Boletín No 40

ICCI

Editorial

La corrupción


Las décadas de la restauración democrática, si bien, se ha logrado la apertura y vigencia de la institucionalidad, no es menos cierto que esta etapa histórica se ha caracterizado en ser un débil ensayo de la practica democrática. Ha sido un resucitar de los mismos partidos políticos tradicionales, remozados de pintorescos maquillaje políticos, pero todos animados por los mismos intereses de la vieja aristocracia, la oligarquía y la burguesía quienes han controlado, manipulado y vilipendiado el país de los doce millones, seiscientos mil ecuatorianos.

¿Son ellos acaso, los culpables de la corrupción política, de un país que se ha degenerado en todas los ordenes, niveles, esferas y dimensiones ?.

Pero, es necesario hacernos un examen, una revisión de los momentos en el que ellos, proclamaron a viva voz: de una reactivación del aparato productivo, fuentes de empleo, crecimiento económico, políticas sociales, etc. Empero, cual es la característica importante del Ecuador del siglo XXI. Una pobreza humillante del 86% de ecuatorianos, el 75% de desempleo y subempleo, una expulsión forzosa de más de un millón de hermanos a trabajar fuera de las fronteras del país, un permanente saqueo de los fondos públicos, el 70% del sistema financiero quebrado, feriado bancario, salvatajes bancarios. Y una mañosa y hábil justificación de aquel desastre provocado, la dolarización, el mismo que ya lo estamos viviendo el tan anunciado fracaso.

Una relectura del proceso democrático vivido en las dos décadas y más, demuestran que, en todos los períodos, en su turno, habido una cadena de casos funestos de corrupción. La sucretización de la deuda privada en el gobierno de Hurtado, a favor de un círculo de empresarios allegados a su gobierno. El caso eucuahospital, el negociado de los carros de basura, en la administración de Febres Cordero. El negocio de las planchas, en la presidencia de Rodrigo Borja. El bullado caso Dahik en el gobierno de Sixto Durán. La red Peñaranda, los fondos reservados y otros escándalos en el corto periodo de Bucaram. El caso Andrade-Gutierrez el nefasto caso Verduga, en el periodo del interinazgo de Alarcón, Los banqueros corruptos en el defenestrado periodo de Mahuad. Los sobreprecios de los reaseguros en las Fuerzas Armadas, el asunto de drogas en el que tiene que ver la Policía Nacional, caso llamado Hong, la red Emmanuel y los Noboa en el manejo doloso de las partidas presupuestarias en los tres años de gobierno de Noboa.

En el mismo contexto, un congreso Nacional que se ha caracterizado por una línea de conducta irregular, inconsecuente con los intereses de los pueblos. No ha sido capaz de resolver sus propios enredos internos, esclareciendo hechos que han denigrado el parlamento en función de depurar y limpiar la deshonra de la institución, ya sea por su acción cundo habido la participación de varios Diputados en escándalos compartidos con el ejecutivo, o por omisión por que jamás existió una acción fiscalizadora seria, para vigilar y corregir hacia el correcto funcionamiento de las demás funciones del Estado.

En el ámbito de la administración de justicia, la constante ha sido la de un insólito ejercicio de la impunidad. Durante la última etapa democrática, se ha constituido una cadena de acontecimientos inmorales y dolosos reñidos con la administración de los fondos públicos: coimas, influencias, sobreprecios, atracos, acciones cometidas en contra de la ley y las normas. Ante hechos de tal magnitud, la actuación de la justicia, no ha sido eficaz y diligente. Es decir, que la justicia, ha sido siempre la ausente. La administración de justicia, no ha logrado garantizar una investigación transparente y oportuna. Hemos sido testigos y hasta cómplices de la negligencia con que se actúa. Todos los grandes delincuentes gozan de libertad, prevendas y lujosidades fuera y dentro del país evadiendo la justicia, es más, alguno de ellos son autoridades de la República. Es decir, que todos los hechos imputables y los delitos flagrantes, se han quedado en la impunidad. Pues, el mal de la corrupción, en todas sus manifestaciones ha invadido todos los ámbitos y esferas institucionales del Estado y la sociedad.

Entonces, la corrupción ha sido la constante, frecuente y sucesiva en nuestra sociedad y una sociedad en descomposición inminente. A la corrupción lo caracterizamos un mal endémico, para otros amnesia moral. En todo caso, es una agresión brutal a la sociedad. Esto demuestra que en el ejercicio político, en la cotidianidad pública y privada, existe una total ausencia de valores, es el reflejo de un modelo de vida que se ha quedado vacío de moral y ética, y se ha quebrantado lo elemental del ser humano.

 

En consecuencia, esta descomposición y la crisis económica, política, social y cultural de nuestros pueblos vienen paralelas a todo una descomposición moral y son problemas de carácter estructurales. La desconfianza, la incredibilidad de la ciudadanía en las instituciones democráticas y los gobernantes son males del sistema vigente. Una democracia sin legitimidad y allanada por los intereses económicos, los mismos que han instaurado la ingobernabilidad del país desde las formas corruptas del ejercicio del poder, han generado el desconcierto y el colapso de un modelo de vida y que precisamente, es la agonía de un mal estructural.

Por tanto, la corrupción es consustancial con el modelo capitalista, en cuanto la cultura de lo individual, la conducta de la competencia, el comportamiento del consumismo, se genera desde un modelo, que es el modelo capitalista. El hegoismo, el individualismo y el afan de lucro personal ha sido como la doctrina de la sociedad capitalista, esto en contra y desmedro del otro. La boracidad económica, el afán desaforado de concentrar los bienes y servicios individualmente, hace que se utilicen los mecanismos corruptos de adquisición.

