Bienvenidos al "Instituto de Ciencias y Culturas Indígenas"
La creación de la Universidad Intercultural de los pueblos y las nacionalidades indígenas, es parte del proyecto político y estratégico del movimiento indígena ecuatoriano, y constituye una de las iniciativas de mayor importancia en el futuro. La importancia que tiene la creación de esta universidad puede ser comparada estableciendo una relación con la conformación de la Conaie. En efecto, a mediados de la década de los 80, se constituía en Ecuador la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE. Más que la creación de una nueva organización indígena, lo que en realidad se produjo fue la apertura de un nuevo espacio social en el Ecuador que posibilitó la irrupción de un nuevo actor social, los indígenas, un actor social que en el devenir histórico habría de demostrarse como fundamental para redefinir las relaciones de poder existentes.
La apertura de ese espacio se hizo a través de una noción que en sus inicios no significaba nada para la sociedad, para sus élites y para su institucionalidad, aquella de la interculturalidad. A partir de esta noción se articuló, entre otras, la propuesta de plurinacionalidad del Estado ecuatoriano, ello significaba, de una parte, el reconocimiento del fracaso de las élites por construir una identidad nacional, y, de otra parte, la necesidad de admitir la diferencia radical que representaba la existencia de pueblos y de naciones ancestrales al interior del Estado nación denominado «Ecuador».
En un inicio, las élites cerraron filas defendiendo la unidad del Estado. Para las élites y para su discurso, que luego sería el referente de toda la sociedad, la interculturalidad se presentaba como un discurso peligroso porque ponía en riesgo las estructuras ideológicas de poder, sobre todo aquellas del racismo. Es a todo lo largo de la década de los noventa, y luego de varias luchas, movilizaciones, levantamientos, marchas y participación electoral e institucional, cuando la sociedad ecuatoriana empieza a vislumbrar el significado real de lo que puede significar la interculturalidad. Para ello fue necesario también que el mismo movimiento indígena se transforme política, organizativa y estratégicamente, y adecúe nuevas estructuras políticas, organizativas e institucionales de acuerdo a la coyuntura.
Así, desde el levantamiento indígena del Inti Raymi de 1990, pasando por la marcha de la OPIP en 1992, los levantamientos de 1994, la participación electoral en 1996, la Asamblea Constituyente de 1998, y el levantamiento de enero del 2000, la anterior década estuvo signada por la presencia del movimiento indígena y sus demandas de interculturalidad para la sociedad y plurinacionalidad para el Estado.
Ahora bien, a inicios del nuevo milenio, y tomando en cuenta los desafíos a todo nivel que este momento se suscitan, el movimiento indígena ecuatoriano ha visto la necesidad de abrir un nuevo espacio, de carácter distinto a aquel que se creó a mediados de los ochenta, pero cuya importancia, asimismo, se irá revelando en el futuro. Ese nuevo espacio que se genera es el de la investigación científica, la docencia académica y la preparación técnica, a través de creación de la universidad intercultural.
En efecto, hasta el momento todas las condiciones de saber, de conocimiento, y de comprensión se hallan delimitadas bajo una camisa de fuerza que es aquella de los conceptos, nociones y categorías científicas y sociales que han sido creadas desde la modernidad occidental. Para comprenderse a sí mismo, el movimiento indígena necesita crear los instrumentos teóricos y analíticos que le permitan una comprensión de su mundo sin violentar su cosmovisión y sus valores éticos fundamentales. Sin embargo, varias de las nociones, conceptos y categorías más fundamentales que se han creado desde las ciencias actuales, violentan, desestructuran, e imposibilitan la autocomprensión desde lo indígena. Es necesario, entonces, buscar la forma de abrir ese espacio hacia nuevas reflexiones, debates y discusiones que permitan crear una nueva condición social del saber.
Tal es el eje central de la propuesta de crear la universidad intercultural. No se trata de producir una institución más que replique las relaciones de poder existentes en la sociedad, y en la que lo indígena sea un aspecto circunstancial o formal en la currícula académica. No se trata tampoco de inventar un espacio de saber reservado solamente para los indígenas, y en el cual los contenidos fundamentales reproduzcan los criterios de verdad del poder, pero esta vez disfrazados de contenidos indígenas. La creación de la universidad intercultural no significa en absoluto la parcelación de la ciencia en una ciencia indígena y otra no indígena. Significa la oportunidad de emprender un diálogo teórico desde la interculturalidad. Significa la construcción de nuevos marcos conceptuales, analíticos, teóricos, en los cuales se vayan generando nuevos conceptos, nuevas categorías, nuevas nociones, bajo el marco de la interculturalidad y la comprensión de la alteridad. Es en virtud de ello que se trata de la apertura de un espacio nuevo, de un carácter diferente a aquel de mediados de los ochenta cuando se creó la Conaie, pero que dadas las condiciones actuales de globalización, cambio tecnológico y social, será de fundamental importancia para asumir los retos del futuro.
Hasta ahora, la ciencia moderna se ha sumido un soliloquio en los cuales ella misma se daba los fundamentos de la verdad desde los parámetros de la modernidad occidental. Sus categorías de base eran siempre autoreferenciales, es decir, para criticar a la modernidad era necesario adoptar los conceptos hechos por la misma modernidad, y para conocer la alteridad y la diferencia de otros pueblos, era también necesario adoptar conceptos hechos desde la matriz de la modernidad.
Es por ello que para la comprensión de los pueblos, naciones o tribus que estaban fuera de la modernidad se hayan creado ciencias como la etnología, la antropología, en las cuales el sujeto que observaba y estudiaba no podía comprometerse ni contaminarse con el objeto estudiado. Los pueblos indígenas fueron transformados en objetos de estudio, descripción y análisis. Conocer y estudiar a los indígenas compartía la misma actitud vivencial y epistemológica con la cual se deberían estudiar, por ejemplo, los delfines, las ballenas o las bacterias. Este distanciamiento supuestamente determinado por las condiciones de saber, excluía la posibilidad de autocomprensión de los pueblos indígenas.
Así, vastos dominios de la ciencia, no permitían la inclusión de lo «extraño» y lo «diferente» dentro de sus fronteras de conocimiento. Por ejemplo, la ciencia económica actual, no tiene un solo instrumento teórico, ni una sola categoría de base o un solo concepto, que le permita estudiar las formas económicas fundamentales de las comunidades indígenas, en la ocurrencia, el caso de la minga como institución económica. Como no existen los referentes teóricos entonces se niega validez y existencia real al fenómeno social. La minga existe pero es solo un caso digno de atención de la antropología, en el mejor de los casos, pero no de la economía.
Si la ciencia moderna se ha sumido en un soliloquio y si las condiciones de saber siempre están implicadas en las condiciones de poder, entonces cómo generar las condiciones para un diálogo? Cómo articular la interculturalidad dentro de los límites de la epistemología y de la producción del conocimiento? Cómo aportar a la aventura humana del conocimiento desde nuevas fuentes?
La Universidad Intercultural está pensada justamente en esa dimensión teórica, pero también tiene una dimensión deontológica y ética, en la cual el eje vertebrador es la noción de interculturalidad, como propuesta para aceptar las diferencias radicales y construir un mundo más justo, equitativo y tolerante.
Luis Macas
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador se gestó en los primeros años de la década de los 80, a partir de la reflexión interna de los pueblos de las nacionalidades indígenas por constituir una unidad nacional y sobre todo para tener una representación y una voz única. La Confederación nace en el 86, después de 6 años de debates.
Las discusiones giraban acerca de lo indígena, de las nacionalidades, de la continuidad histórica de los pueblos indígenas, la necesidad del territorio, es decir una serie de conceptos fundamentales en aquella época. Mientras para algunos sociólogos y economistas la década de los 80 fue una década perdida, para nosotros es una década ganada, porque en este tiempo nace con mucha fuerza el movimiento indígena.
Los pasos iniciales de la CONAIE fueron más bien de lucha reivindicativa; había movilizaciones en torno a cosas muy puntuales, muy sectoriales. Recordamos por ejemplo en 1988 y 89, se luchaba por un sistema de educación muy diferente al tradicional. Con el transcurrir del tiempo, mientras avanzamos hacia la unidad de los diferentes pueblos, los planteamientos indígenas han cambiado. En el 90 por ejemplo surge con mucha fuerza el levantamiento indígena.
