Boletín No 29

ICCI

Editorial

Crisis de evaluación en tiempos de globalización


Todos festejamos eufóricos los beneficios y las bondades del mundo de la globalización que hoy vivimos, atravesamos una de las etapas históricas más significativas de la humanidad, describimos casi la totalidad de sus aciertos, es reiterativo las cualidades del crecimiento económico, se proclama el exitoso progreso de la sociedad. La humanidad experimenta una revolución tecnológica basada en la comunicación, la informática y la automatización, se implementa el esquema fundamental de una economía global sin restricciones. El ejercicio de la actividad humana está basado en la ideología de la competitividad y la eficiencia, en tanto, se afirma que, las relaciones laborales han mejorado sustancialmente y por supuesto se ha incrementado la economía de consumo, a partir de un diseño perfecto de la comunicacion dirigido al afianzamiento del comercio, con lo cual, las condiciones de vida de la población son excelentes.

Pues, esta es la lógica que ubicamos en la concepción y el comportamiento de los diferentes ámbitos de interés y esferas institucionales, nuestra sociedad vive la mejor época en sus oportunidades, son los momentos de la gran bonanza, gracias a la emergencia de una economía globalizada y a la apertura de un mercado común.

Quizá la euforia del éxito del modelo, el interés en la afirmación ideológica del proceso de globalización nos han ubicado en la situación de sociedades receptoras, sobredimensionado conceptual y artificialmente los beneficios del modelo en vigencia. Por tanto, es necesario configurarlo en su verdadera dimensión, examinar con profundidad el tratamiento, que no sólo se ha constituído en un tema de actualidad, sino considerado que es un fenómeno planetario que debe ser estudiado y asumido con responsabilidad desde la sociedad en su conjunto.

Desde nuestro criterio, es necesario remitirnos a los resultados de este proceso a partir de las experiencias de los pueblos en las que la aplicación de la fórmula global ha generado consecuencias nefastas en America Latina; y, particulamente en el Ecuador, donde el ensayo aún no ha terminado de implementarse. Se hace cada vez mas urgente desvirtuar el discurso de aplicación, procurando levantar un debate sostenido en los diferentes espacios sociales y populares.

Este proceso, para unos, resulta ser la extensión a todos los rincones del mundo del acceso a la información; para otros, se trata de la articulación de los mercados de bienes y capitales hacia todo el planeta. En tanto, varios tratadistas coinciden en señalar que al festín tienen cabida solamente los sectores de mayor productividad y alta competitividad, en postergación de una gran mayoría de la población, excluído de todos estos “beneficios”, agudizando aún más la brecha de la pobreza entre países, individuos, género, pueblos indígenas, etc. Es decir que, la racionalidad del sistema, se explica, de la manera como está interconectado entre la economía internacional, la economía doméstica de un país y la cotidianidad de las personas. (Para Oscar Ugarteche. Hay una interrelación fuertísima entre lo microeconómico y lo macroeconómico. Globalización y crisis en debate pág. 32 EL DESARROLLO EN LA GLOBALIZACIÓN Editorial: Nueva Sociedad. ILDIS Quito-Ecuador). Con lo que podemos coincidir, que el mundo de la globalización afecta en mayor o menor grado, directa o indirectamente a cada uno de nosotros, material y espiritualmente.

La economía global, se inaugura a fines de la década de los 80s y a inicios de los 90s con el colapso del sistema socialista, el desmoronamiento de la Unión Soviética y la desaparición del socialismo en la Europa del Este, con el derrumbe del muro que dividía los dos mundos. Es allí cuando se afirma y se impone el imperio de la globalización, sin cuestionamiento alguna y es la génesis de la acumulación del capital a escala mundial. Es en el lapso de esta década, cuando se ha desarrollado un mundo unidimensional, parcial, con un enfoque eminentemente economicista y de alta concentración de la riqueza. Este hecho, anula el desarrollo de otras dimensiones del quehacer humano, se propugna entonces, un comportamiento basado en la competencia, una cultura global de consumo, que procura homogenizar la conducta diversa de las culturas locales, con el soporte de un sistema político autoritario que va en función de afianzar el proceso de modernización en marcha.

El proyecto de la modernidad y la expansión del capital de la manera agresiva no tiene contemplación alguna sobre el reconocimiento de la diversidad cultural, por los derechos fundamentales a pervivir y desarrollarse en el marco de la especificidad y la diferencia en un mundo sin fronteras, donde el Estado se ha transformado en Mercado y satélite de intereses foráneos, sin dignidad ni soberanía, bajo la imposición de las compañías multinacionales y los designios de los organismos multinacionales, generando una economía de acumulación, una política de control, cultural y socialmente dominadas por intereses de la “modernidad”. Pero, estas reglas de juego admiten la existencia y la circulación de capitales especulativos, que no se destina para la inversión, que procure la reactivación económica de un país, el desarrollo integral y endógeno de las diferentes identidades locales. Es más se vive una situación de desigualdad, injusticia, inequidad y una veligerante descomposición de valores culturales y humanos.

Pero, en la época de despegue del proceso de globalización, paradójicamente se produce el surgimiento de nuevas formas de resistencia en varias regiones del mundo, en contra de la exclusión en los elementales derechos de la dignidad humana, especialmente pueblos portadores de una heredad cultural histórica, como es el caso de los pueblos cuya identidad y especificidad no son reconocidos por los Estados nacionales. Estas condiciones de adversidad han provocado reacciones también a escala global, es el caso de reacciones sociales en Europa, Oriente Medio, Asia y particularmente los mecanismos de resistencia implementado por los Pueblos Indígenas en varias regiones de América Latina, México, Ecuador, Bolivia y otros que frontalmente han desmostrado a un modelo enajenante y homogenizador. Sin embargo, la resistencia no viene tan sólo desde los pueblos o identidades indígenas, sino provienen de sectores amplios de la sociedad civil a nivel general, como es evidente ante el mundo las grandes movilizaciones a escala mundial como la de Seattle, Washington, Génova, entre otros, en contra de la OMC, FMI, Banco Mundial.

Cabe senalar que esta reacción, particularmente la de los pueblos indígenas, se ha manifestado en términos propositivos, a su vez, esta época ha permitido abrir espacios de reflexión y el surgimiento de nuevas propuestas y alternativas, son espacios que se generan a partir de una lógica distinta desde una convivencia armónica entre la humanidad y la madre naturaleza, desde donde se propugna una economía basada en la solidaridad, en los principios morales, la distribución equitativa de la riqueza, el respeto absoluto a la madre naturaleza, el reconocimiento y el respeto a la diversidad.

Los pueblos indígenas, desde cualquier espacio y ubicación geográfica Indo latino-americana, creemos que la extensión de los beneficios a escala global no puede ser tan sólo la apertura de los mercados y capitales, es importante establecer las condiciones para una internacionalización de la informacion e iniciativas organizacionales, mundialización de la ciudadanía participativa, la conformación de la sociedad civil de carácter planetario, la mundialización de la democracia, la práctica de una sociedad intercultural. Desde esta perspectiva, nuestros pueblos han forjado un nuevo contexto democrático, a partir de la lucha por el reconocimiento a la diversidad cultural, que supere los límites de la estructura actual e incorpore nuevas iniciativas y aportes de las identidades locales y otros sectores de la sociedad civil.

El Movimiento Indígena ecuatoriano, en sus acciones adoptadas como mecanismos de resistencia en el transcurso de los últimos tiempos, comprende una serie de transformaciones cualitativas, tanto en sus formas organizativas, como los cambios fundamentales orientados hacia la sociedad, cuanto la construcción de ejes fundamentales en sus luchas reivindicativas.

En tanto se incorporan nuevas demandas indígenas, fortalecen las acciones y lucha en el proceso de unidad, como se incrementa un elemento cualificador a este proceso, lo que significa el momento mas importante para el movimiento indígena cual es la PROPUESTA DE LA DECADA, la construcción de un Estado PLURINACIONAL y una sociedad INTERCULTURAL, esto marca una diferencia cualitativa con relación a otras luchas de la época contemporánea. La lucha en función de alcanzar del Estado el reconocimiento de su carácter de plurinacional, es porque se reconozca la DIVERSIDAD cultural e histórica y desarrollar una sociedad plural, en el marco del respeto mutuo y por el establecimiento de una verdadera unidad nacional. Es decir, implementar las condiciones necesarias hacia el reencuentro de lo diverso y establecer una convivencia armónica de la UNIDAD EN LA DIVERSIDAD, frente a un Estado autoritario, uninacional, excluyente; y una sociedad ecuatoriana marcadamente prejuiciada, racista e intolerante. La sociedad ecuatoriana se niega a reconocerse en la realidad de su historia y sus formas cotidianas no han contribuído a la construcción de una verdadera identidad nacional.