En este sistema, que es la reproducción del modelo capitalista, no existe los principios básicos humanos, como la solidaridad, la reciprocidad, el comunitarismo. El principio de solidaridad, en el mundo capitalista, tiene otro sentido, que es el de la caridad, menos de la equidad y la justicia, por tanto la ambición de la acumulación individual, es la regla. Por esta razón decimos, que la corrupción, no viene sola, es la consecuencia de un modelo, económico, social y el control ideológico diseñado que se ha afianzado en este mundo unipolar.

La cultura del lucro, el consumismo y el enriquecimeinto es funcional obviamente al capital. Desde la perspectiva económica, la globalización, que responde al modelo en mención, es nefasto por la acumulación del capital en sacrificio de grandes sectores poblacionales. La globalización en sí, no apunta al mejoramiento de las condiciones sociales ni políticas en función de las colectividades. Privilegia la apertura de los mercados de bienes y capitales especulativos, en función de una acumulación ilimitada, que tiende a polarizar y profundizar las diferencias sociales ya existentes en el mundo.

De este modo se explica, la pobreza crítica que atraviesan nuestros pueblos, el neoliberalismos, que es una receta del capitalismo, apadrinados por el FMI, el Banco Mundial, no es una respuesta adecuada ni para resolver la crisis económica del Ecuador, ni de nuestra América, es más, las políticas del neoliberalismo ha colapsado las economías de América Latina, precisamente en estos últimos tiempos, como se experimenta en México, Argentina, Brasil, Perú, Uruguay, Ecuador, etc.

Desde esta perspectiva es necesario levantar acciones que vayan en contra de la corrupción, desde la tarea de la educación de la niñez, la juventud y la sociedad en general, es necesario, organizar y constituir una contraloría social, desde la práctica de valores sociales, desde las culturas indígenas que aún están vigentes.

Pero, no es menos cierto que el combate a la corrupción se lo debe implementar desde la raíz, atacando a la estructura misma y el modelo que nos agobia y no tratar de subsanar desde las recetas superficiales o paños tibios que aparentemente desaparecerán algunos males parcial y aisladamente, pero que no serán efectivas para extirpar este modelo de vida, que tanto daño ha hecho a la humanidad.


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La política en los medios de comunicación

Mario Bustos


«El conjunto de sectores de la izquierda y de organizaciones sociales no han estado en los medios de información, primero porque no comprenden la dimensión política de la comunicación; y, segundo porque la propiedad de los medios está centrada en propietarios concretos, articulados a los grupos de poder económico»
«No es cierto que a través de los procesos de globalización de las ideas, de las políticas culturales y propagación de medios haya un mayor equilibrio, una mayor democracia en la comunicación. Lo que si hay es una imposición a la sociedad de una verdad forzada»

El desarrollo tecnológico de las comunicaciones ha hecho que vivamos una cultura mediática, tanto en las relaciones sociales como en las políticas. Los sistemas de comunicación e información han privilegiado a los medios, esto hace que en realidad los problemas comunicacionales respondan fundamentalmente a intereses concretos de sectores de poder político y económico.

El Estado, o quien tiene en sus manos los poderes del Estado, para desarrollar sus programas y políticas económicas, sociales, etc., en correspondencia a sus intereses han determinado un conjunto de orientaciones ideológicas que se difunden a través de los medios de comunicación. Este proceso antes se hacía a través de la escuela, la iglesia, la universidad, esos eran los centros más importantes por medio de los cuales se imponían las ideas al común de la sociedad; ahora todo es mucho más rápido, eficiente, y efectivo, según la perspectiva de los que imponen la ideología.

La imposición de ideas a través de los medios de comunicación (radio, vídeo, televisión, prensa, comunicación electrónica), realmente no responden a niveles de objetividad, no tratan de mostrar diversas posiciones y tendencias sobre determinados problemas, sino que denota una fricción sobre la realidad y es esta fricción sobre la que actúan los políticos y los diversos actores sociales.

El caso ecuatoriano

En concreto, en el caso ecuatoriano tenemos varios grupos del poder económico que se expresan a través de partidos políticos, tales como: Social Cristiano, Democracia Popular, Patria Solidaria, e Izquierda Democrática, fundamentalmente. Todos ellos tienen una vinculación directa o muchos de sus militantes son propietarios de los medios de información y por lot tano, hacen un programación en la que privilegian y elevan la imagen, así como la posición de las tendencias políticas que tienen el poder económico.

Pero, no sólo privilegian a los partidos que representan sus intereses, sino que al mismo tiempo a través de su programación buscan deslegitimar a los otros sectores políticos, a los de oposición al régimen. Es el caso que no visibilizan a los sectores de izquierda, como son: Pachakutik, Sociedad Patriótica, MPD, y cuando los visibiliza es para intentar hacerlos «trizas». Por ejemplo, a Pachakutik últimamente se le visibilizó en los medios, pero con el fin de resaltar la crisis interna que se tuvo con la CONAIE, a partir de la posición adoptada por Antonio Vargas como ex Presidente de esta organización. Estos conflictos internos que se generaban por la actitud de un ex dirigente indígena determinaron que los medios cedieran sus «canchas», sus espacios, para desde allí hacerle «pedazos» a Pachakutik. Y esa imagen, la de un movimiento dividido fue la que los medios estuvieron proyectando hacia el conjunto de la sociedad.

Ahora, el papel manipulador de los medios se ve claramente en esta actitud de distorsionar la realidad. Pues las contradicciones se dan también al interior de la derecha ecuatoriana, y ésta ha tenido varias crisis, pero esta realidad no aparece en los medios, es algo que no se ve. Esta manipulación conlleva a que en la sociedad exista la idea de que quienes realmente están fraccionados no son los de la derecha -por más que existen más de media docena de partidos de esta tendencia- sino más bien que es la izquierda la dividida, aunque de esta tendencia solo haya dos agrupaciones: Pachakutik y MPD.