Una de las cosas que logró el movimiento indígena fue el reconocimiento de que el Ecuador no está habitado solamente por blancos como se había dicho, el resto no existía simplemente, o no contaba para nada. El movimiento indígena del 90 cambió toda la correlación social que había en el país, se impulsó el reconocimiento de la identidad de los diferentes grupos sociales, los mestizos, los indios, los negros.
Este proceso avanza en 1994; los indígenas desde nuestro espacio, desde la lucha social estuvimos prácticamente legislando ya, planteamos por ejemplo la reestructuración de la tenencia de tierras en el Ecuador, hicimos propuestas sobre el uso de los recursos naturales, como por ejemplo el agua que se iba a privatizar.
En 1995 el movimiento indígena decide entrar en la palestra política y a finales del 95 se crea el Movimiento Pachakutik, no con objetivos de captar una autoridad municipal, una autoridad provincial o una autoridad nacional; nace como una propuesta de cambio, una propuesta de reestructuración del Estado, convocando a diferentes sectores sociales, políticos, etc. El espectro y el espacio indígenas se expanden mucho más hacia otros sectores con esta convocatoria; dentro del Pachakutik no estamos solo los indios, están los trabajadores, los sindicatos, están los colegios de profesionales, abogados, médicos, etc., están los organismos no gubernamentales que trabajan más en acciones concretas de las comunidades, están los ecologistas, un frente político de mujeres indígenas y no indígenas, participamos todos.
En 1996 cuando, junto con 5 compañeros llegamos al Congreso Nacional y también obtuvimos varias alcaldías, concejalías municipales y consejerías provinciales, nos dimos cuenta de que faltaba un componente fundamental localizado en las áreas técnica y científica. Al comienzo pensamos hacer una serie de escuelas de capacitación para jóvenes, para dirigentes, para compañeros y compañeras, pero esos cursos no tenían sustento, era necesario realmente lograr toda una formación política y técnica.
Al interior del Congreso Nacional reflexionamos sobre la creación de la Universidad, que era un viejo sueño de la CONAIE desde que en 1989 se institucionalizó la educación intercultural bilingüe. En esa propuesta se expresaron las primeras ideas sobre la Universidad Indígena. En 1996 empezamos a reflexionar sobre esta institución como una universidad alternativa y en 1998 presentamos el proyecto al Congreso Nacional. Como no encontramos apoyo político en esta instancia, pusimos en consideración de todas las organizaciones el producto de la reflexión y ellas sugirieron buscar otra estrategia para poder salir con la Universidad.
Nos ha costado mucho tiempo, el esfuerzo de varias personas, hombres y mujeres indígenas y también no indígenas. En este equipo de creación de la Universidad estamos indígenas y no indígenas, porque proclamamos la interculturalidad. Siempre pensamos en una universidad diferente a las demás, respaldada por el Convenio 169 de la OIT sobre los pueblos indígenas y con el apoyo de universidades del exterior.
Para la definición de las áreas de estudio, sondeamos el interés y la demanda de nuestra gente y resolvimos trabajar sobre Pedagogía, técnicas de producción, más concretamente Agroecología, y Derecho Indígena, porque la administración de justicia que viene con los conquistadores no funciona, sirve para mantener la impunidad y la corrupción. Hemos reflexionado sobre la administración de justicia que practicaron nuestros antepasados, este derecho tiene que ser respetado, y que no lo llamen derecho consuetudinario.
Nuestra propuesta de universidad propone establecer una diferencia con respecto a otras universidades, tanto en los contenidos como en la metodología de estudios.
En el caso de Pedagogía, hay una necesidad apremiante de formar un nuevo equipo profesional ya que hay alrededor de 2 800 escuelas dirigidas por compañeros indígenas, hombres y mujeres en el programa de Educación Intercultural Bilingüe. Lo que se necesita es una escuela distinta, donde fundamentalmente se cuente con la participación de la comunidad, una pedagogía que practicaron nuestros viejos. El eje central de un proceso social es la comuna o son los «ayllus», como lo llamamos en Bolivia, en Perú y aquí; es una institución originaria y reconocida.
En lo que tiene que ver con Agroecología, es importante que estas regiones dejen de ser el gran depósito de basura y el mercado idóneo para los agroquímicos que prácticamente han inundado nuestras tierras, inclusive en la Amazonía donde ni siquiera son necesarios; sin embargo nuestra gente ya los siente como una necesidad. Hay que revitalizar lo nuestro, como nuestros padres cultivaron los productos de la tierra, como los tubérculos, pensemos cuántas clases de papa hubo aquí en América. Esa sabiduría se está perdiendo con la famosa ingeniería genética, que pretende producir la papa más bonita, más blanca.
En cuanto a la modalidad de la universidad, no es que tenemos un edificio enorme, grande para que la gente venga acá, a Quito, a Guayaquil o a Cuenca. En un estudio se concluyó que el 0,05% de estudiantes universitarios del país son indígenas; la cifra es insignificante, aunque indica un esfuerzo propio de la gente que viene a la ciudad, pero estudia y muchas veces se queda aquí, en la ciudad. En cambio, nuestro lema y nuestra práctica va a ser la universidad hacia el campo y no la comunidad hacia la universidad; vamos a trabajar con el sistema de universidad abierta y sobre todo con el sistema de universidad a distancia; vamos a hacer una serie de talleres tanto con la ayuda de gente de fuera como de nuestro país.
Los conocimientos que la humanidad ha producido hasta este momento no son patrimonio de nadie, no es ni de Occidente, ni de Oriente, es un patrimonio humano y creo que los pueblos indígenas tenemos el absoluto derecho de aprovechar lo que la humanidad ha hecho hasta el presente. Nuestros viejos ya lo hicieron, no es una cosa nueva, los elementos nuevos que tenemos en nosotros cuando son válidos, han sido incorporados.
La Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas está coordinando algunas iniciativas que existen en el Perú y en Bolivia, donde está la denominada Red Tinku; ellos tienen ya una experiencia con universidades de Dinamarca, Finlandia y Suecia. Hemos llevado a cabo algunos talleres sobre la creación de la Universidad, también en el sentido de unificar estas iniciativas, sobre todo pensando en el gran pueblo quechua o quichua, que está en Bolivia, parte de Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Colombia. La resolución de crear una entidad científica, académica como una universidad, fue tomada en una reunión en el Cuzco en octubre del año anterior, precisamente, como una necesidad del pueblo quechua, en la perspectiva de la construcción de la gran Confederación Quechua en todos estos países.
Otra diferencia de nuestra propuesta es que no tenemos en la mano bibliotecas sobre nuestros conocimientos, sobre nuestros valores, por lo tanto las asignaturas están basadas fundamentalmente en la investigación. Ahora las universidades parecen cosas muertas, no son cosas vivas, no hay una alimentación de la ciencia, de la actualización de la ciencia, porque la ciencia no es algo que se desarrolló hace siglos y que sigue siendo exactamente igual, la ciencia tiene que estar al servicio de la humanidad, al servicio de un proceso concreto, real. En ese sentido, vamos llevar adelante nuestro proceso con mucha rigurosidad porque queremos que la gente confíe en esta universidad; no vamos a aceptar la mala calidad como se da en muchas universidades porque la nuestra es el producto de una presión social, sobre la justicia, sobre la sobrevivencia, la producción, en el afán de rescatar y desarrollar algo nuestro y algo que no afecte a la madre naturaleza.
Luis Macas Ambuludi
Alfredo Lozano Castro
Marco referencial
La Universidad ecuatoriana y en general la de los países andinos, se debate de forma dramática con una herencia colonial que impide » aprender volviendo posible a sí mismo», a partir del conocimiento de la propia realidad histórica – cultural.
La historia de esta proceso – como todos lo sabemos – , se inicia en el siglo XVI, cuando la cultura europea (occidental), pretenciosamente universalizó su proyecto civilizatorio, con lo cual, el conocimiento de la verdad pasó a ser de exclusiva pertenencia de los extirpadores de idolatrías, inquisidores de la fe y el saber, profetas y santos varones. Primero se apeló a la labor de los misioneros de la fe, quienes enseñaban la infalibilidad de sus dogmas y las infinitas recompensas para los fieles creyentes que en ellos creyeran. Siglos después, luego de los avatares y pugnas entre fe y razón, vinieron los misioneros de la razón científica, quienes con sus brillantes teorías trataban de explicar realidades muy distintas a la suya propia.
La Universidad en la colonia, era ante todo una fuente de conocimientos extraños; a causa de esta situación, su papel era artificial, sin ninguna relación con el mundo indígena, al cual incluso ignoraba y negaba su existencia , es obvio señalar que en este período, el impacto de la universidad sobre su propia realidad, fue enajenante, y útil a la administración colonial y las élites locales.