La plurinacionalidad es el eje estratégico en las que se articulan sus prácticas, sus organizaciones, su orientación en la lucha general en función de la sociedad nacional, entonces, esta lucha también se articula como una lucha política. En estas acciones existen eventos importantes dentro del proceso, la lucha por la reforma Constitucional a través de una Asamblea Constituyente y la Legislación ecuatoriana, la ratificación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo OIT; y, el reconocimiento a la existencia de los derechos colectivos y de los pueblos indigenas, propuestas que se formulan desde la Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE. Estos hechos históricos, son los que constituyen al movimiento indígena del Ecuador, en el actor social fundamental al final del milenio anterior e inicios del presente y a constituirse en el SUJETO POLITICO, con trascendencia determinante en la escena política nacional.

Sin embargo, también es necesario mencionar que la crisis aguda que atraviesa la humanidad, los avances y logros obtenidos desde nuevos sectores y actores sociales, disponen de estudios, cuantificacion de hechos, en esferas inaccesibles a los sectores amplios de la sociedad, esto demuestra que los resultados sólos no contribuyen de ningún modo a superar los graves problemas de la actualidad, parecen ser descripciones numéricas con resultados carentes de una visión y orientación, sin opción a asumir responsabilidades.

Pero los fenómenos y las dinámicas del mundo contemporáneo, nos obligan a hacer una pausa y reinstalar un escenario de mayor reflexión y análisis, en función de responder adecuadamente al proceso, creemos que es menester el impulso en la búsqueda de acuerdos y plantearnos mecanismos y condiciones hacia una evaluación necesaria en un momento altamente vulnerable y trascendental, es urgente una revisión y rediseño de las estrategias y cualificación los resultados. Es necesario desde una perspectiva orgánica de los actores y la sociedad civil, revisar la agenda general de nuestras acciones, frente al modelo, al ajuste estructural, las privatizaciones, en función de establecer una respuesta acertada a la situación cotidiana de la sociedad.

Ante todo, es urgente desde la crítica y la autocrítica encausar un proceso real de evaluación interna en todos los niveles y espacios organizacionales, actores históricos frente al modelo, al sistema y a la crisis general. La tarea de la realización frecuente de balances, es parte fundamental del proceso de lucha, es el ejercicio permanente de una acción transparente hacia lo interno y externo, en el marco de los principios éticos y morales.

En esta perspectiva, el movimiento indígena requiere de una mirada retrospectiva, como es su práctica en la acción cotidiana, en función de perfeccionar cualitativamente los resultados coyunturales y estratégicos, cuya misión es encausar un proyecto social, cultural, económico y político de gran envergadura. Además, la historia del movimiento indígena está atravesada por experiencias de éxitos y fracasos, pero sobre todo momentos de alto riesgo; sin embargo, ha logrado un crecimiento sustancial a finales de la última década, ha experimentado un salto cualitativo en los albores del nuevo milenio. Pero este crecimiento, nos da la lectura de que también ha generado una crisis, por lo que no debemos vacilar en realizar este gran cometido, evaluar la crisis de crecimiento del movimiento indigena.

Existen insumos para una agenda de evaluación general del proceso indígena, no es conveniente las retóricas coyunturales, es necesario enfrentar con rigor nuestras responsabilidades y retos, sobre la base de un proyecto histórico del movimiento indígena, cual ha sido nuestra conducta en cuanto a espacios de reflexión y balances, pero sobre todo el ejercicio del control social, el cumplimiento a las normas establecidas como, las resoluciones, las politicas de alianzas. Es urgente revisar la capacidad de conducción política en el contexto nacional, así como en función de profundizar nuestro debate interno y evitar la dispersión institucional y tendenciales en los espacios que se han forjado hasta aquí. El inicio del nuevo milenio, nos sitúa en la obligacion de actuar en concordancia con las exigencias reales, bajo la sustentación en un posicionamiento y responsabilidades, a enfrentar con firmeza las adversidades del futuro, con el reestablecimiento del verdadero proceso del movimiento indígena, en base a su posición ideológica que históricamente ha sido la columna vertebral en su estrategia de lucha.


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Género y sustentabilidad: nuevos conceptos para el Movimiento indígena

Lourdes Tibán Guala


0. Introducción

En esta última década dentro de los discursos de la globalización han ido apareciendo nuevos conceptos como género y sustentabilidad, que no solo han quedado en el vocabulario de las instituciones, políticos o de los intelectuales contemporáneos; sino más bien, ha pasado ha ser un vocabulario común y corriente en los discursos de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador.

Con el tema “Género y Sustentabilidad: nuevos conceptos para el movimiento indígena”, trato de realizar un acercamiento a los conceptos de género y sustentabilidad, para luego entender cómo está percibido estos conceptos por el movimiento indígena y si estos términos han ido o no más allá de la teoría. Finalmente hago referencia a un tema muy cuestionado como es, la relación de la pobreza con la degradación ambiental, que muchas veces ha sido una justificación para atacar o culpar al indígena de la crisis ambiental en el mundo, a sabiendas de que los países ricos no hacen más que victimizar a los países pobres y echar cargo a que solucionen el problema, mientras ellos siguen terminando con el ecosistema a pretexto del crecimiento económico o desarrollo sustentable como esta concebido desde algunas visiones que en este trabajo se señala.

1.Conceptualizaciónde términos

Los términos: género y desarrollo sustentable en esta ultima década han sido muy utilizados en el lenguaje de algunas ONGs que auspician proyectos de desarrollo de genero y de instituciones ecologistas y ambientalistas en el caso del desarrollo sustentable. Con el fin de comprender mejor el presente tema es necesario llegar a un acercamiento a la definición de estos dos conceptos que ha entrado en juego dentro de los pueblos y nacionalidades indígenas.

a). Género

Género “es una categoría dinámica que permite analizar la relación varón – mujer, varón – varón, mujer – mujer»( Rodríguez 1993:44).

Sonia Montesino (1996) enfatiza que género se refiere a las diferencias y relaciones construidas socialmente entre hombres y mujeres que varían por situación y contexto.

Desde estas definiciones podemos determinar que género no es sinónimo de mujer como equívocamente se concibe. Muchas veces se ha visto que se inicia hablando de género y se termina hablando de mujer. Se puede entender que, hablar de género es evitar simplificaciones sobre hombres y mujeres; es el entendimiento de cómo las diferencias históricos, culturales, socio-económicos, afectan en las relaciones entre hombres y mujeres en los diferentes pueblos sean indígenas o no indígenas.

En el estricto sentido de la palabra, género implica cambiar las relaciones de subordinación no solo del varón a la mujer, sino de la sociedad en general. Pues, las relaciones de género determinan al mismo tiempo responsabilidades y necesidades diferentes que deben ser unificadas o al menos compartidas para que esta relación sea equitativa entre los dos sexos tanto en la familia, en la comunidad, o a nivel más externo (Tibán:2000).

Acotando a lo dicho, se puede decir también que género es una forma significante de relaciones de poder. Sin embargo, no todas las relaciones entre hombre y mujer se estructuran de la misma manera en las distintas sociedades, pues, todo depende de las diferencias sociales y culturales de un pueblo. La sociedad durante la historia ha desarrollado una mirada crítica y homogénea de la diferencia sexual, generalmente construida desde parámetros occidentales que tiende a enfatizar la victimización de la mujer, orientando a la construcción social de la diferencia sexual que supone el género y que se encuentra culturalmente marcada: se aprende a ser hombre o mujer en forma diferente según las culturas y contextos sociales (Sierra: S/F:4).

b). Desarrollo

El desarrollo como tal, desde el punto de vista económico se define como «la fase de la evolución de un país, caracterizada por el aumento de la renta nacional por habitante” (Océano:1995).

A este criterio puramente economisista se suma las ideas de Desider Gómez (1996:5), quien establece cuatro características para definir el término desarrollo:

1. Elevada capacidad productiva (en todo sus ámbitos);

2. Elevados niveles de ingreso y consumo percapita y bienestar social;

3. Grado de utilización de las modernas tecnologías de producción;

4. Elevado nivel de instrucción de la población económicamente activa.

Las políticas públicas estatales definen al desarrollo como “el proceso hacia el bienestar» (CAAM:1996).