Todo esto pasa en los medios, mientras que en la realidad la derecha ecuatoriana es mayoritariamente fraccionada en distintos partidos, tomando en cuenta que ellos responden prácticamente a cúpulas y no es el caso de las organizaciones políticas de izquierda, que involucran a sectores organizados de indígenas, trabajadores, maestros, movimientos ciudadanos, mujeres, comunidades cristianas de base, etc. Aquí se denota la actuación de los medios, ellos privilegian una imagen, priorizan unas tendencias, y tratan de fijar un solo pensamiento.

Pero, esta actuación de los medios frente a la izquierda también se alimenta de la forma como este sector asume a la comunicación. Hay una debilidad en la comprensión política de la comunicación. Por ejemplo, frecuentemente hay decisiones políticas que se adoptan, discusiones ideológicas y debates de carácter interno que trascienden públicamente, sin tomar en cuenta la imagen que proyectan hacia la sociedad. Así los dueños de los medios de información aprovechan esta distracción de la izquierda para ir posesionando en la sociedad la imagen que ellos quieren, a partir de los conflictos ideológicos, políticos o incluso personales que se va teniendo al interior de esta tendencia.

Casi nunca se ha estado en los medios

Por otro lado, también sabemos que en las campañas electorales anteriores el movimiento Pachakutik ha padecido de una clara planificación de recursos que le llevara a estar en los medios, es decir, casi nunca como movimiento político se ha estado en los medios, lo que si sucede con la CONAIE, como movimiento social organizado, que a partir de sus propuestas y de sus luchas se ha ganado un espacio en la sociedad para opinar sobre los diferentes problemas del país. Pero esto tampoco corresponde a resultado de una estrategia de comunicación bien montada. En general, el conjunto de sectores de la izquierda y de organizaciones sociales no han estado en los medios de información, primero porque no comprenden la dimensión política de la comunicación; y, segundo porque la propiedad de los medios está centrada en propietarios concretos, articulados a los grupos de poder económico.

Al haber una falta de compresión política de la comunicación, hay una debilidad en lo que significa la construcción de vocerías, el posesionamiento de las imágenes, de los discursos, de las acciones que se generan desde las organizaciones sociales, más aún de lo que significa la utilización de otros recursos de propaganda. Los niveles de comunicación que se dan al interior de las organizaciones sociales son fundamentalmente asambleas, espacios de reunión, instancias colectivas en las que se comparten y se debaten ideas, pero luego de eso en realidad hay una debilidad para lograr posesionar esas ideas y conclusiones colectivas. Difícilmente se desarrollan estrategias para irlas posesionando en lo colectivo y probablemente no hay planteamientos de utilizar la comunicación de manera adecuada.

El asunto es que esta comprensión de la comunicación la deben desarrollar los líderes de los movimientos, las autoridades de estos. En el caso de gobiernos locales por ejemplo, se debe tener una visión diferente de la comunicación a fin de que ésta realmente posibilite mayores niveles de participación de sectores organizados en la sociedad. Es decir, no se trata solamente de ir posesionando a un vocero sino de multiplicar los voceros sociales, de multiplicar los voceros de las organizaciones de izquierda y de multiplicar las acciones comunicativas.

Muchas veces se piensa que cuando hay una denuncia lo que se debería hacer fundamentalmente es convocar a los medios de prensa, llamarlos y llevar a cabo una rueda de prensa. Ese es el nivel de discurso, se hace un nivel de comunicación o se intenta hacer opinión pública a través solamente de declaraciones y a través de ruedas de prensa, reuniones, etc., pero no provocamos acciones comunicativas, hechos comunicativos. Sí se han dado iniciativas desde el movimiento indígena y desde los grupos ecologistas por ejemplo, que desarrollan acciones concretas y que si posibilitan posesionar esas acciones en la opinión pública, pero en general el conjunto de actores sociales no tienen creatividad e iniciativa para desarrollar acciones comunicativas y esa es otra de las realidades, aparte de no ser propietarios de los medios de información.

Esta situación debiera conllevar a plantearse una política de comunicación que tenga en cuenta la formación interna de los militantes de las organizaciones, la socialización al público, el desarrollar acciones frente a los diferentes medios, la constitución de redes internas, de redes sociales de información. Hay un intento de hacer estrategias de medios de comunicación, pero finalmente se reducen a las acciones internas de cada organización social, de cada ONG, de cada movimiento político, etc. Las iniciativas de constituir redes sociales de comunicación sería una alternativa para romper los cercos informativos, las exclusiones, que hacen los sectores dominantes y propietarios de los medios de información. Estos sectores dominantes tienden a posesionar un modelo económico, social, político, cultural imperante, o sea el modelo neoliberal. No es cierto que a través de los procesos de globalización de las ideas, de las políticas culturales y propagación de medios haya un mayor equilibrio, una mayor democracia en la comunicación. Lo que si hay es una imposición a la sociedad de una verdad forzada. Ahora, esto también se debe a que los medios de información son parte del aparato del Estado. En ese sentido son instrumentalizados para imponer las ideas y los pensamientos de quienes están conduciendo los destinos del país.

La política de comunicación de las organizaciones

A nivel del país y de las organizaciones sociales, del Movimiento Indígena, hay algunas experiencias que tienen como objetivos llegar a procesos de autodeterminación de lo comunicacional por parte del Movimiento popular. Esto significa que se desarrollará una capacidad de manejo en el uso de los medios en términos estratégicos, en función de un proyecto político histórico.