Era la época en que la corona española, y las potencias coloniales europeas, se habían auto atribuidouna vocación civilizadora, en beneficio de los «infelices» pueblos indígenas, quienes fueron despojados, ante todo, de sus propias creencias filosóficas -religiosas, creaciones, saberes, conocimientos y técnicas, de la misma manera que fueron despojadas de sus riquezas y fuerza de trabajo, hecho que, vale decir, no ha cesado durante estos quinientos años .
La teoría colonial acerca de la identidad cultural de los pueblos colonizados, tenía sus respuestas propias: cualquier identidad debía hacer frente a la cultura, a la personalidad, y a la religión del colonizador, a la lengua e incluso a sus costumbres; evidentemente, se trataba de un proceso de destrucción y asimilación, muy alejado del reconocimiento a la identidad, el indígena desindianizado tenía que renunciar a ser lo que es, adoptando los caracteres del modelo impuesto, abandonando su propia y original respuesta al reto de su propia naturaleza, y adoptando como si fuera suya la respuesta que el hombre ha dado a otro reto en otro mundo. (Tinajero, Fernando: 1986).
En los siglos de colonización, la única actividad cultural permitida a los pueblos sometidos, era aquella que los apartaba de sus raíces históricas y los dejaba vacíos de todo pensamiento coherente, incapacitándolos para reaccionar más allá del entrenamiento mecánico que sufrían, con la finalidad de volverlos pasivos y obedientes. Los responsables de las políticas coloniales, conocían bien el peligro de la identificación cultural de los pueblos nativos con su propia civilización, y la conciencia social que ello acarrea; de ahí el celo que tenían con la educación religiosa (católica, apostólica, y romana ), y la prohibición de las manifestaciones culturales que alentaban la generalización de los sentimientos comunes de los pueblos nativos.
El surgimiento del Estado republicano, se hace sobre una nación dividida en grupos étnicos, que tenían más contradicciones que unidad política; durante la vida republicana prevalece la pugna por el control económico del país. Los intereses económicos de los grupos criollos herederos del poder colonial, inciden en las estrategias de la planificación nacional y muchas veces se volvieron fuerzas interventoras y destructoras de los movimientos de liberación nacional. En suma, la mentada unidad nacional en el nivel político, no siempre descansa sobre la unidad económica, social y aún menos cultural.
En la actualidad, los pueblos y nacionalidades indígenas cansados de haber sido relegados a ser meros espectadores del acontecer nacional, y estar condenados a la marginación impuesta por los sectores dominantes criollos, que les exigen renunciar a su larga tradición cultural, imponiéndoles la cultura europea occidental, convertida en el paradigma a imitar, están sacudiéndose del yugo colonial y haciendo frente a los embates de la neo- colonización; en esta circunstancias, la necesidad de una identificación cultural con sus tradiciones y con su propio proceso histórico cobran mayor significado y es en este contexto en donde se inscribe la propuesta de creación de la UNIVERSIDAD INTERCULTURAL DE LAS NACIONALIDADES INDIGENAS, como un instrumento que permita revalorizar los aportes y conocimientos que durante milenios han dado coherencia y personalidad a los pueblos andinos, para incorporarlos como sustento principal de la identidad cultural indoamericana.
El proceso político del movimiento indígena y la necesidad de la universidad intercultural
Durante esta última década, la irrupción del movimiento indígena en el escenario político ecuatoriano, tenía como objetivo lograr una participación activa en las decisiones que afectan la vida de los pueblos indígenas y que durante siglos, a partir de la colonización española/europea fueron conculcados.
Estos años hemos levantado la lucha por la elaboración de una Nueva Carta Política, que recoja nuestros derechos legítimos, aceptando la diversidad de etnias, nacionalidades y culturas que habitan el estado ecuatoriano y que además sirva para construir un nuevo país sin exclusiones y donde todos los ecuatorianos tengamos los mismos derechos y aspiraciones.
Por otra parte, la crisis del sistema educativo tradicional, vigente en el país, ha planteado la necesidad de proponer innovaciones y propuestas que contribuyan a una nueva formación de nuestra educación. Un reciente diagnóstico general sobre el sistema educativo ecuatoriano (MEC: 1990), revela la crisis de la educación y, en especial, la educación universitaria. Las disfuncionalidades se manifiestan entre la inadecuada formación docente, y la heterogeneidad cultural, y el desarrollo socioeconómico del país, situación que se evidencia en la baja calidad del proceso enseñanza – aprendizaje, existiendo serios desajustes internos y externos, que sobre todo son patentes, en la investigación, cuyos resultados son muy bajos o casi nulos.
Es decir, la formación de profesionales adolece de la carencia de una educación integral, pues su formación se ha centrado en el adiestramiento para resolver problemas relacionados con su profesión (ingeniería, arquitectura, medicina, etc.), y muchas veces este adiestramiento no considera la realidad socioeconómica y cultural del país, lo cual impide ofrecer respuestas propias a las necesidades de la gente.
Frente a este panorama, es obvia la necesidad de una reforma educativa integral , tanto en las estructuras y los procesos, como de los fines del sistema educacional, cuya crisis repercute en la crisis de la cultura ecuatoriana; la educación superficial, retórica y banal, no ha planteado ningún problema en su verdadero terreno, sin cimientos, huérfana de conocimientos, sin rumbo o proyecto, no ha ofrecido soluciones factibles, y ha sido incapaz de formar profesionales con un mínimo nivel de creatividad, porque desconocen su propia realidad.
Repensar en la educación significa por una parte, enriquecer el espacio cultural, sin marginar o excluir a los grupos sociales, respetando su idiosincracia y sistema de valores que condicionan sus actitudes y comportamientos, que son los que crean y proyectan la cultura. De otro lado, también significa rescatar al individuo con su potencial intelectual, sensibilizándole en el proceso educativo, reconociendo sus capacidades y limitaciones, proveyéndole de destrezas, habilidades, actitudes, e información básica, que posibilite su realización como persona, capaz de avanzar y progresar a partir de la toma de conciencia de los valores y realidad propia.
Las razones expuestas, y principalmente aquella que tiene con la disfuncionalidad educativa frente a la diversidad cultural, indujeron al movimiento indígena ecuatoriano a plantear la Educación Intercultural Bilingüe, la misma que cuenta actualmente con aproximadamente 82.000 alumnos, quienes potencialmente requieren complementar su formación en un nivel superior. Es así que, recogiendo una necesidad sentida por los pueblos indígenas, estamos impulsando en la actualidad, el Sistema Integral de Educación Bilingüe Intercultural, SIEBI, que contemple desde la formación pre-primaria ( HUAHUA HUASI ), hasta la superior (YACHAC HUASI ).
El Sistema integral de Educación Bilingüe Intercultural
La propuesta del Sistema Integral de Educación Bilingüe Intercultural, (SIEBI), en su nivel superior, por sobre todas las cosas debe sustentarse en la investigación y un proceso de interaprendizaje, que puede ser informal (es decir, no reglados en las ataduras académicas de las clases presenciales) e itinerante, para posibilitar la incorporación de alumnos interesados, en cada pueblo o comunidad, quienes con su experiencia contribuirían al rescate de nuestros conocimiento ancestrales y saber de nuestros pueblos o comunidades, para formar nuevos profesionales que se ocupan de campos del saber como; la medicina indígena, la agroecología Andina, La Biodiversidad (fauna y flora autóctonas), la lingüística y filología, la ordenación territorial y planificación de asentamientos humanos autosuficientes, la gestión del desarrollo local sustentable, la cosmovisión y Filosofía Indígena, entre otros.
En síntesis, creemos que el conocimiento propio es el origen de la toma de conciencia sobre la realidad interactuante; y es en este campo donde el tema de la identidad cultural cobra mayor sentido, porque surge cuando la conciencia social alcanza un determinado nivel de desarrollo, de manera que permita justamente plantear esta búsqueda, es decir, indagar sobre la propia memoria histórico cultural y la de otros pueblos, con el fin de encontrar los nexos profundos con la sociedad de hoy, para establecer nuevas relaciones sociales que posibiliten al mismo tiempo, el desarrollo personal y cultural.
El horizonte estratégico de la educación intercultural
La experiencia alcanzada en el Sistema de Educación Bilingüe Intercultural y las actuales necesidades o requerimientos técnicos, planteados en los proyectos de investigación y desarrollo, elaborados por nuestra organizaciones, han puesto en evidencia la falta de recursos humanos especializados en determinadas áreas del conocimiento indígena. Es por ello que algunos estudios de ONG’s indígenas, han recomendado la celebración de convenios con centros de educación superior nacionales de acuerdo a los requerimientos del mundo indígena.
