Boletín No 6

ICCI

Editorial

La nueva estructurade poder mundial condiciona a todo tipo de pensamiento, de reflexión yde análisis a la aceptación acrítica de sus premisas y de suscategorías. Este totalitarismo del pensamiento ha sido denominado como el»pensamiento único». La nueva ortodoxia hace delmercado y del neoliberalismo los referentes bajo los cuales debencomprenderse todos los fenómenos de la historia humana.

Para este «pensamiento único», inclusola diversidad y la enorme complejidad de los pueblos y nacionalidadesindígenas, pueden ser comprendidas bajo los parámetros del neoliberalismo. Pero no solo que pueden ser comprendidas, sino que incluso sepropugna que el neoliberalismo puede ser la mejor solución a losproblemas que actualmente aquejan a los pueblos indígenas. En virtud de que el neoliberalismo propone la eficiencia y latransparencia del mercado como mecanismo de regulación social, es apartir del mercado que muchos problemas de los pueblos indígenaspodrían ser resueltos. De esta manera el»pensamiento único» parece haber encontrado lasolución a los problemas de la humanidad.

Sin embargo, las cosas no son tan fáciles como las propone eldiscurso neoliberal. En primer lugar, porque la eficiencia es unacategoría totalmente alejada de la cosmovisión indígena, al menos,de los pueblos indígenas que habitan el Ecuador. La eficiencia necesita de su contraparte,el denominado desde las ciencias sociales como homoeconomicus, es decir, el hombre racional, que busca la eficienciaen la consecución de sus fines, altamente individualista y que ha sido construido por lamodernidad y por el sistema capitalista. Los pueblos indígenas han sidoy son aún las víctimas permanentes de esa racionalidad, de esa eficiencia y de esesistema. Ha sido, precisamente, en virtud de la eficiencia del homo economicus que se llevó adelante la el sometimiento a lospueblos indígenas de América.

En segundo lugar, está la concepción comunitaria de vida que notiene nada que ver con la propuesta individualista que subyace al discursoneoliberal. De hecho, la historia demuestra que la formación delmercado ha significado la destrucción literal de toda forma de vida comunitaria. Lo hizo la dictadura dePinochet en 1989, cuando prohibió por decreto la existencia comunitariade los hermanos Mapuches. Lo hicieron las dictaduras de Guatemala queexterminaron físicamente a las comunidades indígenas. Mercado y Comunidad sontérminos contrapuestos y que históricamente han estado confrontados.

En tercer lugar, está el problema de la aceptación del Otro, esdecir, el reconocimiento de la Alteridad. El discurso neoliberal debereconocer que la racionalidad y la eficiencia del homoeconomicus es solamente un tipo de racionalidad humana. Que frente a esaracionalidad existen otras formas de racionalidad que tienen todo elderecho a existir y a pervivir en su diferencia radical. De no hacerlo, eldiscurso neoliberal aceptaría reconocerse como excluyente. Y ello lo lleva a posiciones racistas.Pero si el discurso neoliberal acepta que existe otra forma de racionalidadque no es precisamente la suya entonces debe relativizarse, es decir, debe aceptar al Otro. Y toda su propuesta notendría sentido, porque estaría obligado a aceptar las otras formasde organización social que no tienen nada que ver con el neoliberalismo, como son lasformas comunitarias de vida de los pueblos indígenas.

En cuarto lugar están las relaciones de poder y que parecen noformar parte del discurso neoliberal. El mercado no es un sitio libre derelaciones de poder y de dominación. Todo lo contrario, allípredomina la ley del más fuerte. Todos los mercados del mundo están controlados por poderosos interesesparticulares a quienes no les interesa para nada el bien común.

Por estas razones, propugnar el neoliberalismo como opción posiblepara los pueblos indígenas releva de una ideología imbricada con elpoder. Para los pueblos indígenas la opción está justamente, enoponerse a este tipo de ideologías y en la búsqueda de reconocimientos de nuestras diferenciasradicales y en la aceptación de que solo asumiendo la diversidadpodrá construirse lo nuevo, lo diferente, y a partir de allí laconstrucción de una sociedad verdaderamente racional, justa y, sobre todo, queaprenda a convivir en el respeto a la diferencia.