Esto se traduce completamente en que, por ejemplo, las organizaciones sociales cuenten con estructuras de comunicación y que las mismas estén pensando en dotarse de medios de información, es decir, que cuenten con cámaras, radioemisoras, canales de televisión, periódicos.

Por su parte, los Gobiernos Locales Alternativos están pensando en emisoras, canales alternativos de televisión, periódicos, y redes electrónicas. Ya muchas organizaciones utilizan páginas web, también hay, aunque todavía con debilidad, redes informativas, redes de emisoras populares en Ecuador. Igualmente, hay iniciativas de constituir redes de comunicadores indígenas, redes de emisoras indígenas, se están multiplicando los espacios de formación de comunicadores indígenas, y de comunicadores populares, a través de cursos, seminarios, o de la misma universidad. Esto último es muy importante, ya que están formándose profesionalmente comunicadores y comunicadoras de las organizaciones sociales, y en nuestro país se requieren de miles de ellos.

Existe la necesidad de que en cada comunidad haya instructores/as de comunicación, no solamente para que fortalezcan los espacios organizativos sino que desde ahí, desde las bases, generen políticas de comunicación que involucren, por ejemplo, el desarrollo de niveles de interculturalidad. En el país los aparatos del Estado nunca van a interesarse por desarrollar una interculturalidad. Este pensamiento ha venido desde los pueblos indígenas y desde los sectores populares en nuestro país, y solo desde allí, desde estos espacios de comunicación se van a desarrollar y a potenciar la relación intercultural entre las diferentes culturas, pueblos y nacionalidades que existen en el país.

Asimismo, se están desarrollando iniciativas de promover la participación popular, la participación de indígenas, campesinos, sectores organizados, etc., las cuales no son solamente de carácter comunicacional, sino que también buscan incentivar la participación, el ejercicio de los derechos ciudadanos, el ejercicio de los derechos políticos, el involucrarse para la gestión de los gobiernos locales, en el control social, que se constituyen en hechos fundamentales que desde la comunicación pueden irse desarrollando y fomentando.

Con todo esto se constata que hay un acumulado en las organizaciones sociales para desarrollar estrategias de comunicación, pero esto no es suficiente al momento que se exige participar en una campaña electoral, en la cual hay que entrar a hacer no solo comunicación sino propaganda masiva, combinando todos los medios informativos posibles.

En este contexto al analizar que puede sucederle a un movimiento como Pachakutik, encontraremos que este no se va a poder competir en términos de los recursos y a través de los medios de información, pues los costos para permanecer constantemente en la radio y la televisión son altísimos. Es casi imposible que movimientos como Pachakutik, el mismo MPD, organizaciones sociales o líderes populares puedan desarrollar iniciativas desde la visión de abordar los medios, porque realmente es costoso. En este campo no se puede competir con los sectores políticos, todo eso exige desarrollar otro tipo de campaña, pero que al mismo tiempo es contradictorio por los tipos de campaña que se han establecido. Por ejemplo, los mecanismos que se privilegian son los niveles de concentración y de visita a ciudades, casas, mercados, etc., pero solamente en la ciudad de Quito se tienen seiscientos barrios, entonces serían imposible que un candidato se quede en la capital de la república dos meses o pueda cubrir a la misma en ese tiempo.

Por otra parte, cuando por Ley se reduce a dos meses la campaña electoral se está dejando a un lado los tipos de campañas que se hacían puerta a puerta, provincia por provincia, descentralizada, y finalmente, se va obligando a que la campaña electoral se haga a través de los medios de información fundamentalmente, y que se concentre en las grandes ciudades. Esto es lo que está ocurriendo en el país, estamos volviendo a los años sesenta para atrás, cuando las campañas electorales básicamente se hacían en Quito, Guayaquil, Cuenca y en las ciudades. En ese entonces no importaba lo que ocurría en la Amazonía, en las provincias de la Sierra, en las más pobres o en los cantones más pobres de la Sierra ni de las mismas Pichincha o Guayas.

En fin, este esquema planteado en la Ley ha hecho que sea a través de los medios de comunicación la forma más efectiva para dar a conocer al conjunto de la población a los candidatos y sus propuestas; pero sino se tiene recursos para los medios, simplemente se queda al margen de las posibilidades de tener un respaldo popular, porque ni siquiera se va a lograr posesionar al candidato que se está proponiendo desde los sectores de izquierda. Esta situación implica que desde las organizaciones sociales tengan que multiplicarse algunas iniciativas, como las concentraciones claves en varios cantones del país, cambiando el típico recorrido que antes hacían, palmo a palmo por todas las provincias. Pero también, aunque la exigencia sea estar en los medios de comunicación todos los días, habrá que mantenerse firme en las convicciones, hacer campañas basadas en los principios, en la conciencia, en los razonamientos, y no en el espectáculo, en las ofertas populistas y en candidatos que se ofrecen como mercancías.


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Los cambios en la información y la comunicación

Extractos de la conferencia dada en Caracas, en abril del 2002

Ignacio Ramonet
Director de Le Monde Diplomatique


«Estamos en un universo en el cual hay mucha más información de la que podemos consumir. El problema que tenemos hoy es su selección. Durante siglos, la mayoría de las sociedades humanas vivieron bajo sistemas autoritarios de poder, que han practicado la censura, y, por consiguiente la realidad de la información era la escasez, había muy poca información que circulaba y el control de esa circulación era lo que daba más poder al poder»
«El peligro es que, quizás en este momento cuanta más información se produce menos libertad tenemos, porque la información ahora me confunde. Hay tanta información frecuentemente no verificada que ya no sé qué pensar. Nos hemos dado cuenta que el funcionamiento de la verdad de nuestras sociedades es muy relativo. Nos percatamos que la verdad es cuando todos los medios: la prensa, la radio y la televisión dicen que algo es verdad, aunque sea mentira»

Los cambios que estamos presenciando en la información, están ocurriendo a escala mundial. Estos cambios son transformaciones que tienen que ver con la disposición de los información. Los medios de comunicación cambian cuando una serie de parámetros lo hacen, y a veces basta que uno solo de estos se modifique para que los restantes cambien. Pero en este momento, desde hace unos diez años, vivimos un cambio de tres parámetros importantes que caracterizan a la información: 1. Tecnológicos. 2. Económicos. 3. Retóricos.