En este contexto, parece necesario, primero identificar los objetivos generales relacionados con la implementación del Sistema Integral de Educación Bilingüe Intercultural, para definir los objetivos particulares de las Universidad Intercultural, así como los fines que se persiguen en ambos casos.
El sistema integral de Educación Bilingüe intercultural, SIEBI, persigue los siguientes objetivos.
1. Rescatar la integralidad del conocimiento entre la práctica y la teoría que es un enfoque propio de la cosmovisión indígena. No existe separación y permanentemente hay retroalimentación de ambos aspectos, dirigiéndose siempre hacia la realidad social.
2. Permitir un acceso intercultural a otros sectores de la sociedad no indígenas, mestizos y /occidentales. Es decir plantear la lectura del mundo desde el diálogo intercultural, como una perspectiva diversa y válida para toda la humanidad.
3. Recoger las realidades diversas de la población a la que accedería el sistema. Es posible plantear los conocimientos de los pueblos indígenas como una alternativa a un sistema sin equidad y excluyente, que es responsable de la destrucción de la sociedad y el planeta. La propuesta del SIEBI, permitirá generar conocimientos y propuestas científicas desde nuestros pueblos, bajo la combinación de conocimientos, y hacia la posible construcción de saberes más humanizantes.
4. Participación de todos, al igual que en las estructuras comunitarias, en el proceso educativo, este un principio rector de la propuesta del SIEBI. Esta práctica de la democracia en la cotidianidad, tan propia de nuestras comunidades, será una constante en todos los espacios de educación.
Los objetivos más específicos inherentes a la apertura del espacio de la educación superior, y la Universidad Intercultural, son:
1. Ofrecer al conjunto de la sociedad nacional, una alternativa frente a la formación escolástica y limitante de las instituciones educativas existentes, que imparten repetitivamente destrezas básicas para sus «discípulos», sin considerar las diferencias culturales, las necesidades de los pueblos, la posibilidad de nuevos saberes.
2. Constituirse como la culminación académica dentro del proceso del Sistema integral de Educación Bilingüe Intercultural, donde permanentemente se desarrollará el conocimiento de nuestras nacionalidades, partiendo con el proces9 de interaprendizaje desde las bases.
3. Convertir el espacio educativo universitario, como ámbito de conocimientos humanos de carácter universal en uno que cobije la gama de saberes de los pueblos indígenas, entramado con los conocimientos de occidente que nos permitan potenciar de mejor manera nuestro acervo civilizatorio.
4. Acceder a un espacio educativo post – bachillerato, no convencional, e itinerante – que coadyuve a la formación integral bilingüe intercultural, que ya existe en los niveles preprimaria, básico y de bachillerato. El acceso podrá darse para las personas tanto indígenas, como no indígenas; personas con diferentes niveles de formación, bajo la consideración que al acceso a la educación tradicional ha sido sesgado para las poblaciones indígenas, por una sociedad excluyente.
5. Brindar una formación de excelencia para los estudiantes, y en directa relación con los requerimientos reales de los Pueblos Indígenas, realizando las propuestas alternativas de éstos y en respuesta a las necesidades del país.
La finalidad de construir el nuevo espacio educativo
La finalidad tanto del SIEBI, como de la UINPI, es construir un espacio en el que puedan empezar a debatirse y crearse nuevos análisis con las categorías del pensamiento de los Pueblos Indígenas. Dichas formulaciones teóricas, nos permitirán una aprehensión del mundo desde la perspectiva de un desarrollo armónico, ser humano-naturaleza, o como se lo conoce en términos occidentales «desarrollo sustentable «. Al respecto los fines que se persiguen son:
1. recuperar la visión integral e interdisciplinar, con respeto a la biodiversidad étnica y cultural que caracteriza el pensamiento de los pueblos originarios.
2. Rescatar los conocimientos indígenas que desde la oralidad se han mantenido en la vivencia cotidiana de las culturas originarias. Estos saberes no siempre coinciden con el nivel de profesionalización al estilo occidental.
3. Formar nuevos profesionales que se ocupen de poner en práctica. Los conocimientos de los indígenas, así como, sepan aprovechar los recursos y potencialidades locales, de manera que permita generar nuevas fuentes de trabajo.
COCLUSIONES.-
La propuesta de Universidad Intercultural de las Nacionalidades indígenas surge de un proceso de Educación Intercultural Bilingüe que tiene antecedentes en el trabajo político, organizativo y estratégico de los Pueblos Indígenas, y en la recuperación permanente del patrimonio cultural y la memoria história.
El nuevo proceso del SIEBI, que se requiere implantar, exige además de su fortalecimiento, la creación de éste espacio universitario en donde se recreen sus niveles de reflexión teórica, debate académico, investigación científica desde las premisas de la interculturalidad, y se confronte esta producción con el pensamiento existente.
La tarea de crear una Universidad, que responda a la diversidad cultural de nuestro país es una sentida necesidad. Para ello es necesario partir de nuevas concepciones que se sustentan en los presupuestos de la identidad cultural, disciplina cada vez más firme y creciente, muy discutida, hoy en el mundo, y que sirve de base filosófica a los pueblos que intentan salir del neo – colonialismo intelectual. En este contexto, en los países que estuvieron y están sometidos al yugo de la cultura europea, descolonizar el sistema educativo todavía imperante en las universidades, es una urgencia histórica impostergable.
La nueva Universidad debe alentar el debate y la autocrítica entre la modernidad y las diferentes formas de alteridad, es decir, entre la herencia cultural y los nuevos aportes que inducen a la transformación social. También debe incentivar al diálogo, entre los individuos creadores de bienes culturales y el pueblo, es decir, el diálogo, entre el sujeto y el objeto de este proceso de identificación. En este sentido, se deben aumentar los niveles y calidad de la investigación, como instrumento para el para la transformación y regeneración crítica de la sociedad, y la realidad histórica. También, es evidente la necesidad de desmantelar las pretensiones dogmáticas de absolutez y universalidad del cientificismo occidental y la desaparición de los patrones culturales que se derivan de ello; en la crítica situación actual por lo que atraviesan más de las tres cuartas partes de la humanidad, es imprescindible la necesidad de cambiar de mentalidad para rescatar nuestra creatividad cultural y ofrecería al concierto mundial de naciones.
، EH AHI EL DESAFIO DE LA UNIVERSIDAD INTERCULTURAL DE LAS NACIONALIDADES INDIGENAS DEL ECUADOR EN EL NUEVO MILENO!
Instituto Científico de Culturas Indígenas
Introducción
El resumen de la propuesta técnica académica que a continuación se presenta se ha venido generando en el conjunto de la sociedad nacional y particularmente al interior de las nacionalidades y pueblos indígenas, en torno a la creación de la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas, que responda a las expectativas de una educación superior alternativa, que considere, la diversidad e interculturalidad, como componentes que aporten en la construcción del conocimiento y una nueva forma de entender la sociedad ecuatoriana.
La exclusión del proyecto educativo nacional de una parte de la población ecuatoriana que había tenido – y tiene – presencia física, económica, cultural, social y territorial en el contexto del país, esta condenada a desaparecer, no sólo por mandato de las resoluciones internacionales en las cuales el estado ecuatoriano, se ha comprometido hacerlas cumplir, sino también, porque dicha exclusión, ha significado dejar de lado, las aportaciones de las nacionalidades y pueblos indígenas, en la construcción del conocimiento y principalmente en la formación de una identidad nacional; la cual, por otro lado, requiere de un centro de estudios superiores que considere a la diversidad, como un elemento sustancial del quehacer educativo y que lleve aparejado el respeto al «otro», como principios que definen sus propias conceptualizaciones a través de un acercamiento respetuoso al conocimiento ajeno y por cierto nuevo.
Por otra parte, la creación de un centro de estudios superiores, es una vieja aspiración de los pueblos originarios de nuestro país, los primeros pasos, datan del año 1987, cuando la Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, propone dentro de su plan de trabajo la creación de la dirección de educación intercultural bilingüe, enfocada a la educación básica y secundaria. Posteriormente, se plantea que el sistema de educación intercultural debe ser integral y su organización debe responder a las exigencias de todos los niveles, desde el pre-primario hasta el nivel superior, debiendo en cada uno de ellos, recoger y recrear la sabiduría original de las nacionalidades indígenas, para cumplir un papel revitalizador en la formulación de las propuestas políticas y culturales.