Por: Miguel Lluco Tixe

El «Levantamiento por la vida», protagonizado por el movimiento indígena ecuatoriano y los movimientossociales, durante la primera quincena del mes de julio del presente año,le dijo NO! a las medidas económicas del gobierno demócrata-cristiano de Jamil Mahuad, quien se haempeñado en aplicar un plan económico neoliberal cuyo sustento hasido el de imponer cargas económicas a la mayoría de los ecuatorianos, y en especial a los pobres. Esta políticaeconómica generó la respuesta de los indígenas, de los campesinos,de los taxistas, de los comerciantes minoristas y más sectores sociales, que de manera organizada y actuando en formaprogresiva, realizaron diversas acciones de lucha a lo largo y ancho delpaís.

Caminatas del campo a las ciudades con ocupaciones de institucionespúblicas y religiosas, encadenamientos, la «toma»simbólica de la ciudad de Quito, son algunas de las formas de lucha que nuestropueblo, con esfuerzo y sacrificio, realizó durante estas jornadas. Peroes importante señalar que fue la unidad de organización y deacción política el elemento vital, el núcleo fundamental, que permitió lanegociación con el gobierno y la revisión de su programa de ajusteeconómico.

Por otra parte, este alto momento organizativo del movimientoindígena y del movimiento social ecuatoriano, pudo corresponderse conuna política propositiva frente a la crisis. No solamente que se pudodecir NO, sino que también se propusieron alternativas viables y posibles para superar la crisisactual. El movimiento indígena y el movimiento social ecuatoriano,propusieron un cambio de modelo económico en base a ejes programáticos que tomen en cuenta las veraderas necesidades del país.

Es básicamente por ello que la estrategia llevada acabo por eldoctor Jamil Mahuad y su gobierno se desbarató: por una parte la crisisfinanciera demostró que las bondades del paraíso neoliberal no sonmás que una falacia; y, por otra parte, la estrategia de evitar con laviolencia la protesta popular no pudo, finalmente, evitarla ni controlarla.En efecto, ni la proclamación del Estado de Emergencia, ni la acciónde la Fuerza Pública a través de las bombas, los fusiles, y los tanques pudieron impedir ellevantamiento popular.

La ciudadanía, en general, fue solidaria y su actitud es digna dereconocimiento. Fue la ciudadanía la que apoyó y sostuvo, con susescasos recursos, el paro de los taxistas; fue la ciudadanía la quebrindó una solidaria bienvenida a los indígenas que caminaron hacia Quito,fue ella, en definitiva, la que solidariamente respaldó esta jornada deprotesta y la que merece mucha atención para futuras acciones.

Pero también es digno de admiración y de relevancia el valor yla decisión de los hombres y mujeres que tuvieron que abandonar sus hogares, para llegar a Quito y decirle al Presidente que escuche el clamor delPueblo, de las personas que valiente y generosamente ofrecieron sus vidas,siempre pensando que esas vidas serán un aporte para el bienestar de lamayoría de los ecuatorianos.

Empero de ello, tampoco podemos descuidar los apetitos de poder delos políticos tradicionales liderados por los partidos Social Cristiano (PSC), yel Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), y por algunos personajes quequisieron aprovechar de la coyuntura para dar un golpe de mano.

En ese sentido, las marchas populares convocadas por el PSC y el PREen Guayaquil nos demuestran la derrota estratégica de estos dos grandespartidos políticos emparentados con la derecha política y las grandesoligarquías del país. Estos dos partidos demostraron que no tienen capacidad de convocatoria yque su acción política, últimamente, ni siquiera es regional, esapenas local. Su intento de manipular las jornadas de protesta social parareafirmar su gastada posición electoral terminaron por demostrar más bien su responsabilidadfrente a la crisis.

Fue, en efecto, el PSC conjuntamente con el partido de gobierno losque provocaron la actual crisis económica y social. Fueron las grandesoligarquías las que presionaron para el rescate de los bancos, fueron los socialcristianos quienes suprimieron elimpuesto a la renta y quienes se opusieron y se oponen a todo tipo deimpuestos y quienes se empeñan en trasladar los costos de la crisis alas espaldas de todo el pueblo.

La última jornada de protesta del mes de julio, nos evidencia lagran preocupación que existe al interior de la clase dominante por lademostración de la fuerza real del pueblo organizado, que en estaocasión no pudo ser manipulada para su beneficio. En estas jornadas de lucha,el pueblo organizado tuvo sus propios voceros y representantes ante laopinión pública y ante el gobierno, por lo que consideramos que fueun acierto la definición de esta estrategia, la misma que dejó resultados que son muy positivos.