La transformación tecnológica

Los parámetros tecnológicos es lo que se ha llamado las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, las mismas que han invadido sobre todo nuestra manera de comunicar desde hace cinco o seis años. Estamos hablando por consiguiente de Internet, o de lo que llamamos la revolución digital.

En realidad, el cambio al cual estamos asistiendo no sólo es de tipo geopolítico, geo-económico y comunicacional, sino que a veces todo esto está íntimamente mezclado. Por ejemplo, si tuviésemos que reflexionar sobre el plano geopolítico diríamos que estamos en un mundo nuevo desde la caída del Muro de Berlín. Pero a la vez en 1989, es la fecha de invención del web, o sea que ahí hay sincronía por los azares de la historia, entre los dos fenómenos.

A veces tenemos la idea de que practicamos Internet desde siempre pero no es verdad, lo practicamos desde hace cinco o seis años como máximo, y más allá es la prehistoria de Internet. Esto es muy importante puntualizarlo, pues hasta ahora para comunicar se utilizaban, se siguen utilizando esencialmente tres sistemas de signos: la voz, la escritura (con el sistema de letras que caracteriza letras y palabras) y por otra parte la imagen. Cada uno de estos sistemas es antiguo, la imagen la encontramos ya en las pinturas rupestres de la prehistoria. La lengua apareció hace muchísimo tiempo, es una de las prácticas de la hominización de la constitución del ser humano en tanto que distinto del ser animal, y la escritura es probablemente el más reciente, aparece hace unos cinco mil años. Pero hasta ahora cada uno de esos sistemas para comunicar, necesitaba un conjunto de instrumentos tecnológicos que le eran propios.

¿Qué es lo que ocurre con la revolución digital? Hasta ahora tuvimos imagen, sonido y movimiento pero como tecnologías yuxtapuestas. Es el caso del cine a partir de los años 30 del siglo XX, cuando incorpora el sonido. En cambio, con la revolución digital, la diferencia es que ahora por el mismo tubo puedo enviar un texto, una imagen y un sonido de manera indiferente. En realidad cuando envío un sonido por el tubo digital, lo que sucede es la transformación de este sonido en ceros y unos a partir del sistema binario, y cuando mando una imagen es igual y cuando mando un texto es igual. De ahí que hoy día no exista distinción tecnológica. El sistema de reproducción no sabe distinguir entre un sonido, un texto y una imagen, lo cual es radicalmente nuevo. Por eso a veces se dice que esta revolución digital es tan importante como la invención de la imprenta. Lo que está ocurriendo ante nosotros hace que ahora estemos en la instantaneidad.

Una imagen, un texto y un sonido que se difunde por Internet, lo hace al planeta entero de manera instantánea, porque no hay ningún lugar del planeta que esté más alejado de una fracción de segundos de cualquier otro lugar del planeta, porque este es muy pequeñito para la velocidad de la luz.

Esto conlleva una gran transformación de todo el ambiente de la comunicación, cuya primera gran consecuencia es lo que llamamos la globalización, la cual no hubiese sido posible sin la revolución digital, pues esta ha permitido la construcción de una infraestructura de comunicación, lo que llamamos las autopistas de la comunicación, a través de la cual la comunicación inmaterial y la transmisión de datos inmateriales se hace de manera inmediata, permitiendo, por ejemplo al sector financiero adquirir esa capacidad y ese desarrollo que ha adquirido últimamente, porque las informaciones financieras circulan a la velocidad de la luz por estas infraestructuras, mientras que las producciones de la economía tradicional, como el petróleo, tiene que circular de una manera mucho más material, infinitamente más lenta.

La transformación económica

Cada gran revolución económica, como la industrial, se ve acompañada de un sistema de comunicación, por ejemplo la gran transformación del siglo XV se vio acompañada del desarrollo de las carabelas que permiten navegar por los mares y circular por los planetas; así mismo, la revolución industrial está acompañada del desarrollo del ferrocarril que es el sistema de comunicación característico de la era industrial. Ahora, la segunda revolución capitalista que estamos viviendo, tiene un gran soporte en las autopistas de la comunicación. Volvemos, por tanto, a la constatación que se tuvo durante mucho tiempo de distinguir la comunicación cómo vías de comunicación. Las carreteras, los ferrocarriles, las vías de navegación eran vías de comunicación. Pero hoy, de nuevo, no hay diferencias entre los dos sentidos que tiene la comunicación: como intercambios de mensajes y como vías de comunicación.

Piensen que cada día se intercambian dos mil millardos de dólares por la autopista de la comunicación, y que si tomamos la economía en general del mundo, los intercambios económicos del mundo, 5% de los intercambios del mundo, son de la economía material, la que produce ya sea trigo, automóviles, petróleo y 95% son intercambios puramente inmateriales y financieros, valores, divisas, y esto circula gracias a la transformación de la comunicación. De ahí que en realidad haya cada vez menos distinción entre el universo de la economía y el universo de la comunicación.