En este contexto, empiezan a surgir diferentes iniciativas para la creación de un centro de estudios superiores para la población indígena, desde varios sectores interesados en esta tarea; es así como, la CONAIE (1998), decide establecer la red Tinku (apoyando una propuesta a nivel de los países andinos: Perú, Bolivia y Ecuador), para realizar cursos de formación y capacitación; por otra parte, la CONFENAIE, también auspicia la creación de la Universidad de la Amazonía, la cual viene funcionando con el patrocinio de la Universidad estatal de Cuenca. Estos precedentes, además de la numerosa población estudiantil egresada de los colegios de educación intercultural bilingüe, señalan la necesidad de crear una universidad intercultural, que responda a las exigencias de las nacionalidades indígenas, y contribuya a potenciar la diversidad cultural, y fortalecer la identidad nacional, en la perspectiva de la construcción de un país plurinacional.
1 PLAN ESTRATEGICO DE DESARROLLO INSTITUCIONAL Y ESTRUCTURA ORGANICA FUNCIONAL
1.1. Situación de la universidad ecuatoriana
La educación superior en el Ecuador, ha significado la repetición de esquemas metodológicos y teorías importadas desde otras latitudes que han alimentado la aculturación de la juventud ecuatoriana, este proceso se inicio en el siglo XVI cuando la cultura europea, pretenciosamente universalizó su proyecto civilizatorio; la universidad en la colonia era principalmente una fuente de conocimientos extraños que convalidaban la situación de explotación de los pueblos originarios de este continente. El surgimiento de la república del Ecuador (1830), no trajo consigo cambios profundos en la estructura del sistema educativo colonial, signado por los dogmas religiosos, el escolasticismo y enciclopedismo, características que no escapan a la educación superior, la cual además, respondía a los intereses de la emergente sociedad criolla (blanco mestiza), que capitalizo en su beneficio la «emancipación política», excluyendo de los mismos, a la población indígena.
En la época actual, la universidad ecuatoriana, tiene serias dificultades para adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad, y a las transformaciones en los aspectos tecnológicos y científicos del mundo moderno, por tanto le cuesta abrirse a nuevas corrientes del pensamiento y a la oportunidad de plantear innovaciones de tipo estructural, tanto en lo académico como en lo administrativo, de manera que su modernización no se considere como un obstáculo para su desarrollo, sino más bien, una motivación profunda para el cambio al interior de su estructura, en la búsqueda de alternativas propias, que se apliquen creativamente en las estructuras académicas y administrativas.
La universidad en general, ha vivido de espaldas a la realidad, su interpretación de la misma, al calor de corrientes de pensamiento provenientes del exterior ha marcado fuertemente su concepción formativa. Había la necesidad de estar atento con las corrientes revolucionarias que se expresaban en la sociedad europea contemporánea, el riesgo de no estarlo, significaba ser considerados reaccionarios, de esta manera se trasladaron teorías y esquemas de análisis social, que fueron aplicados en forma mecánica, para entender la realidad nacional. Para los difusores e intérpretes de las corrientes de pensamiento, que señalaban el horizonte del pensamiento universitario ecuatoriano, no existía la diversidad, de ahí, que en sus reflexiones teóricas, el componente étnico era parte de un Ecuador invisible que debía desaparecer o esconderse tras los análisis, entre otros, del materialismo histórico – dialéctico, por ello el conocimiento, cosmovisión, ciencia, sabiduría y técnicas nativas, no eran aspectos dignos a ser investigados, peor aún, a ser tratados dentro de los pensums académicos. La proclamada «democracia universitaria», por acción u omisión, en la práctica ha sido excluyente, pues no ha considerado en la elaboración de sus programas académicos y formativos, la participación de todos los grupos sociales del país, dando muestras del desconocimiento de la realidad circundante, e ignorando la pluriculturalidad y diversidad que caracteriza a la formación social ecuatoriana.
Otra de las constantes de la educación superior ecuatoriana ha sido la ausencia de planes nacionales de investigación, lo que ha significado una producción casi nula de aportes al conocimiento científico y por consiguiente a la sociedad en su conjunto. Posiblemente la poca investigación que existe, no ha incidido en el desarrollo nacional, de ahí la creencia en la opinión publica, que la universidad no responde a las expectativas que alrededor de ella se han generado. Sólo en la recientemente aprobada Ley de Educación Superior (Art. 2. Mayo del 2000), se manifiesta que …»Las instituciones del Sistema Nacional de Educación Superior, esencialmente pluralistas, están abiertas a todas las corrientes y formas del pensamiento universal expuestas de manera científica. Dirigen su actividad a la formación integral del ser humano para contribuir al desarrollo del país y al logro de la justicia social, al fortalecimiento de la identidad nacional en el contexto pluricultural»; esta nueva realidad abrirá enormes posibilidades a propuestas educativas innovadoras, como es el caso de la universidad intercultural de las nacionalidades y pueblos indígenas.
1.2. Una Universidad Intercultural para la diversidad
La UINPI se define como una comunidad de universidades enfocada a la educación superior de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas de la Comunidad Andina de Naciones bajo unos mismos principios de interculturalidad, multilingüismo, diversidad, fortalecimiento y desarrollo de la identidad, cosmovisión, ciencia y tecnología de los pueblos indígenas; dichos principios no son excluyentes de otros pueblos y están abiertos al conjunto de la sociedad. El ámbito de actuación de esta universidad, será la Comunidad Andina de Naciones; a nivel nacional, se crearán sedes regionales, preferible tres por cada región geográfica, y a nivel internacional, de acuerdo a las necesidades de los países hermanos que se acojan esta iniciativa.
Los cambios sociales y políticos que se operan en la sociedad nacional e internacional y especialmente en la enseñanza superior, permiten pensar y proponer una UNIVERSIDAD INTERCULTURAL PARA LA DIVERSIDAD, pensando que el «otro» es un ser social que aporta desde su cosmovisión, el conocimiento y la práctica vivencial para el desarrollo sostenido de la sociedad. Universidad intercultural para la diversidad porque el mundo del futuro requiere de profesionales que sepan dar respuestas acertadas y aprendan a vivir en armonía con las diferentes culturas que perviven en el país profundo, porque una visión de la diversidad nos permitirá avanzar en la propuesta de edificar una ciencia propia que enfrente las dificultades de una transferencia tecnológica que necesita de ingentes recursos para ser utilizada. Desde esta perspectiva, la realidad cultural del país, para cualquier proyecto universitario, exige tener en cuenta los aspectos siguientes:
La relación intercultural entre las diferentes entidades como una forma consciente de fomentar el intercambio multicultural y el reconocimiento al derecho a la identidad propia; así como, la búsqueda de nuevos conocimientos, y de respuestas adecuadas a las preguntas de quienes somos, que queremos, como vamos a desarrollar los lineamientos generales de nuestra recuperación ontológica, y también el encuentro epistemológico de nuevos saberes. Por otra parte, la propuesta de creación de la universidad intercultural, se fundamenta en la cosmovision y pensamiento de los pueblos originarios de la América nuclear andina, y su forma de entender la educación, la cual se manifiesta, a través de su cultura milenaria; al respecto, las referencias históricas de los cronistas destacan que en el Tawantin suyu, había una institución educativa, a manera de universidad denominada YACHAHUASIC, establecimiento de enseñanza para los gobernantes. También la ACLLA HUASI, parece cumplió igual papel con las acllakuna warmi o mujeres escogidas.
Las ciencias que se cultivaron en estos antiguos centros de estudio fueron: Filosofía, Cosmología, Astronomía y Geometría, estas últimas en relación con la Matemática y la Geometría. También trataron Teología, Historia, Geografía, Medicina y Derecho. En referencia a las ciencias que se deducen de los conocimientos astronómicos, destacan: Geometría, Aritmética, Geografía y Arquitectura; todas ellas aplicadas en las diferentes manifestaciones técnicas y artísticas, conforman el corpus básico de la ciencia andina, los testimonios patentes en las obras escultóricas, construcciones arquitectónicas y planificación territorial, sobre todo en el simbolismo topológico de la ciudad, cuya concepción y diseño expresa magistralmente la cosmovisión indígena, reflejan los logros y la capacidad de síntesis del saber andino.