Consideramos que es urgente realizar una evaluación objetiva deeste proceso al interior de cada una de las organizaciones que participaronen las jornadas de julio, y, luego, ser socializado colectivamente. Enesta evaluación se debe tomar muy en cuenta los objetivos políticos y organizativos ylas políticas de alianzas y acuerdos. Asimismo, la actuación de las organizaciones en cada una de las acciones que se desarrollarondeben ser cuidadosamente valoradas y evaluadas, solo de esta maneratendremos un balance claro que nos permitan ubicar nuestras debilidades y fortalezas,siempre pensando en nuestro anhelos, nuestras esperanzas y nuestraspropuestas hacia el futuro.

No puedo dejar de señalar el acierto del ECUARUNARI que, concabeza fría, logró llevar adelante la valoración de la gestiónde este régimen y que incidieron positivamente para que en la última asamblea ordinaria de la CONAIE, se resuelva reafirmar laindependencia política frente al actual régimen, y exigir losderechos legítimos que tienen las nacionalidades y los pueblos delEcuador. También es necesario resaltar la gran alianza que se realizó con losdiferentes sectores sociales para llevar a delante el levantamiento por lavida y contra el hambre. Por lo que debemos destacar que el esfuerzo y laposición de este sector importante de ecuatorianos le ha dicho NO al proyecto dela muerte, le ha dicho NO al capital especulativo y le ha dicho NO a lacorrupción.

Hemos recorrido un buen trecho y vale la pena insistir que es posibleconstruir elEstado Plurinacional, porque solo desde la diversidad y del respeto a loque somos, podemos ubicar nuestros intereses comunes, y uno de losintereses comunes es que en nuestro país debe existir justicia para todos, la democracia debe ser real, debenexistir trabajo, educación, salud, para todos los ecuatorianos, y no lohemos tenido y el camino para alcanzar una sociedad más democrática,más justa, más tolerante, lo tendremos si es que somos capaces de repetir hazañascomo las de las últimas jornadas del mes de julio.

Cuando hablamos de balance de valoración, de constatación denuestros esfuerzos, de nuestros éxitos, de nuestras debilidades, de nuestros problemas, es para tenerclaridad, para poder dar un seguimiento permanente, para que se cumpla elcompromiso del gobierno con el pueblo y que éste no sea un escrito más, y, de esta manera, poder llegar a nuestra máxima aspiración delcambio de modelo económico, del cambio del quehacer político, delperfeccionamiento de la democracia, por lo que es nuestra obligación seguir impulsando toda las acciones que permitan cumplir con estosobjetivos, sólo así vamos a ser fieles al mandato de nuestro pueblo.

Para concluir, destacamos que hemos dicho basta a lademagogia de quienes han dicho que nos representan, o sea los políticostradicionales. En esta vez, el pueblo ha asumido directamente el reto depreparar y luchar por un nuevo modelo económico, político, social y cultural que será duradero y cuyaresponsabilidad está, a no dudarlo, en nuestras propias manos.

Por: Manuel Espinosa Apolo

Los Inkas según el Ecuador

El caso de los inkas constituye en la historia universal dela infamia, uno de los ejemplos más claros de cómo ciertos interésprotervo, calificable probablemente de «patriótico», ha logrado de manera exitosa manipular y deformar la esencia delacontecimiento histórico más trascendental sucedido hasta hoy díaen los andes ecuatoriales.

Por obra de una intelectualidad orgánica adscrita a un estadosurgido e ideado como parte de una estrategia de fragmentación colonial,los inkas pasarían a convertirse de una civilización que sedesarrolló en un vasto territorio que hoy forma parte de los estados de Ecuador,Perú, Bolivia, Chile, Argentina, y Colombia, en una tribu intrusa, esdecir, extranacional, presentada en la mayoría de los casos como unahorda militar de avanzada peruana.

La traspolación resulta indignante. Los inkas seránconvertidos por la historia oficial del Ecuador, reconstruida despuésdel conflicto de 1941, en peruanos, como si en el tiempohistórico al que pertenecieron, la noción de Perú o Ecuador hubieran existido. Pues, Ecuador y Perú solofueron palabras ideadas y realidades fraguadas muchos siglos después porcolonos de origen europeo en sus disputas intestinas por controlar territorios con el objeto de consolidar y garantizarlas riquezas obtenidas.