Ustedes observan, por ejemplo, que una serie de aparatos de comunicación que antes eran especializados en una comunicación, por ejemplo el teléfono, que hasta hace 10 años solo servía para transmitir sonidos, y si ustedes observan hoy sus aparatos telefónicos, sobre todo móviles, observarán que ahora tienen, y en esa pantalla aparecen textos e imágenes. Es decir, que el aparato telefónico ya no está especializado en el sonido. Este aparato lo está ahora, en el sonido, en la imagen y en el texto. Los tres sistemas de comunicación más dominantes que existen. Podríamos identificar, de igual manera, otros sistemas de comunicación en que cada vez se mezclan estos sistemas de comunicar. De ahí que en el plano económico sea cada vez más difícil saber lo que es una empresa de comunicación. ¿Dónde empieza y termina la economía de la comunicación? Si nos hubiésemos planteado esta pregunta hace 10 o 15 años, la respuesta hubiese sido, pues hay industrias de la prensa escrita: papel y texto; hay industrias de la comunicación oral, la radio por ejemplo o el disco y, hay industrias de la comunicación mediante imagen: la televisión o el cine.

Piensen por ejemplo en la gran reflexión sobre la economía de la comunicación y, sus relaciones con el poder político, Ciudadano Kane de Orson Wells. Una película rodada en 1941 y en la que Orson Wells en realidad se está refiriendo a un magnate de la comunicación norteamericana que existió al final del siglo XIX, Randolf Hearst. Es decir, Orson, un creador de mediados del siglo XX, va a utilizar como ejemplo mismo de lo que es la dominación de la comunicación y el poder que esta tiene en una sociedad democrática, un personaje que existió realmente a final del siglo XIX, ejemplo que aún era válido cincuenta años después y podríamos decir que prácticamente lo fue hasta los años 80.

¿Pero hay alguna comparación posible entre el modelo Kane y la realidad de hoy? Evidentemente no. ¿Por qué? Porque ¿quién es Kane?, o ¿quién era Randolf Hearst? En realidad una persona que posee algunos periódicos, solo periódicos, prensa, papel en un sólo país, aunque este sea muy importante como en los Estados Unidos. Es decir, tenemos a u grupo, a una persona, a una empresa, que posee un solo tipo de comunicación: la escritura mediante el papel.

Eso no tiene nada que ver con lo que es la economía de la comunicación hoy. Por ejemplo podríamos comparar Welles a lo que son los grupos mediáticos de hoy, por ejemplo, al Grupo Murdoch, a Rupert Murdoch, al grupo Taiwan, por ejemplo, American Airlines y Taiwán; podríamos compararlo al grupo Vivendi-Universal, podríamos compararlo con el Grupo Walt Disney, por ejemplo. Pero si lo comparamos a Murdoch, por ejemplo, ¿qué vemos? ¿Qué diferencia hay entre alguien como Murdoch, un magnate de los medios comparado con el Ciudadano Kane? Pues Murdoch es alguien que evidentemente posee periódicos, pero no solo en un país, sino en tres o cuatro continentes. Pero no solo posee periódicos, también estaciones de radio, casas de edición de discos, estudios de televisión -la FoxTV-, estudios de producción. cinematográfica -la Twentieth Century Fox-, casas de edición, etc, es decir, tiene toda la comunicación posible y no en un país sino en muchos, pero además es dueño en los tres sectores. ¿Por qué? Porque no hay diferencia entre éstos. Porque el que produce, por ejemplo, una novela con su casa editorial, también puede hacer de ella una serie de televisión, es lo mismo y la va a difundir por sus canales, y va a estar presente en Internet, etcétera. Pero además, aunque hablamos de Murdoch, este aún es un vendedor de contenidos. Pero podríamos decir en Estados Unidos, General Electric, por ejemplo, tiene una empresa de electricidad, pero además controla cadenas de televisión, casas editoriales, radios.

De igual manera, por ejemplo, una empresa telefónica, que antes se especializaba en una tecnología de comunicación, pero no en la venta de mensajes. Ahora una compañía telefónica puede ser propietaria de cadenas de televisión como por ejemplo Haster y Como, la telefónica española de cadenas de televisión, propietaria de todo un sistema de comunicación en el que hay escritos, textos e imágenes. Podríamos ir más allá, por ejemplo, Microsoft, que evidentemente tiene actividades en la comunicación, pero que vincula elementos como los videojuegos, aspecto que hasta nosotros no se integraba en la comunicación. Es decir, vemos llegar sectores que hasta ahora estaban fuera de la economía de la comunicación y, que ahora son actores importantes de esta, pero que vienen de lo que antes se llamaba el hardware, es decir, la producción de sistemas más bien industriales.

De esta manera, ahora tenemos que las compañías eléctricas, las telefónicas, las informáticas; pero también el sector bancario, el sector de seguros, etc., interviene en la comunicación como un actor importante. Es decir, no sabemos ahora en dónde se termina la economía de la comunicación. Por ejemplo, los fabricantes de satélite están dentro de la comunicación, ¿por qué? Porque si podemos llamar de aquí a Europa sin problemas es porque hay satélites de comunicación. Por consiguiente, los fabricantes de estos satélites están en la economía de la comunicación. Por extensión, los fabricantes de los cohetes que colocan, a los satélites en órbita también están en el campo dé la comunicación, porque nueve de cada satélites que colocan son de comunicación.

Es decir, hemos visto cómo la transformación del parámetro tecnológico hace que surjan actores nuevos muy poderosos, mucho más que los anteriores, al punto que ahora existan firmas mediáticas planetarios, por ejemplo la CNN, un medio de comunicación que pertenece al primer grupo de comunicación del mundo: America On Line.