De estas definiciones se puede afirmar que el desarrollo comprende una visión netamente de carácter económico, de crecimiento económico que está confundido o interpretado como desarrollo económico, y más no un desarrollo visto desde el lado humano que comprende un desarrollo integral tomado en cuanta lo económico, lo social, lo político y principalmente la cuestión cultural de los diversos pueblos. Más bien, las definiciones de desarrollo generalmente nos clarifican la muy conocida clasificación de los países desarrollados (centro) y subdesarrollados o tercer mundistas (periferias) a aquellos que no cumplen con estas características economisistas. Es decir, no vislumbran claras diferencias entre países ricos y pobres.

En este sentido, hasta la actualidad el mismo concepto de desarrollo está en crisis, cada vez se va cambiando dependiendo de las variables históricas, culturales y políticas. Por lo que, el desarrollo es conceptualizado de acuerdo a cada realidad.

c). Desarrollo Sustentable

El término sustentable hasta hace pocos años atrás era desconocido por el léxico común español y peor aun en el léxico de los pueblos y nacionalidades indígenas. No obstante encontramos que aparece por primera vez en el año 1987, a través del informe de la Comisión Mundial para el medio ambiente, también llamada la “comisión Bruntland”.

De este informe se desprende la siguiente definición: «el desarrollo sustentable es aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la habilidad de las futuras para satisfacer sus propias necesidades”(Murillo:2000.419). A esta definición se puede agregar el concepto de Patricia Madrigal (1995:229), quien determina que el desarrollo sustentable persigue dos objetivos: un objetivo actual, que comprende el mejoramiento de la calidad de vida de todos los habitantes; y el objetivo futuro que consiste en no comprometer el futuro de las futuras generaciones.

Si bien existe conceptos de desarrollo sustentable, como los señalados, que apuntan a proteger el bienestar actual de la humanidad y que obliga a tomar medidas apropiadas para asegurar el futuro de las generaciones venideras. Esto es, el desarrollo sustentable implica un desarrollo a corto y largo plazo al mismo tiempo. Sin embargo, existe otros autores que sostienen que el desarrollo sustentable no es mas que un juego de palabras para justificar la existencia misma del desarrollo. Así por ejemplo: Joan Martínez (1992:87) sostiene que a partir de 1987 (informe Brundtland) “la idea que la pobreza degrada el ambiente se puso de moda”. Además acota el autor que, “para muchos ecologistas eso no es más que un intento de echar la culpa a las victimas” (ibidem).

Por lo que, desde el criterio de este autor para definir el concepto de desarrollo sustentable, antes establece un parentesco de los conceptos de “sostenible” y “sustentable” que a pesar de ser aparentemente parecidos no significa lo mismo. Menciona que el desarrollo sostenible se remite al concepto de capacidad de sustentación propia de la ciencia ecológica; mientras que el desarrollo sustentable no está a simple vista tan relacionado con lo Carrying Capacity o desarrollo sostenible como sustenatación ecológica sino más bien como una capacidad de sustentación económica. Acota que a pesar de existir estas diferencias, la UICN (Internacional Union for the Conservatión of Nature) ha encontrado una combinación de estas dos ideas al mencionar que:

“la conservación de la naturaleza tal vez sea una precondición del crecimiento económico, ya que el consumo futuro depende en gran medida del stock de capital natural. La conservación es sin ninguna duda una precondición del desarrollo sostenible, que une el concepto ecológico de capacidad de sustentación (carrying capacity) con los conceptos económicos de crecimiento y desarrollo” (ibid:89).

De este modo el autor nos ayuda a diferenciar que no es lo mismo crecimiento económico con desarrollo económico, ni desarrollo sostenible con desarrollo sustentable. Tomado a algunos autores muestra que el crecimiento económico es el aumento del PIB, y desarrollo económico sería cambio de la estructura de la economía sin aumento del PIB. Sin embargo como hasta hoy se ha venido interpretando, sumándose a los criterios de los inventores del término, el desarrollo sostenible no es otra cosa que el crecimiento o desarrollo económico que sea compatible con la capacidad de sustentación. Es en si el crecimiento económico rebautizado con este nuevo término al concepto de desarrollo; pues, no es más que un remedio a la vez contra la pobreza y contra la degradación ambiental. (ibid:88-90).

A lo dicho, Rafael Negret (citado/Tibán:2000) corrobora al mencionar que entre los dos términos: sostenido y sostenible este una diferencia. Menciona que el desarrollo no debe ser sostenido, sino sostenible. El crecimiento sostenido significa continuar acumulando, creciendo, proyectándose, pero con dirección al caos, tal como es la proyección del crecimiento económico, que se preocupa en lo cuantitativo y no en lo cualitativo.

De la situación anotada se puede decir que, el mismo concepto de desarrollo no ha sido suficientemente definida con claridad, se hablaba de «desarrollo a secas, luego se añadió la necesidad de la equidad social, y finalmente se ha incorporado como requisito del desarrollo la sustentabilidad ambiental»(Rebolledo:1996/Citado por Tibán:2000).

Por lo tanto, si el desarrollo como homologo al desarrollo económico ha fracasado; peor aun la palabra desarrollo se ha convertido en un saco vacío cuando se le denomina como sustentable. Pues, el concepto de Brundtland trata de establecer mecanismos para fortalecer el desarrollo más no para fortalecer a una sociedad y a un medio ambiente diverso. Este proceso no es otra cosa que la búsqueda de la homogeneización para mantener vivo el concepto de desarrollo. Es un euforismo más para disimular el desastre cotidiano y mundial (Esteva:1997/Citado por Murillo, 2000:419-420).

2. Visión indígena de los conceptos de genero y sustentabilidad

a). Género: Una vez que se ha definido el concepto de género no como sinónimo de mujer, sino como una relación de mujer y hombre, es necesario reflexionar cómo está concedida el tema de género en los pueblos y nacionalidades indígenas.

Al menos en los principios fundamentales del Proyecto Político CONAIE, no consta ningún principio respecto a las relaciones ni participación de género. Sin embargo, teóricamente en el discurso indígena se escucha con frecuencia: participación con igualdad de género, equidad de género, unidad en la diversidad, etc.

Pero ¿qué es la igualdad de género? Es dar o asignar roles igualitarios al hombre y a la mujer; y, equidad implica participación igualitaria en las tomas de decisión y el poder (Rebolledo:1996/Citado Tibán:2000).

De manera que, la igualdad de género en todo los ámbitos necesariamente exige un cambio cultural, ya que dentro de los pueblos y nacionalidades indígenas, los roles están asignados en base a la diferencia sexual (masculino-femenimo). Si hablamos de igualdad de roles para hombres y mujeres, entonces está concepción chocaría con los roles que está determinado por los patrones culturales de la comunidad, es decir que, en una comuna, pueblo o nacionalidad indígena, los roles están marcados para un determinado género, sea hombre o mujer.

Está concepción de que la igualdad de género implica asignar roles igualitarios al hombre y a la mujer, implica cambiar el modo de pensar y de actuar de los indígenas en cada pueblo. Esta situación nos lleva a afirmar que el discurso de género e igualdad en el movimiento indígena frente a la práctica es una contradicción. Pues, la realidad cultural de cada una de las comunidades indígenas son diferentes y diversas, de ahí que, buscar la participación igualitaria de género no es nada fácil. Al respecto, Elena Azola (1996:10) menciona que la desigualdad de género en la participación tiene que ver con los patrones de comportamiento de cada pueblo, no es tanto porque los seres sean distintos biológica o anatómicamente, sino más bien, son los sujetos para quienes la sociedad, la cultura y los valores, se han encargado de prescribir comportamientos y patrones de conducta que tienen por objeto hacer visibles las diferencias muchas veces discriminando el uno al otro.

Por lo tanto, el concepto de género en el movimiento indígena viene a parecer -como asi lo es- un concepto y un término occidental, donde las relaciones de hombre y mujer es visto desde distinta manera, o desde fuera de la realidad cultural. El hombre y la mujer desde el pensamiento indígena tiene una visión de complementariedad, donde no se refleja cual es más o cual es menos.

