las creencias en las «huacas» y la búsqueda de seres sobrenaturales para que cumplan un beneficio.

Si Heidegger sostiene que los visible se sustenta en lo invisible y aquello que es visible le permite ser invisible. La huaca como ente es invisible porque tiene existencia en el pensamiento indígena pero no puede ser mostrado. El ser de la huaca es en sentido pleno energía y poder que vigoriza y equilibra (materialidad) a los seres humanos de esa realidad mediante seres antropomórficos (visible), esa es su expresión. Las acciones y acontecimientos (ereinis) son explicados por la existencia de un ser sobrenatural (invisible) y en el momento de beneficiar a los seres humanos se vuelve visible. Las fuentes para la filosofía indígena son las experiencias concretas vividas por el pueblo andino dentro de ciertos parámetros espacio – temporales. No es una filosofía de segundo orden que se basa en textos filosóficos ya escritos. Nuestra filosofía es una experiencia vivencial de este mundo. La experiencia vivencial (Erlebnis) más que con la razón tiene que ver con los sentimientos y emociones, es un arraigamiento subconsciente del hombre, como el In-der-Welt-Sein de Heidegger. (6).

Nuestra filosofía no es logo céntrico, ni grafo céntrico, la forma predilecta es el rito, el orden visible, la sensitividad, el arte. Si el hombre occidental piensa en palabras, el hombre indígena piensa en símbolos, actos y ritos. Por tanto, la fuente y el punto principal de referencia hermeneútica para la filosofía andina es la experiencia vivencial del pueblo andino y su interpretación implícita del cosmos en sus múltiples aspectos. Para el hombre indígena, «la realidad» está presente en forma simbólica y no tanto representativa o conceptual. Porque el primer afán no es la adquisición de un «conocimiento» teórico y abstractivo del mundo que le rodea, sino la inserción mítica y la representación cúltica y ceremonial simbólica de la misma. La realidad se «revela» en la celebración de la misma realidad. La celebración del culto, del rito no es menos real que la realidad misma que aquella hace presente, sino más bien al revés: en el celebrativo, la realidad se hace más intensa y concentrada, el símbolo es la representación de la realidad (7)

 

En Heidegger es importante la estructura lingüística y sus giros, es decir el símbolo predilecto es la «palabra» y el concepto, haciendo que la realidad sea lógica inteligible y leíble, la palabra es un bien peligroso por excelencia y porque en ese mundo hay seres humanos y que en el momento de nombrar las cosas se muestra nuestra existencia. Para nosotros, los indígenas, en sí, no es lógica ni lingüística sino simbólicamente presente.

La ontología del ser de Heidegger como individuo, se contrapone en la filosofía indígena en donde es el «todo», es decir toda una red de vínculos y nexos de todo lo que existe. El ser en el mundo indígena es el ser -relacionado, que vendría a ser una inter-ontología.

En la filosofía indígena no se concibe la progresividad, ni la unidireccionalidad de la historia y del proceso cósmico en sentido contradictorio sino en forma cíclica, por ello el paradigma filosófico andino acerca de la naturaleza del «tiempo» es muy distinto. En nuestra concepción el tiempo es circular, inicio y fin, que es posible trasladarlo también al concepto de vida- muerte como realidades complementarias y no antagónicas, es decir donde hay muerte (fin de algo) ahí mismo hay nacimiento-vida (inicio de algo). En este paradigma del tiempo introducimos el concepto «pacha» que significa «tiempo y espacio». El espacio-cosmos o pacha es una red interconectada de relaciones espacio-temporales. Por eso el tiempo andino está estrechamente vinculado a los fenómenos pachasóficos de tipo astronómico y ecosófico (8)

En Heidegger el «Tiempo no es uniforme y homogéneo, el tiempo es un movimiento eterno, avanza desde un punto inicial hasta un supuesto punto final. El tiempo progresa y con él el mundo tempora-lizado. En el mundo indígena, el hombre vive en el tiempo, tal como vive en el espacjo. El tiempo es como la respiración, el latido cardíaco. El tiempo es relacionalidad cósmica co-presente con el espacio. (9). Las categorías temporales no son pasado ni futuro sino el aquí , el ahora, el kunan, o kunan pacha, acontecimiento que ya está presente vivencialmente. «El indígena es en lo que «está siendo». El «estar del mundo indígena es el tiempo y el espacio como circunstancia que se da» (10). El orden cósmico cada mañana renace después de un tiempo precario, en el que la noche es una transición o puente. En el vocablo «Ñaupapacha» están futuro y pasado. El futuro no es algo que viene delante y el pasado como algo que está atrás De lo que se deduce que el tiempo en el pensamiento indígena no es unidireccional de pasado a futuro, sino multidireccional o bidireciconal. El futuro está atrás y el pasado adelante y viceversa. La época «moderna» en este sentido es sólo un período transitorio, un «kutiy», una vuelta, a un punto antes de su comienzo. En el «ir y devenir» pasa del descenso al ascenso, de la crisis al equilibrio que le brinda la profunda vinculación con la naturaleza, en el ritual y el pago, cumpliendo su misión de establecer los equilibrios cósmicos. El indígena existe en una realidad que «está siendo así», es decir, siempre nueva y creciente, en el continuo movimiento cíclico de la naturaleza y de su mundo cultural. En el cual tiempo y espacio son subjetivas en cuanto se refieren a un hábitat vital, en donde el tiempo y el espacio se funden en el hecho puro de vivir «aquí y «ahora» (11).