Por consiguiente, en un país que no es el centro de esta empresa, como por ejemplo Venezuela, se están viendo las imágenes producidas por esta empresa como se ven en el mundo entero. Es decir, hay grupos ahora cuya capacidad de intervención planetaria es muy importante. Si ya Citizen Kane nos impresionaba, por su capacidad de manipular e influenciar la opinión, recuerden que Randolf Hearst, el modelo, fue uno de los que más influyó en la intervención militar en Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898. Por consiguiente, si un señor que poseía solo unos periódicos de papel en un solo país tenía esa influencia, imagínense el poder que pueden tener estos grupos mediáticos a escala planetaria, cómo pueden transformar las cosas. No digo que lo hagan en tal o cual caso, pero pueden hacerlo, y pesan de manera muy importante en las censuras que ya conocíamos en la política, la moral, etc., a lo que se añade ahora una censura que es la económica, la censura en función de los intereses del propio grupo y que va a tratar en función de sus propios intereses, etc., que va a tratar de proteger.

Por eso se han multiplicado las fusiones y las concentraciones. Estos grupos nacen porque compran a los pequeños. Tienen capacidad, y cuanto más adquieren a los pequeños más capacidad tienen para adquirir más pequeños; que además hoy día, claro está, digamos la soberanía nacional en términos de control de la información no tiene gran sentido. Ningún país hoy tiene soberanía comunicacional. Es algo que se ha perdido, porque las imágenes vienen de fuera y son fáciles de captar.

La transformación retórica

El tercer parámetro que cambia es el retórico. Lo que está cambiando hoy día es el orden del discurso, es decir, lo que se dice. ¿De qué manera cambia esta retórica? Hasta ahora, en el campo de la comunicación en general, podríamos decir que había tres esferas autónomas, que no tenían que ver con la especificidad de la comunicación de signo que se intercambia (el sonido, la imagen o el texto), sino con la característica general de la comunicación. Por ejemplo, podremos decir que había una esfera autónoma, la esfera de la información, en la que encontramos a los periodistas en general. Aquí están los diarios, ya sea el telediario, el diario hablado en la radio, los diarios escritos, las agencias de prensa, etcétera., todo ese universo, autónomo, con características propias, con tradiciones propias y, que se pensaba un poco también como aislado de lo demás.

Tenemos una segunda esfera en el sector de la comunicación, que podríamos llamar de la comunicación publicitaria o del marketing político o de la propaganda, o de la comunicación institucional, es decir, la publicidad en todas sus formas. Esta segunda esfera también era autónoma, un publicitario no es un periodista, un periodista se sentiría mal si se le comparase con un publicitario.

La tercera esfera era lo que podríamos llamar, con mucha amplitud, la cultura de masas, es decir, las telenovelas, el cine de ficción, la novela de gran circulación escrita, los video juegos, las tiras cómicas. ¿Qué es la cultura de masas? En realidad es una especie de cultura seleccionada por el mercado. Cuando este dice que tal producto tiene que difundirse de manera masiva, pues, eso se transforma en cultura de masas.

Bien, repito, esas tres esferas eran muy diferenciadas. La persona que trabajaba en alguno de estas pensaba pertenecer a un universo específico. La realidad de hoy, es que hay cada vez menos diferencia entre esas tres esferas, y que los rasgos dominantes de la cultura de masas o de la publicidad son los que dominan el conjunto de las tres esferas. No es casual que cada día verificamos que el periodismo está comportándose según las leyes de culturas de masas, cuando evidentemente era una práctica muy diferente, con un proyecto cívico de construcción de conciencia ciudadana, etcétera.

El modelo de comunicación que conocimos está desapareciendo a gran velocidad ante nuestros ojos, y tenemos cada vez más dificultades para distinguir la esfera de la información de la esfera de la cultura de masas. ¿Cuáles son las características de la cultura de masas que hoy día son más adoptadas? Cierto, en cada país encontramos algún medio, ya sea en la prensa escrita, en la radio o en la televisión que no se comporta de esa manera, que mantiene digamos una deontología, una ética, pero en general, por razones sencillas, se está adoptando como objetivo principal obtener una rentabilidad real.

La mayoría de los grandes periódicos, si hablamos de la prensa escrita, ya no están dirigidos por periodistas, lo son por egresados de las escuelas de comercio, que son los que tienen las riendas de la empresa periodística. Todo se comporta como una empresa que ante todo piensa en sus relaciones con los clientes, y por consiguiente actúa en nombre de ganar cada vez más consumidores. De ahí que la información, el periodismo a través del mundo, esté integrando en sus discursos estas tres características que quisiera citar:

La elaboración de un mensaje cada vez más simple, más sencillo, elaborado con un número de palabras muy limitado. Digamos, si el vocabulario español, tiene no se, treinta mil palabras, los medios de información van a utilizar, para que todo el mundo entienda, algo así como ochocientas. Tienen la idea de que hay que expresarse de manera muy sencilla, todo lo que es raciocinio de demostración se abandona, es demasiado complicado, pasa o bien a la prensa especializada o los libros, pero sale del sistema de información tradicional. Hay una especie de voluntad de simplificación, y sin duda la más elemental de estas es la concepción maniquea de las cosas. Cualquier problema se aborda de manera maniquea, está el bien y el mal, como dice el señor Bush, una cosa tan compleja como la geopolítica internacional pues se transforma en el bien y el mal.

La segunda característica es la rapidez. La información debe ser consumida rápidamente es decir, sea cual sea el valor de la información va a tratar de darse en un espacio muy corto. Por ejemplo, si es la prensa escrita, se va a expresar no solo con palabras muy sencillas, sino en frases muy cortas. Los títulos van a ser casi un resumen de lo que dice el texto. Pocas noticias tendrán más de dos o tres folios, y, evidentemente en dos o tres folios hay muy pocas cosas que se pueden explicar. Es decir, la idea está en el fraccionamiento, se da un fragmento de la información como si fuese el todo.