Cabe señalar que, si bien la cuestión de género es cuestionable para nosotros los indígenas, también la cuestión de complementariedad es muy cuestionada para la sociedad no indígena. Así por ejemplo: hasta hace muy pocos años atrás era impensable para el sector indígena, que una mujer indígena pueda asumir roles paradigmáticamente asignados a los hombres (lo cual es común en la actualidad); pero también encontramos en la actualidad que existen no solo mujeres sino la sociedad entera, que han criticado y cuestionado la complementariedad en el sentido de que la mujer es discriminada por el hombre, la labor que cumple la mujer en el hogar es visto como “salvajismo” y como una expresión del “machismo”, esto visto desde afuera. Pero, está misma situación vista desde dentro de la misma cultura, está bien, se vive en completa paz y armonía y no hay de que asustar, porque tanto el hombre como la mujer simplemente están cumpliendo con los roles que está aceptado por la comunidad y que constituye parte de un patrón cultural; al contrario, los habitantes de una comunidad se asustan cuando los proyectos, las instituciones, u otras personas (hombres o mujeres) desde afuera vienen a imponer pensamientos y roles distintos al que rige en la comunidad.

Este ejemplo nos lleva a decir que: mientras en la comuna se vive así no hay problema, hay que respetar tanto la visión de género como de la complementariedad; pues, como conocemos toda cultura es cambiante, por tanto las formas de pensar y de actuar poco a poco va a ir cambiando, y estas relaciones de hombre y mujer también se irán cambiando. No es cuestión de imponer, sino que la propia cultura vaya viendo la necesidad de cambios. Esta situación se está viendo ya en la vida real, las mujeres que no están de acuerdo con la forma de vivir en la comunidad, aunque al inicio les cueste mucho, poco a poco han ido asumiendo otros roles y rompiendo estereotipos de género construidos por y en la sociedad. Este proceso llevará a que las mujeres y los hombres con conciencia propia asuman la igualdad de relaciones y de roles dentro de una sociedad diversa.

b). Sustentabilidad

El término sustentable encontramos en los discursos indígenas, pero si revisamos los proyectos políticos de algunas organizaciones más representativas del país, no lo encontramos en forma expresa como desarrollo sustentable, sino más bien con otros términos como: “desarrollo socio-económico integral y equilibrado de todos los Pueblos y Nacionalidades Indígenas”(CONAIE: Proyecto Político:1997); «Desarrollo Sustentable con Identidad»(FENOCIN:1999); «Formulación y propuesta de políticas para el desarrollo integral de los pueblos Indígenas» (FEINE:1998).

Desde esta realidad se puede decir que, el movimiento indígena no ha adoptado por completo el concepto en si de sustentable (como crecimiento económico), si no más bien ha adoptado formas de desarrollo integral como una propuesta de desarrollo alternativo socioeconómico y cultural, que no implica necesariamente solo el crecimiento económico como sinónimo de desarrollo, sino como un etenodesarrollo, que implica alcanzar un desarrollo equilibrado, sustentable, integral alternativo, sin negar la diversidad cultural, fundada en su propia cultura, sabiduría y organización; sin disminuir el bienestar humano, que no afecte a los usos y costumbres para crecer económicamente, sino que se busque un desarrollo sobre la base de las estrategias tradicionales, históricamente comprobadas que han dado resultados en la protección y conservación del suelo, del medio ambiente y la seguridad de una vida armónica entre el hombre y la naturaleza, vinculado al conjunto de sus reivindicaciones.

Dicho de otro modo, la visión de los indígenas respecto al desarrollo sustentable, esta visto dentro de la concepción de la naturaleza como un todo, que engloba lo material, espiritual y humano, es la vida misma y no se puede utilizar para enriquecer. Se considera una serie de principios como cuidar y respetar el conjunto de seres vivientes que coexisten en el ecosistema, conservar y fomentar la tierra, proteger los productos de consumo humano, para mejorar el nivel de vida de la familia y la comunidad; proteger la vida de los recursos no renovables, incentivar que la comunidad cuide su propio ambiente socializar a nivel de la organización y las comunidades acerca del desarrollo y la conservación del suelo. El desarrollo integral como lo denomina una de las organizaciones antes citada, trata de mantener y fortalecer la riqueza cultural de las nacionalidades indígenas, que da lugar a la preservación de la identidad y sus modos de vida, respetando las diferencias.

3. La participación de Genero en el desarrollo sustentable-integral de los pueblos indígenas

Cuando hablamos de participación de género nos referimos a como la familia conformada por la esposa, el esposo y los hijos participan en las actividades para el desarrollo. En este sentido, la particiación de género en el mundo indígena es de toda la familia, actuan mamá, papá e hijos para realizar cualquier actividad. Recordemos que la conservación y la sustentabilidad de los recursos naturales deben entenderse en estrecha relación con las estrategias de reproducción de las famialias donde la mujer y el hombre intervienen en forma diferenciada en el acceso, uso y control de dichos recursos. El involucrameinto de género es un aspecto escencial para lograr la sustentabilidad ecológica. Pues, el aprovechamiento adecuado de los ecosistemas será posible si se contempla “la participación y la organización de todos los actores productivos y sociales, mujeres y varones con perspectiva de género (Ruiz:1998:159-161).

No obstante, no podemos olvidar que dentro de la realidad indígena para lograr un desarrollo sustentable, es necesario transformar las condiciones de enequidad y desigualdad social que existe al interior de las familias, de la comuna o de cada pueblo respecto a género.

En este sentido, es necesario mirar el rol que cumple uno de los géneros, la mujer, en la agricultura y su relación con el medio ambiente, para potenciar su involucramiento en equidad de género en los procesos de desarrollo. Si bien el hombre y la mujer trabajn en forma complementaria en pos del desarrollo, no es menos cierto que simpre existe una desigualdad en cuanto a oportunidades respecto a género.

En el caso específico de la mujer indígena, por el mismo hecho de asumir roles culturalemnte determinados, como los quehaceres dómesticos, ellas se encuantran involucradas activamente en ceremonias, rituales, mingas, asambleas, organizaciones, trabajos agrícola-pecuarios y juegan un rol importante en la transformación de valores y conocimientos, en la socialización de la cultura a las presentes y futuras generaciones. La actividad cotidiana asiganda hace que se involucre más con la tierra, con los recursos naturales, conocen del riego, del tipo de suelo, de la selección de semillas, de la época de siembra tomando en cuanta las fases de luna, tratamiento y mejoramiento de razas de animal, reconocimiento de plantas, de la selección, almacenamiento y procesamiento de alimentos, etc. Es decir, en las “culturas agrarías las mujeres –al usar los recursos- unen sus saberes con las actividades prácticas” (ibid:64).

Sin embargo de esta realidad, además de que por su condición social subordinada no adquieren reconocimiento como sujetos sociales activos, las mujeres son también olvidadas y descriminada en cuanto a los conocimientos externos que viene desde afuera para cooperar con el desarrollo sustentable-integral. Así, a pesar de que la mujer y el hombre estan involucrados en el desarrollo, “las relaciones de género estan fuertemente influenciados por los niveles de información que manejan el hombre y la mujer”(Morales:1998:225). Esto es, que existe tremendas desigualdades en cuanto a la formación y a la capacitación que han recibido las mujeres y los hombres, del cual a simple vista en la vida diaria notamos que el hombre conoce y tiene mayor información sobre asuntos externos, no así la mujer porque no ha tenido esta misma oportunidad por las condiciones que ya hemos señalado.

Aquí cabe la celebre frase “la información es poder” o “quien maneja la información maneja el poder”. En cualquier tema de capacitación que abordamos siempre terminados diciendo que uno de los géneros es descriminado, en este caso la mujer; pero talvez no hemos analizado que quiza está desigualdad en la información es una de las causas para que exista diferencias en el actuar publico de los hombres y las mujeres.

En realidad son muy pocos los proyectos de desarrollo que consideran la crisis de la información, en cuanto a relaciones de género en las comunidades indígenas. Para ejempleficar la desigualdad y eniquidad que existe en este aspecto, tomo un estudio realizado en Bolivia, que por ser un país Latino con culturas diversas se asemeja a la realidad ecuatoriana. De los 300 proyectos estudiados, solo uno difunde información para el mejoramiento de las relaciones de género, pues, solo difunden informcación específica de su actividad (solo a los hombres), no toman en cuenta que la participación de género está presente en la ejecución de los proyectos, y que muchas veces asume en su totalidad la mujer; sin embargo, el hombre es el que más se capacita y no siempre él socializa a su familia. En cunato al tema político, por cada mujer bien informada existe cuatro hombres bien informados; en el tema de proyectos, por cada mujer que conoce existe once hombres que conocen el tema, es decir, sobre proyectos desconocen el 83% de las muejres, y en los hombres desconocen solo el 23% del cien por ciento de entrevistados (ibid:225-230). Esto demustra las diferencias alarmantes de información que existe en las relaciones de género. Si pensamos alcanzar no solo un desarrollo sustentable ecologico, sino tambien la sustentabilidad social-humano, necesariamente debemos mejorar estas relaciones desiguales. Si los temas señalados no son conocidos en igualdad de género, entonces ya se puede determinar porqué la mujer tiene una desventaja para hablar en publico, sustentar una propuesta, tomar deciciones, etc. Si no se cambia esta realidad, los proyectos de desarrollo en el presente y en el futuro no tendran mucho éxito.