En el mundo indígena se podría distinguir dos tiempos: el tiempo de la naturaleza y el tiempo sagrado o mítico, este último tiene mayor profundidad y es el que se reactualiza siempre mediante acciones cúlticas de ritos y ceremonias en su vinculación profunda con la naturaleza. Por eso cada año no es una sucesión de años sino un renacimiento; el término es el inicio de una nueva vida.

En Heidegger hay el tiempo de la naturaleza y el tiempo del mundo . El tiempo es algo en el que se puede fijar «un punto que es un ahora». Y en relación de dos puntos temporales se puede decir que uno es anterior y otro es posterior. Cada punto o cada ahora «es el posible antes de un después; y como después, es el después de un antes». El tiempo es equiparable al ser -ahí (el ente en su ser como vida humana) . Este ser ahí puede presentar la modalidad del ser futuro en la anticipación del seguro pero también una forma pasada, indeterminada de haber sido. En ese posible encaminarse al pasado y futuro está propiamente el tiempo. De ahí que Heidegger dice que «el ser -ahí es el tiempo», es temporal (12). La temporalidad «es esencial para el ser: El ser es el tiempo». Pero un tiempo originario que es distinto del tiempo mundanizado de la vida cotidiana, trivial, que es sucesión de pasado, presente y futuro. El tiempo originario es, en cambio, compenetración de los tres tiempos en uno solo, en una gravitación de futuro .(13) El tiempo presente «es como aplastado por el pasado y el futuro» y en esta temporalidad el yo debe estar fuera de sí, «de no ser él mismo: solicitado por el presente, condicionado por el pasado y preocupado por el futuro» (14).

En consecuencia, se puede concluir que, el mundo indígena no es solamente la naturaleza inerte sino todo lo que afecta al hombre, todo aquello que le da vida y le transforma; lo contrario es el caos, es decir lo «otro». Cuando nosotros reactualizamos el pasado «aquí y ahora» no es que pretendemos repetir una historia y un tiempo, sino comprender cotidianamente como un futuro, en el sentido de que va pasando de un horizonte a otro y va creciendo y transformándose, mediante un hermenéutica existencial visto adelante y atrás se hace presente un pasado y un futuro como proyecto.

El dasein ( ser existente) en el mundo indígena más que » ser-en el- mundo,» existencia, es «estar – en el- mundo» está junto a, en compañía de una colectividad, de un grupo social, en una determinada situación con capacidad de entender, dialogar y ejecutar sus propias posibilidades en un tiempo y espacio circular. Su existencia se halla siempre en un punto del aquí, presente pero con una anticipación hacia el futuro, como fuente de posibilidades de sobrevivencia, toda la actividad y energía diaria se concentra en el futuro, nos proyectamos hacia delante y desde esta perspectiva volvemos al pasado una y otra vez mediante la conciencia vivencial para retomar fuerza, energía, los proyectos no realizados, las cosas buenas que darán nuestra verdadera existencia. De ahí que, la categoría «ñaupa pacha» es una gravitación de pasado y futuro. En este sentido en nuestra cosmovisión todas los hechos son pensados y realizados hacia un futuro. Para mi forma de entender, la filosofía indígena tiene fundamentos que coinciden con los cuestionamientos y planteamientos de Heidegger que pese a no ser escritos fueron practicados y vividos por los amautas del Abya Yala. La adoración ritual al sol, a la luna, a la pacha mama , no es al objeto en sí, sino a algo que está tras ellos, a la energía invisible, a la inminencia que no puede ser mostrado pero que es el origen que crea al sol, que permite existir en el caso de pacha mama, pero no es el objeto tierra sino un conjunto de samay, nunas (aliento, energías, vida). La captación y aprehensión de ese algo fue posible al trabajo filosófico de los amautas y yachacs. En igual sentido, al hablar de la curación, el yachac es el único que puede ver y hacer visible el desequilibrio energético y cósmico, invisible para el enfermo.

Por tanto, no es el testimonio escrito lo que siempre se debe exigir, sino que en la naturaleza, en las capas terrestres y hasta en las convulsiones volcánicas se han de rastrear los datos de la vida de una cultura. Para partiendo de ahí aceptar las diversas formas de expresiones filosóficas existentes y no endiosar el pensamiento europeo como único modelo.


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