La razón de ser de la Universidad, se sustenta en presupuestos teóricos propios, y está profundamente comprometida con la realidad de las comunidades indígenas; a partir de su cosmovisión irá elaborando conceptos filosóficos que refuercen el proyecto de construcción de una universidad para la diversidad, sirviendo como base para la producción de nuevos conocimientos, dentro de una lógica que responda al contexto social, cultural y político de las comunidades indígenas, mestizas y negras. En este sentido, la búsqueda, recuperación y reafirmación de la identidad, constituye un elemento clave, no en vano, «la identidad es uno de los elementos fundamentales en los seres humanos, es el hecho de saber y conocer su propia historia, las raíces de su pasado como individuo y como pueblo, esto nos da la posibilidad de ver con claridad como vivimos en el presente sabiendo de donde venimos para saber posteriormente hacia donde caminaremos en el futuro». (Universidad para los Pueblos Andinos. Proyecto: Instituto Superior de Educación Intercultural. Pág. 3).
1.3. Caracterización de la Universidad Intercultural
La Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas, se concibe como un centro de estudios superiores que responde propositivamente a la preocupación de los pueblos indígenas que buscan con pleno derecho la posibilidad de acceder a una educación universitaria de calidad y que dé respuesta a las necesidades de los sectores menos favorecidos de la sociedad, en los componentes de la ciencia y tecnología, la sabiduría y prácticas culturales, la cosmovisión, filosofía y espiritualidad, así como, la organización política y economía comunitaria, tradicionalmente olvidada s en la elaboración de los pensum académicos universitarios.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, (Art. 26, párrafo 1), establece que el acceso a los estudios superiores debería estar basado en los méritos, la capacidad, los esfuerzos, la perseverancia y la determinación de los aspirantes y, en la perspectiva de la educación a lo largo de toda la vida, podrá tener lugar a cualquier edad, tomando debidamente en cuenta las competencias adquiridas anteriormente. De acuerdo con este mandato, la UINPI, se propone facilitar el acceso de los miembros de las nacionalidades y pueblos indígenas, u otros grupos desfavorecidos, (adultos, mujeres, y discapacitados), puesto que esos grupos, tanto colectiva como individualmente, pueden poseer experiencias y talentos que resultarían muy valiosos para el desarrollo de la sociedad nacional.
Por otra parte, el progreso del conocimiento mediante la investigación en todas las disciplinas, es una función esencial de todos los sistemas de educación superior puesto que cuando la educación superior y la investigación se llevan a cabo en un alto nivel se logra una potenciación mutua de la calidad educativa. En este sentido, la UINPI fomentará y reforzará la innovación, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad en los programas educativos y de investigación, fundando las orientaciones a largo plazo en los objetivos y necesidades sociales y culturales, de manera que se pueda:
La ética y estética, como hechos intrínsecos al pensamiento y propuesta universitaria, girarán alrededor de tres principios fundamentales que rigen el accionar de los pueblos indígenas; que son: SHUG SHUNGULLA, SHUG YUYALLA, SHUG MAQUILLA, (UN SOLO CORAZON, UN SOLO PENSAMIENTO, UNA SOLA ACCION). Los valores que se impartirán, tendrán como sustento tres mandatos de los pueblos originarios que son: AMA SHUA, AMA QUILLA, AMA LLULLA. (NO ROBAR, NO MENTIR, NO SER OCIOSO); entre los valores generales se destacan:
Desde esta perspectiva la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas, se convertirá en una alternativa valedera, cuya dimensión holística, permitirá responder a los nuevos retos del siglo XXI, en la medida de formar profesionales con capacidad de recrear dinámicamente nuestra realidad y contribuir en la solución de los múltiples problemas que aquejan al país y la comunidad internacional.Dicha visión innovadora para enfrentar los retos del nuevo milenio y de una sociedad plurinacional, multilingüe y pluriétnica, exige tener en consideración los aspectos siguientes:
La misión de la UINPI, está definida por las necesidades presentes y futuras de las nacionalidades y pueblos indígenas, consciente de que la educación superior es esencial para que todo país alcance el nivel necesario de desarrollo económico social y creatividad cultural nutrida por un conocimiento y una comprensión mejores del patrimonio cultural, un nivel de vida más alto y la paz y la armonía internas e internacionales, fundadas en los derechos humanos, la democracia, la tolerancia y el respeto mutuo. Además, recogerá propuestas con enfoque de genero, ya que constituyen el eje transversal de la diversidad cultural de nuestros pueblos; la participación de las mujeres, en la transmisión del saber comunitario y valoración de la identidad son aspectos que definen su existencia como entidades particulares con reconocimiento universal. (Propuesta política desde las vivencias de las mujeres Quichuas de la Confederación de Nacionalidades y Pueblos Quichuas del Ecuador. ECUARUNARI. Quito, 1998. Pág. 5).
En este contexto, la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas, tiene como misión fundamental, formar profesionales con un perfil académico intercultural, que a partir de una cosmovisión propia sean capaces de comprender los adelantos tecnológicos científicos de la sociedad occidental y aplicarlos en la vida cotidiana; pero, fundamentalmente, de formar seres humanos con capacidad de entender la sociedad diversa en la que se desarrolla y aportar con sus conocimientos a la construcción de un Ecuador para todos.
1.4. Objetivos de la creación de la Universidad Intercultural
1.5. Estrategias
La Conferencia mundial de Educación superior para el siglo XXI (UNESCO 1998), establece pautas importantes relativas al mejoramiento de la calidad de la educación superior, que aquí se recogen, con la intención de perfilar las estrategias a seguir por la UINPI. En primer lugar, en un contexto económico caracterizado por los cambios y la aparición de nuevos modelos de producción basados en el saber y sus aplicaciones, así como en el tratamiento de la información, se debe reforzar y renovar los vínculos entre la enseñanza superior, el mundo del trabajo y otros sectores de la sociedad. Los vínculos con el mundo del trabajo pueden reforzarse mediante la participación de sus representantes en los órganos rectores de la UINPI, la intensificación de la utilización, por los docentes y los estudiantes, de las posibilidades de aprendizaje profesional y de combinación de estudios y trabajo, el intercambio de personal entre el mundo del trabajo y de la universidad y la revisión de los planes de estudio para que se adapten mejor a las prácticas profesionales.
En segundo lugar, la calidad de la enseñanza superior es un aspecto fundamental que no puede perderse de vista, pues es un concepto pluridimensional que comprende todas sus funciones y actividades: enseñanza y programas académicos, investigación y becas, personal, estudiantes, edificios, instalaciones, equipamiento y servicios a la comunidad y al mundo universitario. Para lograr y mantener la calidad nacional, regional o internacional, es importante, la selección esmerada del personal y su perfeccionamiento constante, en particular mediante la promoción de planes de estudios adecuados para el perfeccionamiento del personal universitario, incluida la metodología del proceso pedagógico, y mediante la movilidad entre los países, tanto entre universidades, como éstas y el mundo del trabajo, sin descuidar la movilidad de los estudiantes en cada país y entre los distintos países.
En tercer lugar, los rápidos progresos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están modificando la forma de elaboración, adquisición y transmisión de los conocimientos, y brindan enormes posibilidades de renovar el contenido de los cursos y los métodos pedagógicos, así como de ampliar el acceso a la educación superior. En este sentido, la UINPI, tratará de aprovechar las ventajas y el potencial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, velando por la calidad y manteniendo niveles elevados en las prácticas y los resultados de la educación, con un espíritu de apertura, equidad y cooperación internacional.
1.6. Líneas de acción
En un entorno cada vez más globalizado, los principios de cooperación nacional e internacional fundados en la solidaridad, el reconocimiento y el apoyo mutuo, para conformar una auténtica asociación que redunde, de modo equitativo, en beneficio de todos los interesados y la importancia de poner en común los conocimientos teóricos y prácticos, deberían regir las relaciones entre los establecimientos de enseñanza superior; por consiguiente, la solidaridad y asociación, entre los establecimientos de enseñanza superior, es fundamental para que la educación y la formación en todos los ámbitos ayuden a entender mejor los problemas del mundo globalizado. En este marco, se establecen las líneas de acción siguientes:
1.7. Resultados esperados
Los resultados esperados con la creación de la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas, apuntan fundamentalmente a:
2 PROPUESTA ACADEMICA Y DISEÑO CURRICULAR
2.1. Enfoque metodológico: la construcción de sentidos
El pensamiento indígena, su ciencia y sabiduría como expresión de un mundo en particular, desde la colonia ha significado la contraparte desfavorecida del sistema educativo del país; los modos de enseñar, como también los modos de aprender han sido generados desde otras realidades, sugiriendo de manera indirecta la construcción de mundos iguales o idénticos a los propuestos por las metodologías adoptadas, esto no es nuevo, las sociedades colonizadas, extrínseca e intrínsecamente han estado vinculadas a procesos de aprendizaje ajenos a su cosmovisión y han procurado la copia de mundos ajenos y lejanos. Huelga recordar que cada pueblo, cada comunidad, y por lo mismo cada familia tiene una forma particular para que sus hijos aprehendan la cultura, y que los miembros de esos espacios comunitarios accedan al conocimiento histórico para prepararles en el enfrentamiento cotidiano de un mundo nuevo, se podría considerar que cada estamento comunitario maneja su propio método de enseñanza, y que, ha servido para reproducir los bienes culturales construidos acumulativamente durante largos períodos de formación social.