4. ¿Existe sustentabilidad en los pueblos y nacionalidades indígenas?

Mucho se ha discutido sobre si las actividades que realizan los indígenas en sus tierras y en su cotidianidad, son o no sustentables.

Como ya se ha señalado en este trabajo, a pesar de que el concepto de sustentabilidad para sus inventores está visto solo como crecimiento económico; nosotros los indígenas podemos afirmar que sí hacemos sustentabilidad pero desde nuestra cosmovisión, desde nuestra relación que hacemos entre el ser humano, la naturaleza y el medio ambiente. Se ha dicho que el indígena no conoce del tema. Talvez en teoría de conceptos no, pero, sí conocemos y quizá con mayor sabiduría lo hemos demostrado “como hemos podido hasta el momento mantener viva nuestra tierra y el ecosistema”.

En las comunidades indígenas está claramente establecido que no podemos matar una parte para conseguir lo otro, es decir, no podemos afectar al medio ambiente para enriquecernos económicamente; pues, la óptica económica no reconoce la diversidad de los pueblos. Para nosotros, «La protección de los ecosistemas es condición básica para la reproducción de la vida; la conservación tiene un valor intrínseco; la dimensión ambiental involucra a todos los aspectos de la actividad humana; la diversidad cultural potencia el desarrollo sostenible» (Estrategia:1999:3-4). Así, para el indígena la cuestión central del desarrollo no es la cuestión económica, sino un desarrollo humano, que es la reproducción de la vida y su calidad de vida, tomando en cuenta la otredad y la diversidad de la realidad social.

Desde el pensamiento no indígena, el desarrollo sustentable, esta pensado solo para proteger al desarrollo como sinónimo de crecimiento económico , los fines y las metas como el cuidado del ambiente, equidad, igualdad, democracia, términos todos que no significan crecimiento económico o en palabras de Murillo “ganancia económica” solamente constituyen un discurso vacío. Tomando la frase de Michael Redelift, que cita Murillo (2000:421) se puede afirmar que “Amenos que los pobres sean incluidos en la satisfacción de sus propias aspiraciones, el desarrollo no podrá ser nunca sostenible”.

Por lo tanto, desde nuestra perspectiva el desarrollo ya no significa la imposición de proyectos y sistemas ajenos, desapropiados, insostenibles y destructivos al medio ambiente; sino que practicamos «un desarrollo fundamentado en el respeto a la naturaleza y el derecho de los Pueblos Indígenas a participar como sujetos colectivos en su propio destino, acorde a su cultura, organización socioeconómica, valores, conocimientos y potencialidades”(Encuentro Binacional:1999:4-6)

5 ¿Es la pobreza causa de degradación ambiental?

Finalmente es importante tratar este tema, que también ha sido muy cuestionado, en el sentido de que se ha considerado al indígena como sinónimo de pobre o viceversa, y concomitantemente a esto se ha tratado de justificar la usurpación de tierras al indígena en el sentido de que el indio por ser pobre no puede cultivar su tierra y se le ha culpado como causantes de la degradación ambiental e infertilidad de la tierra.

Al respecto encontramos dos contradicciones: la primera es que, según el informe de Bruntland la pobreza es la causa de degradación, y el crecimiento económico general (con el nombre de desarrollo sostenible) es un remedio a la vez para la pobreza y para la degradación ambiental (Martínez:1992:120)La visión de la pobreza como causa de degradación ambiental, es una afirmación que viene desde fuera o desde un mundo exterior a lo que significa ser pobre para sentir lo que es la pobreza. Para nosotros como agricultores, la pobreza no es culpa de nosotros los indígenas; a nosotros nos hicieron pobres a la fuerza, nos han quitado las tierras, el riego, nos han negado los créditos, nos han negado la educación en igualdad de género, ósea, nos han quitado y negado todo, entonces ¿porqué los otros nos acusan que somos pobres por ser indios? ¿acaso no son ellos los culpables de toda esta desigualdad y sus efectos?

Desde nuestra visión es equívoca este criterio de relacionar la pobreza con la degradación ambiental. Existen estudios que muestran que “las prácticas de agricultura tradicional han estabilizado los ecosistemas y han limitado la degradación ambiental” (ibid:107), este es el caso por ejemplo de los cultivos en la sierra ecuatoriana, mediante el sistema de barbecho, del arado con la yunta de ganado, de la siembra a mano, del cultivo asociado o colectivo, que implica que en un pequeño pedazo de tierra, dependiendo del cultivo se puede combinar la siembra (papas, zapallo, sambo, arveja, maíz, fréjol, habas, col, coliflor). Está comprobado que el sistema de barbecho “favorece la recuperación de elementos nutritivos del suelo, limita la erosión y controla las plagas”(Brush:1987.Citado por Martínez:1992:107)

Esta realidad nos lleva a expresar la segunda contradicción: “la riqueza es una mayor amenaza para el ambiente que la pobreza” (Martínez:1992:106). Esta afirmación se contrapone por completo al informe de Bruntland. El mismo hecho de creer que con la riqueza se puede hacer todo, se ha introducido a la tierra nuevas tecnologías, como: el arado, los químicos, semillas importadas, etc., donde todo esta justificado mientras exista mayor crecimiento económico; no porque sea malo utilizar tecnologías, sino por sus efectos negativos tanto en la producción de alimentos, en la degradación del suelo y principalmente en la salud humana y ambiental. Los pueblos indígenas no están en contra de las tecnologías, sino que «las tecnologías y practicas tradicionales son necesarias y deben ser combinadas con tecnologías modernas y que los proyectos de desarrollo deben recoger las necesidades y problemas de cada pueblo, partiendo de una base sostenible y económicamente adecuada a sus características sociales y culturales» (Encuentro Binacional:1999:4-6).

Sin embargo, encontramos casos específicos como es el caso de las floricultoras en el pueblo de Mulalillo. Hasta hace unos cinco años atrás fue un pueblo que manejaba una agricultura equilibrada. Con la introducción de las floricultoras el ambiente no es nada bueno. En algunos horas del día existe un olor que no solo afecta a las personas de la zona, sino a la tierra, a los cultivos, a las plantas y animales. Este tipo de cultivos si bien desde la visión económica es una alternativa; pero, desde la visión social y cultural está terminando con los usos y costumbres que se practica en la zona.

Con todo lo dicho se desvirtúa la idea de que la pobreza es causa del deterioro ambiental. Si tan solo miramos las grandes empresas llamadas de “desarrollo” podemos ver que constituyen empresas no de desarrollo, sino de destrucción ambiental y de subdesarrollo. Pues, “la amenaza ambiental mayor viene de las economías superdesarrolladas del Norte, que se han beneficiado de intercambios desiguales para lograr su extravagante e inimitable consumo exosomático de energía y materiales por persona” (Martínez: 1992:119). De manera que, si perseguimos un crecimiento económico generalizado no equilibrado ni consciente en los habitantes en vez de ser una salida o de disminuir puede agravar la degradación ambiental. Como el mismo autor lo menciona “es cierto que los países ricos están más limpios, ¡pero eso no quiere decir que sean más ecológicos!.

Todo este invento de la sustentabilidad viene de los países del Norte para reparar los desastres ecológicos causados por sus empresas en nuestro país. Es decir, ellos dañan el medio ambiente mundial y quieren que nosotros arreglemos, pero, ¿el Norte estará conciente que nos debe una deuda ecológica al mundo entero? Creo que no, porque mientras aquí seguimos pensando en conservar el medio ambiente y el ecosistema, allá siguen inventando cosas para destruir el mundo a través de la riqueza. “Los expertos en sanidad y eliminación de desechos en países de bajo ingreso, saben que las comunidades pobres producen menos aguas sucias y desechos sólidos que las relativamente ricas, y sus desechos son más convenientes como abonos” (ibid:121).