Desde entonces, en los textos escolares y en las escuelas delEcuador, profesores obnubilados por un chauvinismo vergonzoso, haninoculado una especie de culto a la muerte, odio y deseo de desquite, anombre de cierta reivindicación territorial del Ecuador en el Amazonas. Estos oscuros burócratasenseñaban -y probablemente lo seguirán haciendo todavíapor un largo tiempo- que los inkas avasallaron a los pueblos «ecuatorianos» de esa época y desestructurando al reino mítico y ahistórico de Quito,concebido y presentado como el pre-estado ecuatoriano.

En definitiva, en la versión oficial de la historia nacional, elincario sigue interpretándose exclusivamente como un hechopolítico-militar, mas no como lo que fue en realidad: un acontecimientoesencialmente etnocultural.

En virtud de esta lógica, el inkario resulta la primera etapa delexpansionismo peruano, mientras que la oposición bélica a los inkaspor parte de ciertos pueblos del norte de Quito se presenta como la primeraforma de resistencia y defensa del territorio ecuatoriano. Y para que todocalce en este orden de cosas, la guerra civil y de linajesentre Huáskar y Atau Wallpa es presentada como una guerra regional, para insinuar y proclamar la justa revancha del reino de Quito sobre elimperio Inca. Así, la historia del estado Ecuatoriano se interpreta,como lo destacaría Erika Silva, en base a la trilogía cristiana de nacimiento, muerte yresurrección. La formación del Reino de Quito representaría elnacimiento del Estado ecuatoriano; la anexión al Tahuantin Suyosignificaría su muerte; y, la formación de la Real Audiencia de Quito que da paso a la formación de laRepública del Ecuador, representaría su resurrección.

Por lo tanto, es evidente que el estado ecuatoriano ha pretendidodesarrollar y consolidar una memoria anti-inka en losecuatorianos, la misma que ya fue planeada y promovida por los españolescon el fin de realizar una justificación moral de la cruel explotación y expoliación implementadacontra la población nativa.

No olvidemos que fueron las autoridades hispanas, sus escribanos ycronistas oficiales los primeros en calificar y estereotipar a los inkascomo «tiranos» y «advenedizos», con el fin de presentar a los conquistadores españoles venciendo alos crueles e invasores «ingas».

Esta memoria anti-inka presente sin duda en los sectores dominantes,contrasta notablemente con la memoria existente en los sectores populares.Tanto en la población indígena quichua como en los mestizos deextracción popular y ascendencia quichua, no existen recuerdos, imágenes ysentimientos de carácter negativo relacionados con la incursión inka.Al contrario, para los cholos y runas, lo inka estáasociado a valores positivos, especialmente al ideal de libertad yliberación.

Los inkas en el Ecuador

La presencia inka en lo que hoy constituye el territorio ecuatorianoestuvo muy lejos de ser una invasión avasallante como los sectoresdominantes y su intelectualidad han tratado obcecadamente de presentar. Sibien la expansión incaica supuso subordinación de pueblos, ésta no se llevó enbase a la destrucción (ciudades arrasadas, genocidios, etc.), comofueron las campañas devastadoras de los romanos, con las cuales lahistoria oficial gusta de compararlas. Eléxito de la supremacía inka no radicó en su poderío militar,inferior al de otros pueblos anexionados al Tahuanti Suyo como los chancas,chimus o aymaras, sino en la aplicación inteligente del ancestralsistema de reciprocidad.

No obstante la presencia de los inkas en el Ecuador no sólo seexplica por un mero éxito político y mucho menos militar, sino que esel resultado de un proceso mucho más trascendental, el queinteresadamente ocultan los intelectuales vinculados a los círculos del poder, o que simplemente, noalcanzan a ver la mayoría de investigadores criollos educados en lasuniversidades de Estados Unidos y Europa.

El aparecimiento de los inkas en la escena histórica, marca laetapa culminante de un proceso civilizatorio en losAndes que puede definirse como de kechuanización.

Este proceso implica la formación de un fondo o bagaje culturalcomún entre los diversos pueblos que habitaron un vasto territorioarticulado por la cordillera de los Andes, comprendido desde la línea equinoccial hacia el sur-hasta lo que hoy es la parte norte de lospaíses de Chile y Argentina- incluido el litoral costeño y lasestribaciones orientales de la cordillera andina.