Los procesos de observación, experimentación y teorización no son ajenos a ninguna sociedad, ni tampoco es propiedad exclusiva de ciertas sociedades «adelantadas», la aparente propiedad del conocimiento y en este caso sobre los posibles métodos de enseñanza o aprendizaje como queramos entenderlos, no son sino el resultado de un proceso de acumulación teórica, de sistematización del conocimiento y por cierto de la transformación en literatura escrita, que es la que maneja los niveles de propiedad intelectual en la actual época.
El vislumbrar nuevos caminos en el estudio de una propia metodología que permita transmitir conocimientos heredados por las generaciones pasadas, significa ir poco a poco buscando espacios de reflexión en torno a lo que permanentemente hemos venido realizando en nuestra cotidianidad con la enseñanza – aprendizaje de nuestro conocimiento, y no únicamente la repetición cansina de ciertos parámetros de instrucción, sino y principalmente la de educar en la transformación de la realidad y en la búsqueda de nuevos conceptos para enfrentar la construcción de un inédito ser humano. Desde esta perspectiva la propuesta de un enfoque que responda a la cuestión planteada debe recoger nuestras propias experiencias pedagógicas y didácticas, e investigar y sistematizar los instrumentos de enseñanza aprendizaje de las sociedades indias, negras y mestizas, para trasladarlos a conceptos manejables y ante todo aplicables en la construcción de un nuevo tipo de sociedad, donde la diversidad e interculturalidad sean procesos de comportamiento individual y colectivo en la construcción de nuevos/as ciudadanos/as.
Nuestra tarea es repensar dicho enfoque educativo desde la universidad, de ahí la propuesta del enfoque denominado «CONSTRUCCION DE SENTIDOS», que necesariamente tiene que pasar por la recuperación de una pedagogía y didáctica indígena andina, donde se reconozcan los instrumentos utilizados por la sociedad originaria para el proceso de aprendizaje, los elementos básicos que lo componen, las profundas raíces de su aplicación en el campo de reproducción de sus sistemas culturales y la apropiada utilización en la actualidad.
Los referentes primeros nos ubican dentro de un proceso del todo no terminado y que necesita potencializarse, porque la observación como un primer paso para el aprendizaje juega un papel fundamental en la transmisión de los saberes en los pueblos indios; luego las responsabilidades por edad, en las tareas cotidianas; y la oralidad, es decir, la palabra como instrumento de enseñanza aprendizaje es otro de los componentes importantes en esta relación establecida previamente a través del núcleo familiar y posteriormente por la comunidad. La práctica de los conceptos y los aprendizajes se realizan en el campo donde la imitación es un determinante para el éxito o el fracaso, los procesos evaluativos es un seguimiento permanente de las tareas encomendadas por los mayores, la teorización a pesar de ser una de las debilidades de este proceso de aprendizaje tiende a mejorar con la posibilidad del conocimiento del lenguaje escrito.
Los antecedentes de este enfoque se remontan a tiempos inmemoriales, porque después de todo los sujetos de la educación somos constructores de nacimiento, los procesos de colonización nos han llevado a la desarticulación de estos procesos, tal vez es un volver por nuestros pasos, reconocer los valores del pasado, filtrarlos, limpiarlos y proceder a sistematizarlos para volverlos útiles y operativos. Esta propuesta metodológica, tiene sus antecedentes precisamente en una epistemología pedagógica andina que recoge la vivencia educativa de la familia y de los espacios de socialización de la Comunidad, que es donde se transmiten los conocimientos, por tales motivos se consideran las siguientes orientaciones:
La metodología debe tener una línea de acción que se encuentre enfocada al «desarrollo de la sabiduría para posibilitar la vida en un entorno de totalidad. Sólo cuando los contenidos partan de la realidad estaremos hablando de un enfoque metodológico en la construcción de sentidos. Lo particular integrado a un todo orgánico será la línea a seguir para la aplicación de esta metodología de enseñanza aprendizaje, la cual debe estar atravesada por componentes ideológicos, que superen las apreciaciones superficiales e intranscendentes, así como, promuevan una propuesta para acceder al conocimiento desde la profundidad de las concepciones genético, social, cultural de cada familia, de cada comunidad, relacionados íntimamente con el entorno.
En… «El Concepto Maya de Educación», se manifiesta que: «Por nuestros antecedentes, nuestra educación y nuestra cultura, las sociedades originarias de América nos sentimos enraizadas en lo más profundo de la escencia cósmica. Por eso, por entrañablemente cósmicos, nunca hemos pronunciado palabra o escrito línea alguna que no haya tenido por objeto la construcción de relaciones, la convivencia pacífica, el descubrimiento de la armonía y el equilibrio y la elevación intelectual del ser humano. Los antepasados nos enseñaron que el desarrollo humano comienza cuando se lucha sin cesar por la causa del espíritu. Mismamente enseñaron que esta causa constituye el hecho central del tiempo: ayer, hoy y mañana.
….De tiempo en tiempo, nuestros científicos han encontrado nuevos conocimientos y han revelado verdades objetivas. Conocimientos y verdades que primero se hacen pasar por el crisol del corazón, unas veces con dolor y otras con gozo; luego se comparte con la comunidad, la aldea, el pueblo y la humanidad en general. Evitando de esta manera la generación de élites y privilegios del saber y del conocer.» (Seminario Universidades Indígenas y Programas Afines. San José Costa Rica. Septiembre de 1997. «El Concepto de Educación Maya». Matul Daniel. Pag. 95).
Las conceptualizaciones recogidas anteriormente expresan de forma clara y precisa que los procesos metodológicos obedecen a una lógica cultural propia, a una cosmovisión particular del mundo, a una construcción de sentidos que van desde la familia para generar conocimiento que indudablemente nos sirve para la formación de los sujetos de la educación. Más adelante, el autor citado expresa:… «Esta forma particular de estructuración del conocimiento tiene su fundamento en la fusión por la vía de la complementaridad -nunca por el predominio – de la lógica del corazón con la lógica de la razón. Precisamente, en nuestros hogares, siempre se nos educa para comprender que en el mundo, que en la realidad, no hay más que solo probabilidades, donde cada quién dice lo suyo y expresa lo que siente y lo que piensa….. Desde nuestra cosmogonía podemos ofrecer a los procesos educativos y de formación de conocimiento, la experiencia de la pluralidad dentro de la unidad, la experiencia de la relación de nuestra conciencia con la conciencia mas grande del Universo.» (Ibidem. Págs. 96 y 97).
Si partimos de premisas donde la pluralidad se construye dentro de procesos de unidad, estamos dando respuestas a la totalidad de la sociedad, si nuestra propuesta metodológica es holística, como nuestro pensamiento, estamos procurando la construcción de sentidos en torno al respeto y la tolerancia, si queremos construir tenemos que necesariamente partir de experiencias propias, recogiendo propuestas de afuera siempre y cuando estas den sentido a los procesos sociales y culturales.
Objetivos Específicos.
2.2. Diseño curricular
Los programas académicos serán cíclicos de acuerdo a las necesidades de los procesos de interaprendizaje, y las situaciones socioeconómicas, políticas y culturales, que son dinámicas y cambiantes, difieren en tiempo y espacio, por lo que las facultades y escuelas universitarias deberán responder a esas realidades específicas. Los programas cambiarán de acuerdo a las necesidades de las comunidades indígenas; por lo que se crearán y descartarán programas, en orden a satisfacer las demandas sociales.
A partir del primer ciclo, se determinan dos niveles comunes para todas las carreras y luego en los niveles siguientes, se irán incorporando de manera gradual los contenidos de cada carrera y especialidad; la elaboración del pensum de estudio de cada carrera, tiene la mayor autonomía posible, tanto para la disposición de los recursos docentes y materiales, como para su organización pedagógica y científica.