A manera de conclusión

Los términos de género y sustentabilidad como nuevos conceptos están presentes en el discurso indígena, sin embargo, no son asimilados como teoría, sino más bien en la práctica son asumidos de acuerdo a su cosmovisión y la realidad sociocultural.

El crecimiento económico como una forma de salir de la pobreza y asegurar el ecosistema nunca será una solución, mientras este proceso de crecimiento no sea desligado de la muerte de los recursos naturales y de la contaminación ambiental. El crecimiento económico o desarrollo sustentable como estrategia para salir de la pobreza puede ser un valor actual, pero también puede ser en el futuro un aporte al agotamiento de los recursos naturales y mayor contaminación ambiental. De seguir así, el desarrollo sustentable será solo un mito. Para que sea una realidad es necesario el reconocimiento de la otredad y de la participación de un colectivo social con perspectiva de género como lo es un mundo real el que vivimos.

Es hora que el gobierno nacional piense en la elaboración de políticas públicas, destinados a fortalecer el desarrollo social, integral y sustentable. Pues, la solución no está en regalar cocinas de kerex o aconsejar que cocinen con leña; porque lo uno (el kerex) contamina a los alimentos, al ambiente y al organismo de las personas, y lo otro, es llevar a una gran tensión en el medio ambiente y el ecosistema al terminar con la poca forestación que aún existe en las comunidades. Nuestro gobierno no se da cuenta que siendo un país explotador de petróleo, en el futuro sería un escándalo ambiental, debido a la crisis de deforestación a que están llegando en las comunidades indígenas como consecuencia de no poder pagar el costo del gas doméstico.

Para lograr un desarrollo alternativo, integral, social, sustentable, como se quiera llamar, es necesario en palabras de Szekely, “voltear la tortilla”. Que significa esto, significa cambiar la idea de entrar al dialogo entre gobierno y la sociedad civil, solo cuando hay protesta o un levantamiento indígena. El dialogo entre gobernados y gobernantes debe ser un dialogo consciente desde una necesidad de crear políticas públicas permanentes, que permita identificar no solo los “problemas indígenas”, sino también que permitan identificar mecanismos de solución a la crisis ambiental, política, social, económica, e incluso de identidad en que vive el país. No se requiere que se multipliquen políticas ni diálogos, porque esto solo trae incongruencias como resultado de querer imponer sus modelos, sino más bien, se debe mantener un dialogo directo con los agricultores indígenas y no indígenas a nivel local, ya que esto permitiría no emprender políticas desde el escritorio y ayudaría a comprender las estrategias económicas y culturales de las comunidades, lo cual evitaría al mismo tiempo los espacios de politiquería que se ha creado entre el gobierno y los representantes de la sociedad civil. Pues, si algo no va bien, la solución es romper el dialogo y quien es el más afectado no es los que están dialogando, sino para quienes se esta dialogando.

BIBLIOGRAFIA

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Szekely, Miguel. La pérdida y la recuperación del concepto de la milpa tradicional frente a los retos de la globalización. 2000

Tibán Guala, Lourdes. Desarrollo Sustentable desde la Visión Indianista. ICCI, Quito, 2000.

Tríptico informativo, Feine.


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Taita Leonidas Proaño:
Discipulo del pueblo

Patricio Del Salto Galán


INTRODUCION

Al cumplirse el XIII aniversario del retorno de Leonidas Proaño, al Inti Yaya, al corazón de la Allpa Mama y al reencuentro con nuestros Mayores; es urgente volver nuestras conciencias a las huellas que dejaron sus pies libres, serenos y fecundos; caminando como hermano, compañero, amigo, discípulo y maestro del pueblo. Es importante recordar su fe en los pequeños y excluídos por el sistema capitalista que hoy se presenta con un nuevo rostro neoliberal globalizante, más tecnificado y fantasioso, que extiende sus garras con nuevas estrategias supuestamente solidarias para atraer a sus presas hacia la total servidumbre, a cambio de brindarles migajas de su poder corrupto y corruptible.

SUS PRIMEROS MAESTROS

Un fruto no se cosecha de la noche a la mañana. De la misma manera, una persona como Leonidas Proaño Villalba, que se constituyó en un árbol imperturbable, enraizado en sus principios y siempre fiel a ellos, no aparece de la noche a la mañana. El es fruto de un cultivo asiduo desde que fue una pequeña semilla. Fue sembrado en el terreno fértil de su familia, alimentado y regado con un profundo ejemplo y consecuencia. Es allí, en el seno de su familia pobre, en donde aprende los principios fundamentales, que se constituirán en la sabia que nutrirá sus tiernas raíces, que un día serán fecundas. Recordemos sus palabras:

“Soy hijo de familia pobre…

Teníamos que trabajar, por lo mismo que éramos pobres…

Tanto mi padre como mi madre dedicaban largas horas del día a tejer sombreros de paja…

…Recuerdo que llegué a cumplir esta tarea satisfactoriamente y que me sentía orgulloso de ver mis manos ampolladas, sangrantes y luego encallecidas.

…, durante unos pocos años, mi padre arrendó unas cinco hectáreas de tierras. Entonces también aprendí a sembrar, a desyerbar y a cosechar” (Mons. Proaño, s/a , pp. 21-24).

Sus padres inculcaron en él el amor al pobre, al trabajo, a la verdad, a la honestidad, a la valentía, a la libertad,…:

“Tanto mi padre como mi madre tenían un grande aprecio a los indígenas. Parecía que encontraran un gozo especial en conversar con ellos y en servirles…

Ese amor y respeto a los pobres, particularmente a los indígenas, llegó a formar parte de mi propia existencia. Por esto, he dicho más tarde que no he querido nunca ser traidor a los pobres, pues nací en un hogar pobre y aprendí en ese mismo hogar a amar a los pobres…

…, ahora digo que también la amistad de los pobres es un don y que también este don viene acompañado de un mensaje” (ibid. p. 71).

“De lo ajeno, ni una aguja”. Esta es una frase que se repetía mucho en el seno de mi pequeña familia y que tenía que ver, particularmente, en nuestras relaciones con los demás pobres.

De igual manera no debía decir mentiras por nada de este mundo, aunque por decir la verdad pudiera sobrevenir dificultades y castigos…

La honradez, en relación con la verdad, sembró en mi ánimo una especie de culto por la verdad…” (ibid. pp. 26-27).

“Así, el respeto a los bienes ajenos y al derecho que tiene toda persona a la verdad imprimieron en mí uno de los rasgos característicos de mi personalidad, para toda la vida…

Se trata de buscar la verdad, para que brille, por encima de todo y de todos. Debemos decir la verdad. Debemos hacer la verdad. La verdad se dice con la palabra. La verdad se hace con la actitud. Nada de dobleces ni engaños, porque si aspiramos a ser libres debemos ser esclavos de la verdad…” (ibid. p. 232).

“Lo que más agradezco a mis padres es su permanente educación en la libertad y para la libertad.

Todos sabemos que el culto a la verdad engendra la libertad, al menos en teoría. Desde el punto de vista existencial, puedo decir que, cuando se actúa con honradez, con verdad, se experimenta la libertad interior que nada ni nadie puede arrebatarnos…(ibid. pp. 27-29).

“Del mismo modo como la honradez en relación con los bienes ajenos, nos hace libres de toda traba interior para actuar con sencillez, con claridad, con amor, también nos comunica esa tranquilidad de ánimo la actitud que se llama valentía.

La actitud verdadera, esto es, la actitud de permanente búsqueda de la verdad y de sumisión a la verdad, una vez que creemos haberla encontrado, nos comunica una seguridad, una fuerza, una capacidad de aceptación de desafíos y de riesgos que jamás puede proporcionar el miedo…

Dentro de este espíritu de valentía, debo colocar las reflexiones que me hacía mi padre…, me decía: “Al soldado no se lo conoce en el interior del cuartel. Al soldado se lo conoce en el campo de batalla. De igual manera, al cristiano verdadero no se le forma en el interior de un seminario, resguardándole con gruesos muros y con un reglamento que le sirva de barrera. Al verdadero cristiano se le reconoce en medio de los peligros: debe saber luchar contra los peligros de su propio ambiente con firmeza de carácter” (ibid. pp. 29-32).