En este vasto territorio se fueron creando las condiciones para quelos diversos pueblos que lo habitaban, tiendan múltiples y profundonexos que se fueron robusteciendo en el transcurso de más de un milenio.El resultado no fue otro que la formación de un área cultural específica, esto es, depueblos que comparten un mismo bagaje cultural. Se superaron así lasdisparidades interétnicas y se configura una homogeneidad diversa, o loque es lo mismo: surgió un emparentamiento o familia étnica, que en definitiva es lo quesignifica una civilización.

Esto explica en sus miembros, la coincidencia en el sistema decreencias y concepciones; en las relaciones de producción; en las formase instituciones de organización social y política, perofundamentalmente, en la existencia de una lingua franca: el Kechua, idioma que se expandió por este vastoterritorio andino antes del surgimiento del Estado inkaico. Datos deinvestigaciones lingüísticas recientes indican que el Kechua, propiode la costa central del Perú , se extendió en dirección al Cuzco antes del reinado de MankoKapac, y hacia en norte, a los territorios del actual Ecuador, antes de lallegada de Tupac Yupanki.

Con la formación de esta unidad sociocultural se crearon lascondiciones para la formación de una unidad política en los Andes, como un proceso irreversible. Luego de varios ensayos importantesrealizados por diversos pueblos (aymaras, chancas, chimus), los inkasresolvieron esta tarea histórica, dando paso a la configuración del Tahuantin Suyo: modelo de estado andino acabado.

La integración política y administrativa implementada por losinkas consolidó definitivamente los vínculos sociales y culturalesentre los diversos pueblos que integraron el Tahuantin Suyo, culminandoasí el proceso formativo de la civilización kechua.

La presencia de los inkas en el Ecuador, por tanto , permitió ladefinición del ser etnocultural de los indígenas, el queparadójicamente se hace visible para los historiadores luego de lallegada de los Españoles, esto es, en la colonia. De esta manera, en los andes ecuatoriales,carankis, cayambis, kitus, panzaleos, puruhas, chimbus, cañaris, paltas,chonos, etc., se convierten en Kichuas: los kechuas ecuatoriales. Pero esta comunidad no constituye solamente ungrupo lingüístico, como lo han sugerido los intelectuales que hanhecho suyo el punto de vista de los amos, atribuyendo este resultado a lalabor catequizante del clero español, sino que se trata de una comunidad en términos étnicos, estoes, historico cultural.

Este proceso civilizatorio acaecido en Sudamérica, sin duda, el demayor transcendencia en la historia de los pueblos andinos, se tornaevidente solamente en la formación del Tahuantin Suyo.

Los Inkas para el Ecuador y los ecuatorianos

¿Cuáles son las consecuencias de este proceso civilizatorio queculminan los inkas? .

En primer lugar, la cohesión interétnica en los pueblos queintegran el Tahuanti Suyo, a través del robustecimiento de una identidadcultural común.

En segundo lugar, la integración territorial, la misma queresponde a la necesidad de construir una estructura de orden en los Andes.Esto supone la definición de un territorio en particular con límites especiales y fronteras culturales claramente establecidas ydefinidas; así como la articulación administrativa bajo poderescentrales.

¿Entonces, qué lecciones podemos sacar los ecuatorianos deeste gran suceso histórico?

No caben dudas que los inkas sientan las bases en los Andes para laformación de una auténtica nación. Proyecto que serádesestructurado en la colonia, en virtud de un objetivo básico delimperio español: controlar de manera más eficiente a la población indígena, a través de la dispersióny la atomización.

Por tanto, el reto histórico de los descendientes de lacivilización kechua, tanto de runas como de cholos (mestizos deascendencia kechua) es el de tender a la reagrupación del pueblo kechua,y así constituir una mayoría hegemónica que se plantee la construcción de una democracia transformadoradentro de un auténtico proyecto nacional que apunte a la creación deun estado panandino.

Solo de esta manera se podrá enfrentar y contrarrestar la secularestrategia de fragmentación implementada por las metrópolis ycontinuada por los estados postcoloniales, la misma que ha buscado disolveral conjunto histórico cultural kechua en minorías o grupos aislados, para de esta formaincentivar múltiples y diversos enfrentamientos en su seno;enfrentamientos que solo conducen a un único resultado: eldebilitamiento del conjunto.

La reagrupación del pueblo kechua es, por tanto, uno de loscontenidos centrales del proyecto de liberación andina.