Organigrama curricular
Existe en cuanto al Pregrado, que para nuestro efecto se denomina YACHAI, los correspondientes ciclos:
RUNA YACHAIKUNA;
SHUKTAK YACHAIKUNA; y,
YACHAIKUNA PURA,
El pensum de estudios, estará complementado con un menú de asignaturas optativas, para que el estudiante tenga opción de escoger las asignaturas de su preferencia, las cuales le ayudarán a cubrir deficiencias o desarrollar potencialidades.
En cuanto al Postgrado, que para nuestro efecto se denomina AMAUTAI, contiene dos ciclos:
AMAUTAI KALLARI; y
SUMAK AMAUTAI.
El primero correspondiente a las asignaturas de especialidad, pudiendo ser éstas: teórico reflexivas, prácticas e instrumentales; y el segundo ciclo, de investigación exclusiva de tesis doctoral; estos dos ciclos tienen un eje transversal que es la PRACTICA COMUNITARIA, debiéndose desarrollar trabajos con la comunidad, en las diversas materias de la especialidad.
De acuerdo, al organigrama curricular expuesto, se definen tres ciclos y diez niveles para la formación de pregrado o YACHAI; y dos ciclos, uno de especialización correspondiente a los créditos elegidos por los alumnos como parte de su especialidad, y otro de desarrollo de un programa de investigación doctoral, para el postgrado o AMAUTAI, dichos ciclos se detallan a continuación.
RUNA YACHAIKUNA: CICLO DE CIENCIAS INDIGENAS, comprende en mayor medida el estudio de las Ciencias Indígenas, complementado con ciencias universales y con énfasis en la investigación y la práctica que son los ejes transversales en el pensum de estudios en todas las facultades. El ciclo tiene el objetivo de socializar los conocimientos nativos, para que los estudiantes reafirmen su identidad y fortalezcan su autoestima, es decir aprendan a ser.
El ciclo, tiene tres niveles con una duración de tres semestres; los dos primeros niveles serán, en mayor medida, sobre asignaturas referidas a las ciencias y conocimientos indígenas y el tercer nivel a partir de los conocimientos, recibidos en los niveles anteriores, cada carrera seleccionará los conocimientos propios de su especialización que servirán de orientación al estudiante para la elección de la carrera, y como contenido del pensum de estudios de cada facultad. En cuanto, al pensum de estudios, en todos los ciclos y niveles, se prevén asignaturas teórico reflexivas, prácticas e instrumentales, cuidando que los estudiantes ejerciten un proceso de aprendizaje integral. Para ello, también se ofrecerán asignaturas optativas que sirven para complementar la formación del estudiante de acuerdo a sus necesidades o preferencias.
SHUKTAK YACHAIKUNA: CICLO DE CIENCIAS UNIVERSALES, comprende en mayor medida el aprendizaje de ciencias universales propias de cada facultad, complementada con ciencias indígenas afines a la carrera; será fundamental, para que los estudiantes universitarios vayan definiendo sus posibilidades de profesionalización y elección de proyectos de investigación y desarrollo comunitario acordes con su carrera. El objetivo de compartir el aprendizaje de los conocimientos tanto foráneos, es decir provenientes de otras culturas y formas de pensamiento, como indígenas, pretende integrar los conocimientos provenientes de ambas vertientes, para que los estudiantes aprendan a saber ser. El ciclo tiene cuatro niveles con una duración de cuatro semestres; en cuanto, al pensum de estudios, en cada nivel existirán asignaturas teórico reflexivas, prácticas e instrumentales. Así como asignaturas complementarias u optativas. También se pondrá énfasis en la investigación y práctica comunitaria.
YACHAIKUNA PURA: CICLO DE INTERCULTURALIDAD CIENTIFICA, comprende por igual, tanto el aprendizaje de ciencias universales y ciencias indígenas propias de la carrera, siendo de vital importancia porque aquí se definirá la formación de profesionales con conocimientos humanistas y científicos de validez universal y aplicables a la realidad del país, que contribuyan a los progresos de la cultura científica nacional e internacional, a través de la construcción de una epistemología indígena andina. El objetivo de profundizar en los conocimientos universales e indígenas, apunta a que los estudiantes aprendan a saber hacer.
Este ciclo tiene tres niveles, y tendrá una duración de tres semestres, aunque puede variar según los requerimientos de cada facultad; en cuánto al pensum de estudios, al igual que los niveles anteriores, existirán asignaturas teórico reflexivas, prácticas e instrumentales, así como asignaturas complementarias u optativas. También se pondrá énfasis en la investigación aplicada y práctica de los respectivos conocimientos en las comunidades.
KALLARI AMAUTAI: CICLO DE ESPECIALIZACION O MAESTRIA, tendrá una duración mínima de tres semestres, y ofrecerácursos de especialización, que servirán como créditos para conseguir la maestría y el doctorado; la oferta de cursos será el resultado de un amplio análisis de la realidad tecnológica – científica y de las necesidades que las nacionalidades y pueblos indígenas, en el marco de su proceso de desarrollo. Además los trabajos de investigación realizados a través de monografías, pondrá énfasis en la práctica en las comunidades.
SUMAK AMAUTAI: CICLO DE TESIS DOCTORAL, destinado básicamente a la preparación de la tesis doctoral, cuyo tema de investigación será abordado en un plazo no menor de cuatro semestres, tendrá relación con las necesidades de las nacionalidades y pueblos indígenas y deberá ser un aporte significativo al desarrollo del conocimiento científico con especial énfasis en la ciencia y tecnología indígena.
Las modalidades de estudios están adaptadas a la realidad sociocultural de la población indígena, aunque se orienta a los jóvenes bachilleres egresados de los colegios de educación intercultural bilingue, sin descuidar otros potenciales alumnos que no han tenido una formación reglada, por esta razón, los programas académicos, contemplan aspectos comunitarios, de interculturalidad y propenden a la auto educación, fomentando procesos de investigación acción, en la propia comunidad. Estas exigencias podrán conseguirse combinando diferentes modalidades de estudio, como son: presencial, semi presencial y a distancia.
Otra de las modalidades de la educación universitaria, cada vez más en auge, y que será tomada en cuenta, es vía redes telemáticas, gracias a las nuevas tecnologías de la información y de las telecomunicaciones, que posibilitan la creación de un nuevo espacio social para las interrelaciones humanas, dicho nuevo espacio social transforma los campus en telecampus y las aulas en aulas – red. Conectadas a las redes telemáticas, las personas pueden desarrollar prácticamente todas las actividades universitarias, e incluso otras nuevas, posibilitando nuevos procesos de aprendizaje, investigación, transmisión del conocimiento e interrelación universitaria. En este sentido, será preciso diseñar políticas educativas, que tienen que ser llevadas a cabo en base a la cooperación voluntaria entre instituciones y universidades y coordinada por algún tipo de organización intergubernamental, pues ofrece valiosos escenarios, tanto para el intercambio estudiantil, la docencia, investigación y administración de la futura universidad.
2.3. Oferta de carreras
La oferta de carreras se basa en las necesidades y demandas profesionales de las diferentes organizaciones indígenas, a nivel nacional y provincial; así como, encuestas a potenciales estudiantes universitarios y estadísticas de la DINEIB, de acuerdo con estos parámetros se han establecido las siguientes carreras:
Una preocupación fundamental de la universidad, es la investigación y práctica, que son los ejes transversales del diseño curricular; el énfasis en la investigación – acción participativa, apunta a recuperar y fortalecer los conocimientos, ciencia, cultura, educación y tecnología indígena, de manera que permitan la recuperación de sus paquetes tecnológicos, según su propia cosmovisión, de esta manera su rescate y difusión, asociado a los conocimientos científicos modernos y tecnologías innovadoras, son una de las estrategias que contribuirán al mejoramiento de la capacidad productiva y creativa del país; en este sentido, es conveniente la creación de los correspondientes departamentos de apoyo logístico, a saber:
En cuanto a la selectividad docente, se procederá de conformidad con la Recomendación relativa a la condición del personal docente de la enseñanza superior, y los estudiantes universitarios de la UNESCO (Conferencia General, noviembre 1997), y las disposiciones contempladas en la nueva ley de educación superior. Por otra parte, el acceso a la universidad estará abierto a cuantos hayan terminado sus estudios secundarios o su equivalente, o quienes reúnan las condiciones de admisión independientemente de su edad, previendo al mismo tiempo, sobre todo para los estudiantes de mayor edad sin diploma formal de educación secundaria, medios de acceso mediante la valorización de sus experiencias comunitarias y profesionales.