SUS MAESTROS LOS POBRES

Siguiendo el ejemplo de su Maestro Jesús el Cristo, que se encarnó en el pueblo Hebreo y que categóricamente afirmó: “Yo te bendigo Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos de este mundo y las has revelado a los pequeñitos”; Leonidas Proaño se encarnó entre los pobres, particularmente entre los indígenas, allí descubrió que mantienen grandes tesoros culturales, los mismos que los asume como valores llamados a redimir nuestra sociedad ecuatoriana y a la humanidad. Los indígenas le ayudan a reencontrarse con las raíces de su identidad cultural, por esto afirma:

“Tenemos que reconocer, no con vergüenza, reconocer con valor, con aprecio, yo me atrevería a decir, con orgullo, que tenemos sangre indígena, y que, juntamente con ella, hemos recibido de los indígenas, admitámoslo o no, valores culturales indígenas…”(Mons. Proaño, 1990, p. 20).

Aprende de ellos a concebir a la tierra como Madre, a valorar su vida comunitaria, su concepción del trabajo, del tiempo, del dinero, de la política comunitaria, de la solidaridad, su percepción de un Dios en la naturaleza, su potencialidad de lucha resistente y redentora… Considerando todo esto hace la siguiente recomendación:

“Pienso, no sé si estoy soñador, que estos valores que identifican al pueblo indígena en el Ecuador, están llamados a redimir a nuestro país con el aporte y con el apoyo del pueblo no indígena a condición de que este se redescubra a sí mismo, de que perfeccione su autoconocimiento o su conciencia, su propia identidad, de que no se venda por dinero, por los dólares, que no se venda a culturas que nos siguen pisoteando, que siguen explotándonos y que siguen por lo mismo anulándonos como pueblo, como pueblo con una identidad propia” (Mons. Proaño, 1989, p. 32).

Después de más de treinta años de trabajar entre y para los pobres, afirma con la humildad de los grandes:

“…cuanto he vivido y he aprendido no ha sido extraído de las aulas universitarias de mi país o de algún otro país del mundo, sino de la cantera del pueblo, porque mi Universidad ha sido el pueblo y mis mejores maestros han sido los pobres en general y particularmente los indígenas del Ecuador y de América Latina, considerados en Puebla como “los más pobres entre los pobres” (ibid. pp. 5-6).

“Estoy convencido de que los indígenas conservan valores extraordinarios. Si se logra tomar conciencia de ellos, expresarlos en la vida práctica y organizada, esos valores están llamados a redimir a una sociedad que se vuelve cada día más individualista y más conflictiva. Pienso que, inclusive, un esfuerzo de este tipo puede contribuir a la redención del mundo occidentalizado y capitalista” (Mons. Proaño, s/a, p. 229).

CONSAGRACION

Son a estos principios a los que se consagró Leonidas Proaño. A los principios que recibió de sus padres; a los principios que aprendió en el evangelio liberador de Jesús encarnado entre los pobres; a los principios de sabiduría presente en los empobrecidos y de una manera particular a la sabiduría ancestral presente en el corazón de los pueblos indígenas. Principios que hoy en día tanta falta hacen y a los que debemos consagrarnos todos los seres humanos que tenemos la firme esperanza en la construcción de una SOCIEDAD NUEVA.

Estos principios son los que hoy pretende deborar el sistema neoliberal, para el cual los únicos valores son los que generan las ganancias producidas por las leyes omnímodas del mercado. Sistema anticrístico de muerte que produce una suculenta felicidad solo para unos pocos. A este sistema capitalista, Leonidas Proaño consibe de esta manera:

“El capitalismo es frío, como es frío todo lo que es metálico. No le importan los hombres ni los pueblos. Le importan las ganancias. Y solamente le importan los hombres y los pueblos en la medida en que éstos le proporcionan ganancias. Para poder devorar ganancias, devoran hombres y pueblos. Es frío, no tiene corazón” (Mons. Proaño, 1990, p. 118).

“Nuestro país, como tantos otros países de América Latina, ha caído, desde mucho tiempo atrás, en las garras de este monstruo. Dependemos de él de múltiples maneras. Somos su juguete. Nos hace pensar como él piensa. Nos hace actuar como él quiere…

En el juego toma parte importante el FONDO MONETARIO INTERNACIONAL. Ha venido a dar repetidamente consejos. Dentro de la situación de dependencia, estos consejos equivalen a PRESIONES…

Pero el monstruo del capitalismo no habita sólo en el extranjero, en los países llamados desarrollados, en Estados Unidos y Europa: habita también dentro de los países latinoamericanos, dentro de nuestro propio país. Esa raíz gruesa y profunda tiene ramificaciones. Ese monstruo tiene tentáculos aquí, dentro de nosotros” ( Mons. Proaño,1983, pp. 8-10).

Todas sus energías las consagró a la construcción de una sociedad alternativa a este sistema capitalista, y para ello trabajó por la construcción del hombre nuevo con los más nobles ideales y la destrucción del hombre viejo con sus intereses mezquinos.

CONCIENTIZACION, EVANGELIZACION Y POLITICA

Para la consecución de estos objetivos puso en práctica el proceso de CONCIENTIZACION, que no es otra cosa, que el caminar con el pueblo con una pedagogía que respeta al pueblo, que cree en la capacidad de análisis del pueblo y que por lo mismo es el sujeto del descubrimiento de la realidad con sus diversos matices. Su magistral apoyo consistió en ser un MAESTRO DE LA PREGUNTA ADECUADA, DE LA SISTEMATIZACION RESPETUOSA, Y DE LA PALABRA PRECISA, VALIENTE Y OPORTUNA.

Desarrolló una auténtica EVANGELIZACIÓN LIBERADORA, que posibilita el descubrimiento de los deberes y derechos que tenemos como hijos de Dios. Que nos ayuda a tomar conciencia de las palabras de Jesús: “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Palabras que anuncian vida abundante para todos y no solo para unos pocos. Es importante recordar sus propias palabras:

“Dentro de este panorama desolador, he sido testigo, durante más de treinta años, del poder liberador del Evangelio, vale decir, de la continuidad de realización de los signos con que Cristo acompañaba la proclamación de la Buena Nueva a los pobres. Efectivamente, quienes estuvieron ciegos ahora ven, quienes habían perdido la palabra, por causa de la opresión, y estaban mudos, ahora hablan; quienes se sentían tullidos y paralíticos, porque habían sido maltratados durante siglos, ahora caminan y se organizan como pueblo” (Mons. Proaño, 1989, p. 7).

Propuso un COMPROMISO POLITICO auténtico, que conduzca a una unidad efectiva y posibilite el cambio de esta realidad de injusticia, de esta democracia de mentira, de esta sociedad huérfana de solidaridad:

“Sentémonos a reflexionar, a ver con claridad y luego preocupémonos de conquistar una autodisciplina, una fuerza de carácter para poder dar todo nuestro apoyo para poder comprometernos con las grandes causas, no por algo pasajero, sino por la edificación de la sociedad nueva” (Mons. Proaño, 1990, p. 123).

“Lo que llamamos pueblo quizá es ahora en buena parte masa, multitud. Tenemos que contribuir nosotros para que el pueblo sea realmente pueblo, para que su conciencia sea cada vez más clara y más crítica, para que su solidaridad sea cada vez más fuerte, para que su compromiso sea cada vez más decidido…” (Mons. Proaño, 1983, p. 8).

“Por esto, sueño en la posibilidad de una sociedad nueva. Por esto veo la necesidad de crear conciencia también en las organizaciones populares urbanas de la necesidad de una práctica económica, educativa y política que sea convergente con el caminar del movimiento indígena, de modo que no se produzcan competencias y conflictos, sino más bien colaboraciones complementarias” (Mons. Proaño, s/a, p. 229).

SALVACION

“…Siempre estamos esperando que la salvación nos venga de otra parte. Hay que dar una vuelta total. La salvación, hablando en términos políticos, tiene que venir del pueblo, pero mediante una praxis” (Mons. Proaño, 1983, p. 10).