Por: Carlos Bautista

INTRODUCCION

El movimiento indígena ha tenido que pasar pordiferentes procesos, desde la fragmentación hasta la resistencia, desdela conquista hasta las pugnas por el poder al interior del Tahuantinsuyofueron potencializados por los españoles para asegurar su propio dominio. Sin embargo, han permanecidoelementos de identidad que determinan una configuración de los distintospueblos y nacionalidades indígenas al interior de nuestro país.

Toda la etapa colonial estuvo marcada por la consolidación de laconquista europea. Esto significó la homogenización aparente de lospueblos originarios a la cultura cristiana occidental. El proceso deindependización y conformación de los Estados Nacionales se enmarca en la concreción de un nuevomodo de producción: determinando que se mantenga en el olvido nuestrospueblos como identidades históricas diversas. El resultado es laconstitución de repúblicas independientes que persiguen no intereses nacionales sino mas bienla imposición de nuevos grupos de poder.

En los inicios del siglo XX, la mirada del Estado y de los grupos depoder a los pueblos indígenas reduce a campesinos, perspectiva comúna grupos políticos disidentes. Estos grupos y partidos de izquierda promueven alinterior de los pueblos y nacionalidades indígenas organizaciones de»clase», asimilando la diferenciación cultural a laproductiva. Es la época en que se configuran las organizaciones indígenas-campesinasregionales y nacionales. En la década de los ochenta, las organizacionesindígenas locales y provinciales de la sierra y amazonía dan lugar alnacimiento de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE.

Los pueblos indígenas han respondido a las realidades del EstadoEcuatoriano, en la medida en que hemos sufrido adaptaciones y establecidoestrategias que nos han permitidomantener nuestra identidad. Dentro de este proceso se destacan momentospreponderantes que han definido la relación actual con el Estado: Lalucha por el reconocimiento de nuestras tierras ancestrales, lareafirmación de nuestra identidad, la construcción de un Estado Plurinacional,pluricultural y plurilingüe.

De esta manera, el movimiento indígena ecuatoriano como sujetopolítico de su propia historia se constituye en un referente paraAmérica Latina. En 1997 el planteamiento de reconstitución delEstado ecuatoriano a través de una Asamblea Nacional Constituyente del Pueblo, impulsa larealización de la Asamblea Nacional Constituyente a través de losmecanismos electorales del país, en la cual se logra por primera vez sereconozca expresamente los Derechos Colectivos en la Constitución Política del Ecuador y laratificación del Convenio 169 de la OIT por parte del Congreso Nacional.

Los Pueblos y Nacionalidades Indígenas entran en un nuevoproceso que es la reconfiguración de las identidades organizativashistóricas bajo el parámetro de autoidentificación y conceptualización como Pueblos yNacionalidades.

En este nuevo proceso en que ha entrado los pueblos y nacionalidadesindígenas, que es la reconstitución de sus identidades, estructurasorganizativas propias, no de carácter gremial, es importante ver yanalizar en qué situación se encuentran los gobiernos comunitarios, si se encuentran fortalecidoso no, porque una condición esencial para la reconstrucción de unpueblo, es que un gobierno comunitario tenga el respaldo de sus habitantes, tenga autoridad sobre susorganizaciones internas y pleno conocimiento de los Derechos Colectivosestablecidos en la Constitución Política del Estado y del Convenio 169 de la OIT a fin de ejercer sus derechos.

En la mayoría de las comunidades indígenas del centro y sur del Ecuador, que constituyen bases de diferentespueblos Quichuas, a pesar de mantener sus identidades, su idioma y suscostumbres definidas, sus estructuras organizativas impuestas desde laconquista han dispersado la autoridad comunitaria. En algunas comunidades hallegado a desaparecer la autoridad comunitaria, llegando a tener poder susorganizaciones internas de diferente tendencia, gremiales, políticas, religiosos, entre otros. En esta situación será muydifícil impulsar la reconstrucción de los pueblos Quichuas queimpulsa el movimiento indígena, sino no se impulsa un verdaderofortalecimiento de la autoridad comunitaria.

Para esto voy ha ver si el gobierno comunitario de la comunidad de Pijal, que es una de las bases del Pueblo Cayambi, se encuentran ejerciendosu autoridad dentro de la comunidad y si tienen pleno conocimiento de losDerechos Colectivos y el convenio 169 de la OIT para proseguir a lareconstrucción del Pueblo Cayambi.

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