Tercera característica: lo emocional. Con estas informaciones trasmitidas en palabras muy sencillas, descritas de manera muy maniquea, dichas muy rápidamente, el objetivo que también se pretende es suscitar emociones: hacer reír o hacer llorar, en últimas se está buscando distraer. Si ustedes observan en un periódico puede que haya algunas informaciones serias, pero la inmensa masa de las informaciones son de tipo distractivas. Todas estas informaciones de tipo tradicional, tipo People, etc., se han desarrollado enormemente: sucesos, dramas y todo eso ha alcanzado un enorme espacio.

Es decir, en realidad se trata de construir informaciones sencillas, rápidas y distractivas. Y, esta es una característica general y universal. Los medios norteamericanos son en cierta medida el modelo y el motor del tipo de comunicación que se está imponiendo en todas partes. Cuando reflexionen sobre ello, sobre todo aquellos que como nosotros podemos tener una alta idea de la importancia de la información en una sociedad como vocación a formar conciencia ciudadana, a construir un sentimiento de cohesión social, etc., pues evidentemente hay una inmensa distancia entre ese proyecto que podemos atribuirle teóricamente a la información y la práctica cotidiana de lo que se está imponiendo.

En definitiva ¿qué es un discurso cuyas características principales son la sencillez elemental, la rapidez y la distracción? Sin duda, es un discurso infantilizante o un discurso infantil. Porque solo a los niños de baja edad se les habla con un lenguaje muy limitado, con pocas palabras para que entiendan. Tercero: No se le habla de manera demasiado seria, sino que se piensa que con la reactividad emotiva puede hacerle avanzar y, por consiguiente ¿quién se expresa así? Cualquier película de Walt Disney. Allí las imágenes son rápidas, sencillas y todo es muy emocional. Por consiguiente, podemos interrogarnos sobre la responsabilidad de una maquinaria informacional qué en realidad está concebida para infantilizar al ciudadano.

La información, además de tener estas características retóricas, tiene otras aspectos sobresalientes como por ejemplo su abundancia. Ustedes saben que los antiguos pensadores clásicos pensaban que el mundo estaba constituido de cuatro elementos: aire, tierra, agua, fuego y pensaban que esos cuatro elementos fundamentales mezclados de manera más o menos importante constituían nuestra realidad. Bien, nosotros hoy día podríamos decir que en este mundo de principios de siglo XXI hay un quinto elemento que se ha añadido a estos, la información. (…)

Por consiguiente, estamos en un universo en el cual hay mucha más información de la que podemos consumir. El problema que tenemos hoy es su selección. Durante siglos, la mayoría de las sociedades humanas vivieron bajo sistemas autoritarios de poder, que han practicado la censura, y, por consiguiente la realidad de la información era la escasez, había muy poca información que circulaba y el control de esa circulación era lo que daba más poder al poder.

Hoy día esa situación ha cambiado, la información circula de manera sobreabundante y, nadie la puede detener. En la mayoría de los países se tiene acceso a la información, Internet por otra parte nos ha permitido acceder a yacimientos literalmente oceánicos de información, la dificultad para nosotros ahora -repito- en cómo guiamos por ese laberinto. Eso plantea enormes problemas. Plantea, primero, este problema de la censura, por que esta ahora ha cambiado. Antes la ejercían el poder político o el poder digamos moral y nosotros decíamos hay que luchar para obtener más libertad. ¿A qué le llamamos libertad? A la posibilidad de expresión de los grupos sociales que constituyen una sociedad. Y entonces decíamos, cuanta más libertad tengamos, más comunicación habrá o bien inversamente, cuanta más comunicación hay, más libertad hay, y así se hicieron las revoluciones en el siglo XVIII, esencialmente para tener la posibilidad de comunicar(…).

Por mucha información que había nuestra libertad no se modificaba y es el peligro en que estamos en este momento a escala internacional(…). El peligro es que, quizás en este momento cuanta más información se produce menos libertad tenemos, porque la información ahora me confunde. Hay tanta información frecuentemente no verificada que ya no sé qué pensar. Nos hemos dado cuenta que el funcionamiento de la verdad de nuestras sociedades es muy relativo. Nos percatamos que la verdad es cuando todos los medios: la prensa, la radio y la televisión dicen que algo es verdad, aunque sea mentira. Esto también está restableciendo ese principio que como saben ustedes, Huxley había desarrollado en Un mundo feliz, cuando dice: treinta y seis mil repeticiones, hacen la verdad. Entonces, esta nueva realidad de que ya no sabemos dónde está la verdad, en la cual los medios deberían contribuir a guiar en este laberinto, y sin embargo lo que hacen es confundir más, actuando en nombre de los parámetros que he dado antes, los intereses económicos.

Esto crea una especie de desconfianza en la sociedad con respecto a los medios. El principio capital que tienen los medios de comunicación es su credibilidad. Y este capital, mi sentimiento es que se está dilapidando. En nuestras sociedades, en donde los medios de comunicación nunca habían sido tan abundantes, en donde nunca habían dominado tanto; hasta el punto de que yo he dicho que en las sociedades modernas a la hora de la globalización los principales poderes son lo económico y lo mediático, relegando a un tercer lugar al poder político. El poder económico cuando alía al poder mediático es una enorme palanca capaz de hacer temblar a un poder político.

Esta es una realidad de hoy creada por la mundialización. Porque el poder político en las democracias es elegido democráticamente cuando el poder mediático o el económico no lo son, pero tiene mucho más legitimidad que el poder político. (…)


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