Estas frases en primer lugar nos interpelan. En segundo lugar nos alertan para no poner nuestra esperanza en falsos redentores; y, en tercer lugar nos llevan a preguntarnos: ¿Estamos realizando un proceso de transformación de esta sociedad confiando en la reflexión del pueblo? ¿En estos últimos años, nuestra fe ha estado en el pueblo? ¿Cúanto hemos dialogado con el pueblo? ¿Qué sentido tienen las “tomas de poder” si al final no cambia nada a favor del pueblo? ¿Qué poder es el que queremos tomar o construir y desde dónde lo estamos haciendo? ¿El trabajo respetuoso que realizó Proaño en el pueblo puede ser una luz para este tiempo? …

Estas y otras preguntas surgen al recordar la vida de nuestro hermano y compañero. Muchos dirán que ese camino de reflexión con el pueblo es un camino muy largo y tedioso, los que hemos tenido la oportunidad de aprender en el pueblo decimos que a la larga ES EL CAMINO MAS CERTERO. Es evidente que este trabajo requiere de un gran esfuerzo conjunto, leamos lo que nos dice a continuación:

“…Estamos llamados de todos los lados a aportar lo que somos, lo que podemos, lo que hacemos. Ha quitarnos de la cabeza todo sectarismo entre nosotros mismos, todo aire de superioridad y de manipulación…La visión de Fe nos hace pensar que tenemos que buscar la unificación del pueblo y la práctica de un pluralismo comprensivo, amplio, tomando en cuenta las diversas capacidades…Todos debemos caminar en un mismo sentido.

…tenemos que tomar en cuenta a todas las clases populares, con todas sus diferencias, con todas sus capacidades, y de que tenemos que tomar en cuenta todas sus necesidades. Una tarea difícil pero necesaria…”(ibid. p.9).

CONCLUSION

Necesitamos tomar conciencia de que el futuro de nuestra sociedad dependerá, en gran medida, de las semillas que seamos capaces de sembrar, con nuestro ejemplo, en el seno de nuestras familias e instituciones educativas alternativas. Semillas-principios que deberían tener los nutrientes de nuestra filosofía ancestral y los aportes de mujeres y hombres que han luchado por una sociedad digna para todos; desde esta perspectiva, es evidente que Jesús el Cristo también es una gran vertiente de luz.

Debemos retomar nuestra fe en el pueblo, en su capacidad de reflexión-acción, para desde allí continuar levantando un proyecto de sociedad alternativa y de esta manera constituir un auténtico liderazgo colectivo.

Si queremos construir, sinceramente, una NUEVA SOCIEDAD, debemos demostrarlo superando nuestros intereses mezquinos, nuestras vanidades personales y muchas veces sectarias, ya que estas actitudes son los más grandes impedimentos para alcanzar una verdadera unidad, sin la cual habremos perdido el tiempo y frustrado la esperanza del pueblo.

Bibliografía

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MONS. PROAÑO, Leonidas E.: Crisis del capitalismo, Edición Instituto de Pastoral y ERPE. Riobamba-Ecuador 1983. pp 19.


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Conferencia Mundial contra Racismo: Una Conferencia sin Estados Unidos

Eduardo Tamayo


Para el 7 de septiembre se había previsto el acto de clausura de la Conferencia contra el racismo, pero los desacuerdos principalmente en torno al conflicto del Medio Oriente, a las injusticias del pasado y las reparaciones, obligaron a posponerlo para el día siguiente. Sean cuales fueren los resultados, esta Conferencia ha demostrado sobre todo la falta de voluntad política de los Estados para comprometerse en una seria lucha para acabar con la discriminación racial.

Al hacer un primer balance de la Conferencia contra el racismo, lo que emerge como positivo proviene del lado de la sociedad civil antes que de los gobiernos. En efecto, tanto en el Foro de las ONGs como en la Conferencia misma, se pudo apreciar el avance del movimiento mundial anti-racista.

En Durban se ha logrado «articular distintos sectores afectados por el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, y formas conexas de intolerancia en todo el mundo, con sus propios planteamientos, con sus propias voces, con sus propias propuestas», dice la nicaragüense Myrna Cunningham, quien formó parte de la directiva del comité internacional de ONGs que tuvo a su cargo la organización de Foro.

El avance fundamental del Foro mundial de ONGs es «habernos conocido y comenzado a entender las luchas de los diferentes sectores, y esto se refuerza con el hecho de que la juventud también comenzó a articular un plan de lucha contra el racismo», añade Cunningham.

Pese a los problemas de coordinación y de traducciones, el Foro de ONGs aprobó documentos que marcan un claro compromiso con el pueblo palestino ocupado militarmente por Israel; nombra a las principales víctimas del racismo en el mundo (pueblos indígenas, africanos y afrodescendientes, dalits, rom, migrantes, etc.); pide que el esclavismo y la trata de esclavos sean declarados como «crímenes contra la humanidad»; demanda el establecimiento de compensaciones y reparaciones para las víctimas del colonialismo y el esclavismo; señala que se deben reconocer las formas agravadas de discriminación por motivos de raza, color, descendencia, origen social o étnico, orientación >sexual, edad, propiedad, nacimiento, cultura, nacionalidad, condición social o económica, discapacidad, etc.

Las expectativas de alcanzar una declaración y un vigoroso programa de acción, para superar el racismo y la discriminación >racial, casi se han desvanecido ante la falta de voluntad política de los Estados, que se negaron incluso a identificar a las víctimas. Muchos de ellos vinieron a defenderse antes que a reconocer los problemas de racismo y tratar de enmendarlos. En este sentido, varios diplomáticos, en sus discursos, describieron países ideales, libres de toda discriminación, que sólo existen en sus cabezas.

«Los Estados llegaron no a abordar las violaciones de derechos humanos y los problemas del racismo en sus países, sino a defenderse. Esta Conferencia se concentró más en temas políticos que en el racismo, y eso es lamentable», dice Alberto Saldamando del Consejo Internacional de Tratados Indios.

Las múltiples denuncias, diagnósticos, informes e impresos que circularon en esta Conferencia pusieron en evidencia la profundidad y la amplitud que han adquirido los fenómenos racistas. Estos involucran a inmensos grupos humanos: sólo pensemos en los 300 millones de indígenas, en los 120 millones de migrantes, en los 260 millones de dalits de la India y otros países del sur del Asia, en los más de 100 millones de afrolatinoamericanos y afrocaribeños, sin mencionar a las poblaciones de los continentes africano y asiático, cuya pobreza y atraso tienen que ver, en mucho, con las antiguas y nuevas formas de colonialismo y de esclavitud.

Muchas contradicciones que atraviesan al mundo globalizado se han expresado en esta Conferencia contra el racismo. Y entre las principales se puede mencionar la brecha entre el opulento Norte y un Sur mayoritariamente sumido en la pobreza, entre el Occidente que aspira a unificar el mundo bajo el estandarte del mercado y un Oriente que vuelve a sus raíces y se niega a ser absorbido, entre los gobiernos y la sociedad civil.

En este evento mundial se ha puesto de manifiesto la arrogancia de las élites no sólo del mundo industrializado, sino de muchos países del llamado mundo en desarrollo, que enviaron delegaciones de nivel medio o bajo. La presencia, en el acto inaugural, de 12 mandatarios africanos de los 15 que asistieron, proyectó más bien la imagen de una conferencia africana que la de un evento mundial.

El conflicto del Medio Oriente fue intencionalmente sobredimensionado por Estados Unidos para echar una cortina de humo sobre los problemas reales del racismo en ese país y no abordar con claridad la cuestión de las reparaciones, el tema de los pueblos indígenas y el establecimiento de un programa de lucha contra el racismo.

«Caímos todos en la trampa, porque todos tuvimos que abordar los problemas de Medio Oriente, pero no fue tema impuesto por las víctimas de Medio Oriente, sino impuesto a la Conferencia por los intereses políticos de los Estados Unidos», dice Myrna Cunningham.

Si bien fue muy publicitado el retiro de Estados Unidos e Israel de la Conferencia, menos conocidos fueron sus esfuerzos ocultos para hacerla fracasar y que incluyeron las presiones y la difusión de rumores para intentar una deserción masiva. Aunque no lograron su propósito y la Unión Europea se mantuvo en las deliberaciones, esta amenazó constantemente con retirarse si se insistía en equiparar sionismo con racismo. Mantuvo, asimismo, una posición inflexible sobre los temas del colonialismo, la esclavitud y las reparaciones.

«Para nosotros, no es nada nuevo que no quieran abordar con profundidad el tema del racismo y que utilicen posiciones de chantaje para no profundizar en los temas que tienen que ver con las reparaciones, con las soluciones a todas las consecuencias históricas de la colonización, de la conquista de América, de la conquista de otras partes del mundo, de las que se beneficiaron», dice Cunningham.

Así las cosas, para las ONGs Durban marca el inicio de nuevos procesos de coordinación y avance en la lucha contra el racismo. Cabe preguntarse qué huellas habrá dejado en los gobiernos.


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